Neptuno, poderoso Dios del mar llévate mi desolación...
este dolor que siente mi alma, es tan fuerte que yagas se forman en mi piel, mi corazón desangrado llora afligido, derramando la mezcla de lagrimas y sangre por mis desgastadas venas moribundas.

Zeus, poderoso Dios del cielo desaparece mi desamparo...
mi solitaria vida la acompaña sólo mi fiel sombra angustiada, el quebranto me roe la carne viva, mi piel rosa se transforma a negra, estoy muriendo, desde los pies hasta mi fé.

Thor, poderoso Dios del trueno destruye mi melancolía...
mi cuerpo está atado con cuerdas de tristeza, estoy inmóvil no tengo fuerzas para liberarme, millones de hormigas desesperadas me devoran el alma como si fuere de azúcar, se me vuelve agria, descompuesta y muerta...

Dios, el más poderoso de los dioses, toma mi cuerpo destrozado...
abre mis ojos enceguecidos, dale latidos a mi corazón destruido, y un motivo para seguir viviendo.

Antonia