departamento
Publicado en Oct 12, 2012
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Aun no entiendo cómo fue que llegamos hasta aquí, solo recuerdo que nos juntamos a un par de cuadras de este lugar. Sé que llegue un poco tarde porque llegue al punto de reunión corriendo y mis amigos se reían.
Sé que debería confiar en ellos, somos amigos desde hace ya mucho tiempo, pero algo me está incomodando, pero no sé que es.
Recuerdo también que comenzamos a caminar y llegamos a este edificio. La fachada es antiquísima, su construcción no parece tener nada más fuera de lo común, pero existe un aura extraña que invade el lugar.
Me parece preocupante el hecho de que decidiéramos avanzar sin siquiera cruzar palabra desde el umbral de la puerta. Estamos llegando al tercer piso, uf… las escaleras parecen eternas, nuestro paso es constante, pero con cada paso siento que algo no está bien, existe algo que no es común, algo que hace que mi paso comience a ser cansado y lento.
He quedado al final de la fila al subir esta ultima escalera, me estoy dando cuenta que somos 6 incluyéndome, la verdad pensé que solo seriamos 5.
Al pisar por fin el piso n°3  tenemos más de una alternativa para seguir, la primera desde la izquierda, es la de seguir al cuarto piso, la segunda es una puerta que da a un pasillo, pero no es posible ver nada, ya que este solo consta de no más de 2 metros y luego da un giro a la derecha, por lo que decidimos no abrir la reja que da a este pasillo.
Sin darme cuenta, Ángela ha comenzado a abrir la puerta de la derecha, es una puerta pesada como la de un frigorífico de carnicería, Tara se apresura a ayudarle, mientras Max y Agustín miran las escaleras como tratando de ver mas allá de lo que las paredes permiten.  La puerta está comenzando a ceder, al darme cuenta de esto me abalanzo sobre ella, creo saber lo que hay dentro, pero no quiero que ellas vean lo vean. Me miran perplejas, mi mano está cubierta de algo que parece ser gel, ay que la puerta en su costado tenia esto, además también escapo un poco del vapor por el frio que tenia la habitación dentro.
Ellas no me dijeron nada, solo me miran de manera profunda.
-es una corazonada- digo dándoles una sonrisa.
Con esto suavizaron su mirada, y comenzamos a caminar hacia el lado contrario de las entradas. En eso Agustín y Max llegan a nuestro lado, solo ahora me percato de que Diego a desaparecido, cuando quiero preguntar por él, aparece junto a Max, estamos mirándole y nos damos cuenta de que existe una cuarta entrada, es una pequeña puerta que da a unas escaleras que descienden, con eso comprendo el porqué las escaleras que me parecieron eternas  no estábamos en el 3 piso, sino probablemente en el cuarto.
Hemos comenzado a bajar por las escaleras, pero estas son muy diferentes a los otros, no son de cemento sino que son de madera, pero parecen muy antiguas como si nadie las hubiese utilizado en años, pero al mismo tiempo, parecía como si fuese utilizada a diario.
Tengo miedo, debo admitirlo, mi cuerpo sigue avanzando aun cuando mi mente dice que me detenga. Siento que el avance es más lento, el aire más difícil de respirar. Max quien dirige el grupo, dice que hemos topado con una puerta.
Al abrirla frente a nosotros se despliega la imagen de un departamento amoblado, parecer ser de una familia  pobre, estamos caminando por el departamento, salta a la vista que el lugar a estado abandonado por mucho tiempo.
Siento que debo alejarme de este lugar, se  que debo salir, pero algo  está llamando mi atención y por lo que veo la de Agustín también. Nos estamos dirigiendo a la parte izquierda de la habitación (tomando como punto de referencia la puerta) en este punto esta una mesa con una manta que cubre lo que parece ser una caja. Con Agustín tomamos la manta y comenzamos a deslizarla, tengo miedo, siento que de ese punto en adelante, no habrá forma de dar marcha atrás.
Estamos deslizando la manta, lo hago lo más lento que puedo, pero Agustín no soporta la curiosidad de saber qué es lo que se esconde bajo la manta. Recién me estoy dando cuenta que bajo la manta, sea lo que sea que este, ha estado emitiendo un sonido, como un tic tac, pero es diferente al de un reloj.
Cuando Agustín quito por completo la manta, quedó al descubierto una caja, pero esta solo tiene las partes laterales.
Me detengo a ver el interior de la y comprendo de que era el sonido. Es el sonido del obturador, que se dispara de manera incesante, no sé desde cuando ha estado tomando fotografías, pero con esto siento aun más  miedo, quiero decirle a Agustín que  salgamos de aquí, pero no puedo, mi cuerpo no responde.
Ágata y Tara han llegado junto a nosotros, sabemos que alfo nos quiere decir esto, la casa está llena de fotografías que no puedo reconocer, además de este dispositivo que con un hilo hace que la cámara siga disparando.
Sigo perplejo y algo me dice que mire por la ventana, pero antes de poder moverme Max nos dice: -¿Por qué alguien aria todo esto? ¿Quién prepararía una cámara de esta manera?
Creo que ahora todos pensamos lo mismo, todos tenemos miedo sabemos que nos hemos equivocado, no existe escapatoria, hemos caído en las manos de un psicópata.
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Foto del autor daniella
Textos Publicados: 5
Miembro desde: Oct 12, 2012
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Descripción

una historia que es solo el relato de un sueo, la verdad no esta editada ni nada, pero, la verdad no pude plasmas a cabalidad el miedo que sent al ver todo esto en mi mente

Palabras Clave: psicopata

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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