¿Será por eso que me fui cuando nunca estuve allí y viví lo que nunca recuerdo?
¿O será que el frío y oscuridad del día se han unido en un complot para hacer de mis noches una pesadilla sin fin?
Y te amé cuando nunca estuviste en mi corazón, y mi corazón nunca estuvo latiendo porque sólo te amé a ti, sin medidas, sin frío, con pasión y locura... y mi mente nunca pensó en amarte tan poco, que siempre supo que te amaría tanto. Porque eres el vacío inexistente que llenaré de mi todo con tu nada.
Y seguir los pasos de un camino sin rumbo, cuando la lluvia es lo suficientemente dolorosa como para lavar la sangre que sale cuando no hay herida alguna, como para hacerme sentir nada. Con los pies descalzos de amor, llenos de resignación y mis lágrimas secas a mitad de camino te digo con palabras tan dulces como almíbar de memorias vacías, todo lo que has querido escuchar de mis labios.
Es una necesidad obsesiva de tener lo que sé que no tendré, de beber de un estanque sin agua, de comer de un plato vacío...
Y si aún no has descifrado el significado de estas letras, es porque tu amor es muy pobre y ante mis ojos es tan rico que no veo nada más.
"Te amo", una frase que ni repitiéndola un millón de veces se completa en suficiencia para definir el significado de lo que siento.
Lo que pasa es que, simple y llanamente, te necesito, te siento, te respiro con cada poro de mi piel, te escucho hasta en el más absoluto silencio, te miro, pero a la vez, la transparencia de tu imagen, me deja bien claro la verdad... te quiero, me alimento de ti, te pienso, me obsesiono con la naturaleza de tu ser. Todo esto y mucho más, se combinan para darte un mejor significado de lo que intento decirte.
Y si aún no es suficiente... TE AMO.
Eres todo para mí, eres mi pan de cada segundo, y sólo pienso en tenerte, aunque sé que no será posible... por ahora.
Y cuando despierte en la mañana, ¿tendré un motivo para emprender mi camino? ¿Acaso mi voluntad estará dispuesta a llevarme por mi destino? ¿Es que habrá una razón por la cual deba juntar todas mis fuerzas?
Pues sí, tendré una razón, y es sólo que un día, para mí, me asegura que tendré una oportunidad más para estar a tu lado, aunque no lo notes, para enseñarme a seguir amándote, aunque aún así, no me ames. Para seguir odiándote, aunque el odio sea recíproco, tendré la cabeza en alto y de mis ojos adoloridos, no salga ni una lágrima negra.
Mis puños, rojos de sangre, son una señal de lo mucho que he tenido que pelear indirectamente contigo, para darte a probar un poco de mi afecto. Y... ¿todavía es insuficiente?
He descubierto que ya no me importa nada, aunque no me veas como te veo, no me sientas como te siento, y no me quieras como te quiero. Te amaré.
He descubierto una forma de no rendirse a las posibilidades desconocidas que nos depara el camino y las constantes piedras con las que choco, la persistencia.
¿Y aún no es suficiente?
He descubierto que aunque no me importe nada, y aunque recurra a la dura persistencia, estoy dispuesta a darlo todo por ti. A darlo todo sin recibir más que el simple roce de tu mano contra mi brazo.  A dar mis sueños, expectativas, mi alma, mi vida completa.
Para quedarme sin nada y llenarme de tu amor no correspondido.
Y sí, soy conformista, ¿y qué? Te quiero sin medidas, te necesito de inmediato, y no me conformaré con menos. Sólo con que me mires, con que sonrías (aunque no sea a mi), con que existas, sólo con el saberte a mi lado, soy plenamente feliz.
¡Y no voy a llorar más! Aunque refleje lo contrario. Y aunque me veas impotente ante ti, tan impotente, tan desolad, tan pobre de amor, que sólo necesite tu mano, tocarle, sentirle, mirarle, olerle, palparle...
Aunque llore, aunque grite, aunque muera esperándote y tenga que resignarme a saber que todo mi esfuerzo ha sido en vano.
¿Que por qué no me he rendido aún? Porque te amo, y no me importa repetirlo una y mil veces, y no sería suficiente para explicarte lo que siento en lo más profundo de mis entrañas.
Y si te amara tan poco como tu me amas, seguiría este sentimiento tal y como lo ves, no cambiaría en absoluto, porque el tiempo no es capaz de borrar todo esto.
Ante ti, he declarado que tengo cinco vidas. Cada una de las cuales seguiré en pie ¡no declinaré mi decisión! ¡NO! Seguirá intacta...
Y si me dieran a elegir entre tu vida y la mía... elegiría la mía, porque es una vida más que dedicaré a ti.
Y no necesito pensarlo dos veces, es más, ni siquiera necesito pensarlo, porque ya lo sé. Es como si mi memoria estuviera programada para volver a ti, como si eso fuera lo único en mi mundo. Y es así.
¿Que por qué digo estas palabras tan duras, profundas, tan verosímiles y autodestructivas?
Porque  esto es lo que siento. Porque sí.
No te quiero alejado de mí, aunque lo estés en contra de mi voluntad. Te seguiré amando todavía más, con esa locura desmedida que le da sentido a la vida que me tocó vivir.
Vivo en una realidad inexistente en la que la cohesión de mis sentimientos, resume el porqué de mi existencia. No debo priorizar mi amor por ti, pero lo hago, y no me importa. No debe dejar de importarme, pero lo necesito.
Me has hecho creer que con sólo la esencia de tu ser puedo sobrevivir a este mundo de altibajos. Y no me importa si es así.
Abrázame, para tenerte siempre cerca. Mírame, y así te borrare de mis pensamientos. Di mi nombre, y me sentiré tuya. Haz lo que quieras conmigo, pero no me beses, para darme el gusto de besarte yo misma, para llenarme de tus labios. Y llenarme de tus labios, para romper las barreras de mi temor, y con sus restos, construir de nuevo mi vida.
Y así ya no te desearé, y no anhelaré tenerte a mi lado y no te necesitaré. Porque nuestros seres, nuestras almas serán una sola, será una sola vida... Te amo.