Lejos.
Publicado en Dec 08, 2012
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Se sentó en algún lugar que ni siquiera reconoció. Se había enterado de algo que le rompió el corazón, así con todas sus letras, algo que nunca en la vida había sentido y si lo hizo fue en una proporción mucho menor.
En su mente repasó todos los momentos que la habían marcado, aquellos momentos donde esa mirada le transmitía algo de verdad, ya que, últimamente se había dado cuenta de la frialdad presente en esos ojos dormidos.
Recordó todas y cada una de sus palabras, aquellas que ahora la hacían picadillo.  Cada una de esas sonrisas tímidas, sus miradas avergonzadas, esas manos nerviosas y esa forma tan suya de provocarla.
-  ‘’¿Por qué?, si hace tan poco me querías, si ahuyentaste a todos esos pretendientes, si me golpeabas el corazón y revolvías mi estómago con esas frases que me dijiste, si me llenaste la cabeza con ilusiones y palabras bonitas, me inflaste la mente con tantos recuerdos en unos pocos días, no lo entiendo.’’-
No había mucho que entender, la verdad era que mientras que a ella la veía una vez cada mucho tiempo, había otra persona a la que podía ver a diario, quizás más bonita, quizás una mejor persona, puede ser que alguien que lo quisiera mucho mejor y de verdad. Porque en el fondo, es probable que ambos hayan estado jugando el uno con el otro. Ahora él lucha por ese nuevo amor y ella está sentada en un lugar que no reconoce, porque se enteró de ello y está recordando infinitas cosas que la llevan a llorar, a soltar un par de lágrimas que llevaba escondidas hace tiempo, esas que querían salir desde que nació.
En realidad había mucho que reflexionar, para empezar; esta no es la primera vez que le pasa, siempre había sido sólo una opción, siempre había otra chica en medio, una de antes, o la de después, incluso al mismo tiempo.
Nunca pudo alcanzar a nadie, su modo de andar era tan lento y nadie la quiso esperar.
‘’He nacido en la época equivocada’’ – Esa era su frase favorita, efectivamente, envidiaba todo aquello que tenía que ver con la antigüedad, esos amores tan puros y reales de los cuentos de hadas, donde las doncellas usaban vestidos y se enamoraban de verdad una vez y para siempre, donde los hombres eran caballeros de verdad y no faltaban a su palabra.
Y eran tantos los recuerdos que acechaban su memoria y se presentaban ante ella en cada momento libre.
Había decidido empezar de nuevo pero el chico se mudó a la misma ciudad en que ella vivía. Y entonces su intención había sido pisoteada y escupida en un par de segundos.
Pero entonces recordó que no había sido la única lastimada, quizás él también fue lastimado en algún momento, pues según los pajaritos él la observaba desde hace tiempo.
 
Ella nunca se dio cuenta, los mismos pajaritos le dijeron sobre sus sentimientos ¿Por qué se fijaría en ella siendo tan distintos? Asique no creyó en ninguna palabra. Y luego él mismo se encargó de hacérselo saber, y esto era lo que más le apenaba, no saber en qué momento dejó de quererla.
Despertó de su trance y se dio cuenta que estaba en un bosque, no estaba perdida pero si desorientada, había perdido el norte en las últimas semanas y necesita reafirmarse, él había sido su perdición.
Caminó hasta su casa con los ojos bien abiertos, sin sonreír, no habían razones para hacerlo, no hoy, no en este momento.
Estaba cansada, triste, pero más que eso, estaba decepcionada. Creyó que la esperaría, le aseguró que era diferente y definitivamente no fue así.
Se quitó los zapatos, se tiró sobre la cama y lloró un poco, tenía que sacarse la pena de adentro de alguna forma.
Al otro día ya estaba un poco mejor, sentía que debía seguir adelante, que por algo no llegó a pasar nada entre ellos, había una razón detrás de todo, tenía que haberla, era su única esperanza.
Estaba estudiando cuando lo vio subir las escaleras, había venido hasta su casa para que le ayudase. Como una idiota dejó todo de lado para ayudarlo, a pesar de que en su mente había deseado con tantas fuerzas que él nunca más se cruzara en su vida, pero no, ahí estaba pidiéndole ayuda con esa sonrisa radiante que desearía no tener que ver nunca más.
Sin mencionar que estaba hecha un desastre, con suerte tenía rímel en las pestañas.
Al acabar le miró a los ojos, sintió una pizca de conexión que se esfumó tan pronto que no pudo sostenerla. En ese momento lo entendió todo, y quiso llorar nuevamente. Fue entonces que le dijo:
– ‘’Quiero irme muy lejos’’ – suspiró
- ‘’¿Allí o más lejos?’’ - preguntó él, apuntando un avión que iba cruzando el cielo.
– ‘’Más lejos, allá donde no quepa la posibilidad de alcanzarme, ni tú, ni nadie’’ –
El chico comprendió y no intervino, después de todo, ella ya no le interesaba.
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Foto del autor pillooow
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Descripción

Es una historia bastante corta, un amor tan efímero como los dientes de león. Quizás algún día la complemente, por hoy, solo quería entregar una base.

Palabras Clave: lejos desamor

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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