El hombre fue creado
para ser corrompido y odiado,
para vivir en la soledad,
para saber odiar y pecar.
 
El hombre fue creado
para embriagarse en su tempestad denegada,
Y en su egoísmo absoluto.
 
El hombre sabe dañar y vivir tanto como morir y ganar
pero se pierde en un abismo sin fin,
que lo mantiene distraído.
Sus metas se dedican únicamente a destruir
cuando el mismo no sabe que puede crear.
 
El hombre busca poder total,
No sabe perder
pero tampoco puede ganar.
 
Nada lo satisface.
Nada lo mejora.
Nada lo hace.
Y nada ni nadie lo derrota.
 
Pero así es como debe ser,
pues su naturaleza así se lo dicta.
Es como del agua beber,
o como un Dios vigila.
 
¿La mujer?
 
La mujer fue creada para corromper al hombre y salvarlo de su propia míseria,
para hacerlo mejor y para volverlo humano.
 
 
La mujer fue creada para hacer al hombre, hombre.
 
 
El amor existe cuando la mujer besa.
La esperanza vive cuando la mujer está cerca.
 
Sin ella, el mundo es gris.
Donde ella, hay un hombre feliz.
 
 
Su pureza contrarresta cualquier obra terrible del hombre.
Su belleza limpia el mar. 
Su ingenio elimina el mal.
 
  
 
El hombre es un ser frío y de piedra,
Al que Dios creó la mujer para su alivio de penas.
 
 
Para todo mal hay un bien,
para todo hombre hay una mujer.