La juventud est perdida
Publicado en Oct 23, 2012
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     Salí a bailar un sábado a la noche para festejar el cumpleaños de una compañera de curso. Primero fuimos a su casa para hacer la típica previa (algo que siempre odié, porque nunca entendí, nunca encontré el sentido de tomar antes de salir), comimos pizzas, intercambiamos charlas y nos reímos un buen rato. Por supuesto que la mayoría de las que se reían era porque el alcohol ya les estaba haciendo efecto, aunque no era demasiado lo que habían tomado. Yo no tomé. Porque la segunda vez que tomé en mi vida, me emborraché de una forma repugnante tanto que mis amigas tuvieron que llevarme a mi casa porque no paraba de vomitar. Qué asco. Pero por suerte, desde esa vez, que no fue hace tanto, no volví a tomar. Viví la horrible experiencia y me pude concientizar.
      Después a la una de la madrugada salimos, las doce chicas que éramos, a la calle a tomarnos un colectivo para ir al boliche que queda fuera de la ciudad.
      Mientras esperábamos el colectivo, las que estaban "picadas" -a causa de estas bebidas alcohólicas que se les venden a menores de 18 años como si no fuera ilegal- hacían payasadas en la vereda. Hablaban algunas cosas sin sentido y cantaban sin cesar. Éramos pocas las que estábamos totalmente conscientes. Por ahí les decíamos "Paren un poco" pero era absurdo intentar calmarlas. La gente que pasaba por la calle nos miraba raro. Algunos autos con jóvenes adentro festejaban el "chiste". Y adultos que pasaban por la vereda miraban hacia nuestro lado, con una mirada que transmitía la frase que, de seguro, resonaba en sus pensamientos: "La juventud de hoy está perdida."

      ¿Cuántas veces escuchamos esa frase? Al menos yo, la escuché muchas veces. Y sobre todo, de los adultos. Siempre se discutió sobre ese tema. Sobre si la adolescencia de hoy en día era igual o no a la de los tiempos anteriores. Por supuesto que no. No es la misma, no. Pero nadie se atreve a decir con seguridad si la juventud está realmente perdida o no. Si los adolescentes estamos extraviados. Y si lo estamos, muchos se atreven a decir que es nuestra culpa. Otros que es la culpa de los adultos que nos educan en nuestras casas.  Otros, también piensan que es la sociedad la que nos lleva a perdernos. Y muchas otras suposiciones más.

       Por fin, llegamos al boliche y empezamos a festejar. Estuve toda la noche bailando con mis amigas, un poco más con la otra chica que estaba consciente igual que yo. Por ahí bailábamos separadas, por ahí todas juntas. Por ahí yo bailaba con algún chico, y otra con otro chico. Algunas tomaban y fumaban, otras se quedaban sentadas, otras iban al baño, volvían... Hacíamos de todo un poco. El boliche estaba bueno, era para mayores de 16. Todas tenemos esa edad, y estamos cumpliendo los 17.
       En un momento me agarró sueño (porque no soy muy amante de bailar 5 horas seguidas con la música dejándome sorda) y me senté. También estaba cansada de tanto bailar, ya era demasiado para mí. Me senté y me puse a observar todas las pistas que había en cada nivel. Observé todas las chicas y los chicos que estaban bailando. Vi a todos tomando y a la mayoría fumando. Sí, el boliche es un desastre, tanto como para que las autoridades de allí dentro vendan alcohol a menores y dejen a los adolescentes fumar en un ambiente cerrado.
      En una pista pequeña que estaba un piso más arriba, vi a dos chicas vestidas con paños menores. Bueno, éstas vestían así: shorts pequeñísimos que casi que se perdían entre sus partes íntimas y tapaban la mitad de sus traseros. Medias ¾ con portaligas. Un chaleco corto que permitía que se les viera el ombligo. Aparte de que debajo de ese chaleco sólo tenían un corpiño. Es decir, no tenían remera, no tenían nada. Estaban vestidas así, como si nada. No quiero ser vulgar, pero tenían apariencia de prostitutas. De seguro tenían 17 años aproximadamente. Y el plus que no podía faltar: bailaban como si estuvieran teniendo sexo con el piso, y las barandas que rodeaban la pista. En fin, eran un desastre. Seguí observando a mi alrededor y vi a más jóvenes, éstos estaban bailando arriba de la barra. No era una tarima, no. Estaban bailando arriba de la barra. Entre todos ellos había una chica. Una chica que no parecía una chica. Porque cualquiera que la mirase sin conocerla (como yo) creería que es un varón. Vestía con un jean de hombre, una remera de hombre y tenía el pelo cortado como hombre. Rapado a los costados y una cresta arriba. Para sacarme la duda le pregunté a mi amiga de qué genero era "eso" que estaba viendo y me dijo que era una chica. Me sorprendí. Porque de verdad, cualquiera que la viera pensaría que ¡es un hombre! Y bueno, está bien, soy un poco homofóbica. No está bien discriminar. Pero esa chica lesbiana, al ratito que seguí observando, estaba dándose un beso apasionado con una de las chicas vestidas con paños menores. Me repugnó un poco. Pero no es eso, sino que... No sé, no lo entiendo. Bueno, yo no podía dejar de mirar y, un poco, sorprenderme. Adelante mío, había tres chicos fumando. Fumando porro. Sí, se estaban drogando adentro del boliche sin ningún problema. Y yo los miraba sin poder creerlo. Una amiga se acercó y les dijo "¿me dan una seca?", ahí me quedé más anonadada que nunca. Por suerte los chicos le dijeron que no.
       Entonces, fue ahí en ese momento en el que me senté a observar, que se me vino la frase a la cabeza: La juventud de hoy está perdida. ¿Está perdida? Lo estuve pensando todos estos días. Sobre todo cuando una amiga me contó que el resto de mi grupo de amigas fuma porro. Fuman porro y probaron merca. Ellas dicen que no es nada. Porque lo hacen para "joder". Lo hacen solamente cuando salen, cuando no están en sus casas, algunos fines de semana. Todavía son conscientes de lo que están haciendo. Pero ¿cuándo lleguen a perder esa consciencia qué es lo que va a pasar? Ojalá que no la pierdan nunca. No puedo decir absolutamente nada. No puedo decirles nada a ellas, ni tampoco juzgarlas. Pero ahora sí de verdad me pregunto si la juventud está perdida. Y creo que sí.

       Cada vez son más los adolescentes que intentan atentar contra su cuerpo. Cada vez  son más los jóvenes que se vuelven adictos a diferentes cosas, empezando sólo para llamar la atención y creyendo que les será fácil salir, porque "lo pueden controlar". Sin saber que eso no es así. Que no se puede controlar. Porque cualquier adicción, sea la que sea, cuando la empezás puede ser leve, pero cuando ya nada es suficiente es cuando más necesitás, y lo leve se convierte en algo grave de verdad.
       Tengo que incluirme en este grupo de adolescentes. No sólo porque soy adolescente, sino también porque estuve atentando contra mi cuerpo varios años de mi adolescencia. Pero ahora, por suerte, estoy intentando salvarme. Todavía no me salvé, soy consciente de eso. Pero sí estoy intentando mejorar, porque no sólo me hacía daño a mí, sino también a los demás.
      Me pongo a pensar en porqué las personas que siempre me dieron consejos, y me hablaron sobre mi situación, y dijeron que me estaba dañando, ahora se están dañando también. ¿Por qué mis amigas separan el daño que ellas se hacen con el cigarrilo, el alcohol, la marihuana, y todo lo demás, del daño que yo me hago vomitando o dejando de comer? El daño, para mí, sigue siendo el mismo. Es daño al fin y al cabo. Está bien, yo me dañé demasiado, porque tengo trastornos alimentarios y me cuesta dejarlos. Me costó aceptar que estoy enferma y que tengo que hacer tratamiento. Lo estoy haciendo hace un año y medio, y sin embargo últimamente no me estaba funcionando. Pero ahora puedo decir que estoy mucho mejor. Con esto no quiero decir que estoy curada, y que me consideran cuerda y devuelta al mundo. Todavía me faltan unos meses para que me den el alta en el tratamiento. Pero hace varios días que me siento contenta. Al fin me siento feliz después de un largo tiempo de depresión. Tal vez sea por el efecto de las pastillas que me dio el psiquiatra, no obstante es más la voluntad que tengo que poner de mí misma para querer estar bien. Y lo estoy logrando. Estoy aprendiendo a valorar mi vida de a poquito. Pero justo ahora, vengo a enterarme y a darme cuenta que, de diferentes formas, la gran mayoría de los adolescentes lastiman su cuerpo. Algunos sin saberlo, y otros sabiéndolo sin querer dejar de hacerlo. Mis amigas, otros adolescentes que no conozco, otras chicas que conocí durante el tratamiento, que dejaron de tratarse y en vez de mejorar están empeorando, yo, y muchos más son los que alguna vez intentaron dañarse o se están dañando.
       Siento que me estoy salvando y eso me alegra. Porque cuando te estás ahogando, sacar la cabeza fuera del agua ya es un montón para querer seguir salvándote. Estoy dando un gran paso. Así lo siento. Pero el problema es cuando te tirás a la pileta con una cadena amarrada a los pies, y en la punta un plomo de 1 tonelada que no deja elevarte a la superficie y permite que te ahogues sin poder respirar. Ese es el problema. Cuando te das cuenta que tenés que hacer toda la fuerza del mundo para poder salir, para poder levantarte sin importar el peso de ese plomo que te lleva hacia abajo. Parece que muchos jóvenes nos tiramos a la pileta hoy. Y eso me preocupa. Espero ser lo suficientemente inteligente como para querer seguir salvándome como lo estoy haciendo. Pero también espero actuar de guardavidas y salvar a los demás, aunque no sé cómo. Cada uno decide qué es lo que hace con su cuerpo. Y cuando vos creés que tenés la razón, ningún consejo bueno puede influirte, ninguna ayuda brindada de otro puede servirte.

       Creo que la juventud sí está perdida. Pero de quién es la culpa, no lo sé. Bah, creo que no se habla de culpas. Los adultos son los que están educando a estos jóvenes del día de hoy. Se puede decir que ellos tienen que ver. Pero también los jóvenes tenemos uso de la razón y somos conscientes de qué  es lo que está bien y qué es lo que está mal. Y por otro lado la sociedad influye demasiado como para ir en contra de lo que se llama masivo. Así que todo conforma un combo. Todo influye. La televisión, la publicidad, los medios masivos de comunicación intervienen en los comportamientos de la mayoría de los adolescentes. Yo, por ejemplo, me dejé llevar por los estereotipos de belleza marcados en las revistas y televisión. También nosotros, los adolescentes mismos nos influimos. Algunos amigos llevan a otros a copiar. Y otros elegimos copiar los malos comportamientos sin que nadie nos diga nada. Y los padres, los padres también contribuyen en todo esto. La ausencia de los padres contribuye demasiado. No sólo ellos, sino varios adultos. Los educadores también influyen. Aunque en los colegios son más los que intentan concientizar, pero parece que nunca fuera suficiente.
     Realmente no sé qué es lo que está pasando en el mundo. Pero sí se que me preocupa la generación que viene. La generación que los adolescentes de hoy estamos construyendo. Por suerte conozco muchos jóvenes que, por supuesto, también contribuyen con buenas causas. No quiero decir que todo sea malo y que toda la juventud esté perdida. No me gusta meter a todos en la misma bolsa. Porque sino, tendría que incluirme a mí también, y a otros que no tienen nada que ver. Pero espero que la balanza pese más del lado de los jóvenes que sí tienen conciencia, que sí son inteligentes, y que sí contribuyen para un mundo mejor. No sólo porque me preocupe la generación que viene, o porque sólo me importe salvarme a mí y nada más. Sino, porque espero que algún día se den cuenta que se están dañando a sí mismos. Así como todos los que me hicieron ver que yo me estaba haciendo daño, espero poder concientizar a los demás a que quieran ser felices. Me gustaría hacerles saber que el alcohol daña. Lo sé porque lo sabe todo el mundo, y porque como adolescente en algún momento también tomé; y sinceramente tomé por pelotuda. Los trastornos alimentarios... ¡vaya que dañan también! Ojalá todos supiéramos el mal que causan. ¿Y las drogas? Pff, son de lo peor para llevarte a la perdición. Por suerte nunca se me ocurrió probarlas. Y tantas otras cosas que nos hacen perdernos y creemos que estamos exentos.

      Quiero que todos podamos construir nuestra felicidad y una buena sociedad. Porque siempre se habla de que esta es la peor sociedad que existe. Pero el día de mañana podemos cambiarla. Y somos nosotros, los adolescentes, los que debemos trabajar para que en un futuro nuestros hijos convivan en un ambiente mejor. Porque somos nosotros los que armamos nuestro futuro. Porque somos nosotros los que tenemos que decidir ser felices desde hoy y para siempre.

Creo que se puede. Bah, sé que se puede. Lo estoy intentando, y lo voy a seguir intentando. Tengo demasiado para lograrlo. Y sobre todo, mucha gente que me acompaña a vivir y a valorar la vida. Porque de eso se trata, de valorar la vida misma que se tiene, para poder ser feliz.
        ¡Sólo se trata de querer sacar la cabeza afuera del agua para poder respirar!
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La juventud est perdida, eso siento. Me incluyo.

Palabras Clave: Juventud adolescentes perdicin desastres alcohol drogas

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Anlisis



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Delfina suarez

tuve una clase en psicología y está más que comprobado que mucha gente (ignorante) cree que por dominar un par de porros puede fumarlos tranquilamente y se equivocan.
Nadie puede controlarlo. Llega una edad en la que bueno...se pierde.
Me gustó tu ensayo, me ha dejado en qué pensar (Es el primer ensayo que leo jeje) te entiendo perfectamente cambiar el mundo y mejorar para poder vivir. Para eso está el ser humano pero parece que a nadie le importa (En especial a los adultos). No importa si eres homofóbica mientras no dañes a otros, importa que seas buena gente y respetes ^^
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October 24, 2012
 

Beln

Soy homofóbica y debería cambiarlo si es que quiero mejorar el mundo, ya que no debería discriminar. Pero por suerte no daño a los demás, los respeto lo mejor posible (excepto en mis escritos, que después de escribir esto me di cuenta que puede ser algo ofensivo para cualquier gay). Me alegro que te haya gustado mi ensayo. Y estoy segura que todas las adicciones empiezan así. Ojalá todos demostremos interés en lo bueno algún día! Saludos, que andes bien.
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October 26, 2012

oscar

pensar distinto no es discriminar
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October 26, 2012

Beln

Para algunos sí. Bah, es depende la forma en la que se diga
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October 27, 2012

Leidy Mar

Bueno, es un ensayo.
Digamos que puedes decir lo que se te antoje... pero para alguien con pretensiones artísticas; la ruta del prejuicio no es muy recomendable...
No me refiero a lo moral, sino al clima narrativo, que se contamina con ciertas expresiones, como ésta:
"Para sacarme la duda le pregunté a mi amiga de qué genero era eso"

Concluyes diciendo que valoras la vida...
¿La vida en general? con todos sus "géneros" o solo "tu vida"... a tu modo, a la medida de tus ideas...
no sé si piensas ser narradora, pero si es el caso: sé más respetuosa con tus personajes, porque son una parte de ti...

Saludos.
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October 24, 2012
 

Beln

Gracias por la corrección. Sí me gustaría ser narradora, así que voy a tener más cuidado con lo que diga la próxima vez. Que andes bien. Saludos :)
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October 26, 2012

Leidy Mar

Beln:

Insisto en que más que moral, es cuestión de técnica. Si este fuese un cuento, tú perfectamente puedes inventar un personaje que descargue homofobia, que diga cualquier cosa.
Algo así:
"Escuche a una mujer preguntarle a otra en tono burlón: ¿Qué genero es eso? (y luego, haces contrapeso en un personaje sin prejuicio que responda algo: "La ignoré, yo no suelo dar importancia a esas cosas". En ese momento, alguien reconoce y respeta a los homosexuales.
Entonces logras equilibrio.

Tú no estás de un lado o del otro. Y si lo estás, el lector no puede asegurarlo y menos atacarte como autora.
Siempre se intenta reflejar y respetar todas las visiones, incluso los prejuicios, los miedos.... se puede decir lo que se quiera, lo que se debe cuidar no es el qué, sino el cómo.


Un abrazo.
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October 28, 2012

Beln

Ahhhh, claro. Está perfecto. Ya entendí. Muchas gracias!!
Responder
October 28, 2012

A veces veo Muertos

Escribes discretamente y no me gusta nada tu manera de pensar. En el relato aceptas que eres "un poco homofóbica". No lo eres un poco.
Responder
October 24, 2012
 

Beln

Está bien, soy demasiado homofóbica. Gracias por tu crítica constructiva. Un beso
Responder
October 24, 2012

oscar

Amiga escribes muy bien Y me encanta tu manera de pensar
un saludo
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October 23, 2012
 

Beln

Me alegro que te haya gustado. Gracias! Saludos :)
Responder
October 24, 2012
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