Encontrarte y conocerte fue algo que no tenía planeado,
al pasar los días no pude evitar dejar de mirarte y
sentí que había un antes y un después a partir de tu llegada
que nada iba a ser lo mismo...
 
Evité enamorarme, luché por aguantar las ganas de correr a ti,
pero ya era demasiado tarde, ya estabas en lo más profundo de mi ser
jugueteando dentro de mi , acelerando mi corazón al máximo
tratando de correr entre mis venas y planeando robar una parte de mi vida.
 
Tu frágil sonrisa era parte de mi rutina diaria, era tuya y sin embargo la sentía mía,
inmensas tardes mirándote, escuchando tu voz sin escuchar sonido alguno alrededor,
sólo tu voz, tu sonrisa y  tus ojos que a pesar de pequeños eran inmensos para mí.
tan inmenso como lo que siento hoy a pesar de la distancia.
 
La distancia me ha enseñado que no se deja de amar tan fácil,
es duro no verte o llamarte para poder escucharte tan sólo un segundo,
las tardes y las horas se me hacen más largas con tu ausencia
pero sé que esta historia aún no ha terminado.