Le amo desde el momento en que su atención se dirigió a él, poseía un encanto natural pero poco común, con un semblante rígido y una sonrisa fugaz. En el instante en que su mirada inocente alcanzo sus ojos penetrantes, él la amo. Solo la quería para él, quería tenerla cerca, pero era inalcanzable. Todos los días lo contemplaba, podía sentir su soledad, y deseaba rotundamente acabar con ella. Cada vez que ella llegaba, un sentimiento de pasión absoluta se apoderaba de él, pero la sentía tan lejos y distante. Cuando todos se marcharon, ella sintió como su alma la dejaba para estar con él, el deseo que tenían los dos se convirtió en un ardor que los convirtió en uno. A la mañana un nuevo cuadro estaba en exposición, donde una apasionada pareja se fundía entre sus deseos y amores imposibles.