Llega el día, despiertas y estas en la realidad, te das cuenta de que de repente todos tus temores se hacen reales, de que tu peor enemigo eres tú, de que tu eres quien te hizo fantasear en ilusiones sin base, y de que las cosas que parecen ser al final no sabes si son. Todo te despista, no distingues entre lo que deseas y lo que debes hacer, entonces confundes el viento con el oxigeno, no quieres distinguirlos dejándote guiar por el viento, y aunque dudas un poco te dejas llevar llegando tan alto que pareces disfrutar, piensas que no hay nada más certero… en aquel tiempo, empiezas a notar que a la altura que has llegado no puedes respirar, ¡no hay oxigeno!, pero ya estás muy alto, empiezas a analizar en dicha confusión, el viento y el oxigeno, justificando e insistiendo en seguir creyendo que puedes respirar, solo queda resignarte al miedo de morir; Llega el día, despiertas y estas en la realidad te das cuenta de que de repente todos tus temores se hacen reales de que tu peor enemigo eres tú, de que tu eres quien te hizo fantasear en ilusiones sin base, y de que las cosas que parecen ser al final no sabes si son, entonces llegas a la realidad y mueres.

ATT: MG