Cerré mis ojos y seguiste ahí. Con tus ojos cerrados, a veces mirándome. Pusiste tu brazo bajo mi cabeza y me abrazaste, pusiste tu mano en mi espalda, y dormiste junto a mi, tomé tu mano, con el rap de fondo y esa comodidad que sólo tú me das. Me preguntaste que sentía por ti, no supe responder, sin embargo me dijiste que yo te gustaba y me abrazaste fuerte. 
Susurraste una palabras que no oí, y me siento mal por ello. Hoy te extraño, a ti, a tus abrazos, tus manos que encajan perfectamente con las mias, extraño a tus bromas, tu sonrisa y todas esas cosas que te componen.
No sé qué es lo que siento por ti, no siento mi cuerpo, pero me dices que mi corazón se acelera.
Siento las mariposas en el estómago cuando me dices algo bonito, me abrazas o me tomas de la mano.
Necesito ver para creer, tengo la inseguridad atravesada en la garganta, pero hoy escogí creerte, no me falles.