Restaurar esa parte de mi que a veces se va.
La oscuridad, como la noche, siempre va a llegar.
Pero al final de todo,
las cosas retoman su brillo propio.
Y mirarte termina siendo una gran bendición,
que me regalo - tal vez- algún dios.
Tantas cosas hemos aprendido,
que te olvidas que alguna vez no las supiste.
Retomas la vista en lo vivido,
y das cuenta de que hay cosas que no entendiste.
Y mi lado que se va,
no entiendo cual sera.
Me da miedo abrir las puertas,
por temor a que se vaya
el que en verdad se tiene que quedar.
Termino creyendo que si hay oscuridad,
es porque la luz esta comenzando a fallar.
Pero luego me vuelvo a confesar
que a la noche hay que encontrarle la gracia
y por el día no dejarse engañar.
Entonces me pongo a pensar
que las cosas buenas siempre malas tendrán
y por eso no hay que descartar.
¿Porqué renuncio cuando esta la chance
de quedarse con todo de una manera estable?

La suma de las cosas es el equilibrio,
y se puede sumar sin restar, corrijo.

Por lo cual, vuelvo a comprender
que besarte es un gran placer,
y que a veces esta bueno saber
que mis miedos no me hacen temer,
y que me hagas estremecer
es algo tan nuevo que me cuesta entender.