Reencuentro
Publicado en Dec 29, 2012
Pensativa y cabizbaja, sumida en sus desazones,
con la mirada perdida en hondas cavilaciones. Ajeno, su pensamiento, a lo que pasa a su lado, no repara en una anciana, que en ella, si ha reparado. La mujer mayor, observa y saca sus conclusiones: Tendrá la edad de su nieta, su pelo claro y su porte. Nada es casual, en la vida. Todo tiene una razón. No acostumbra ir a esa plaza. Un impulso la llevó Y en ese banco de piedra, otro impulso, la sentó. Observa y todo coincide, ese pequeño lunar, que adornaba su mejilla, la forma de su pulgar. Los ojos grises y mansos, las cejas sin depilar Igual la boca carnosa, sin pintura, al natural. Aventura unas palabras, -Ya se está poniendo el sol Mi casa, está aquí, muy cerca. Me acompañas, por favor? La sonrisa de la joven, es algo revelador, igual a la de su hija, la que desapareció. La buscó por cielo y tierra pero nunca la encontró. Caminan juntas, del brazo y la señora mayor, con voz cascada, musita aquella antigua canción que a su hija, tanto gustaba y que entonaban las dos. Se confirma su sospecha, esa vaga presunción, la dulce voz de su nieta que repite la canción.
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antonia rico mendez