Las calles parecen
hacerse más angostas
en cada recorrido.
 
En ellas voy dejando
flagelados mis sentidos
a medida que camino.
 
Avanzo en concordancia
con cada tic-tac del reloj
a pesar de que el tiempo
y yo nunca hemos sido
los mejores amigos,
sólo hemos llegado a ser
simples conocidos.
 
Que túneles aquellos
tan grandes de existencialismo,
hacen parecer que cabo una fosa
directo a un abismo.
 
No puedo parar de pensar,
mi risa está limitada,
la felicidad es escasa  
y veo nacer la mañana,
aun así, no tengo ganas de nada.
 
Las calles parecen
hacerse más angostas
en cada recorrido.
 
Tanta nubosidad de
pensamientos me aturde
y mi cabeza sucumbe
ante tal motivo.
 
Siguen girando las manecillas
y yo sigo el mismo camino,
las calles se hacen angostas
porque no se mi destino…
... caminar sin rumbo
"es sentirse en el limbo".