Y de repente, solo de repente. Apareciste en mi vida.
 
Iris: sería demasiado plagio escribir lo mismo que tú me escribiste, en base a una respuesta.  Por ende; un gusto inmenso acompañarte este otoño
Por más que hablemos y tu cabello me estorbe… pero irónicamente me encante. El placer de verte, oírte, sentirte. Siempre está latente.
Cuando no estás aquí, fumo en tu recuerdo, pero fumar no es el problema, que no estés aquí, es el problema.
Hay cariño de saber que entre nosotros, podemos forjar y en todo caso reanimar esa línea rota que teníamos, por el miedo a lo que alguna vez hemos escapado
Y aunque hayamos escapado de esos besos y gestos de cariño que en todo momento habíamos anhelado, escapar de esto era tan nulo como no ser obligado a caminar, como si el aire no hiciera falta, como si el agua no hidratara
Que los dos hayamos sufrido mucho carece de importancia, comparado con el hecho de que es nuestro momento, es nuestro momento de sentirnos, probar nuestros labios y que en cada roce de nuestro cutis y tés, sepamos que entre nosotros, hay cariño
A todos les escribo versos complejos, solo a ti… un libro  repleto de poesía.
Y si en la cabida del poeta, me quedo sin palabras para describir amor por ti, rallaría en la ridiculez.
Si nos encontramos en las veces en donde en los ayeres solía escribir, tu, me has devuelto a ellos.
Fumar se volvió un acto compulsivo, semejante a sentir tus labios repletos de alcohol, que irónicamente de nuevo, siempre son cargados como el café. Degustables
El olor de un libro increíble me recuerda a tu aroma, mas por lo increíble que por la dulzura de tus palabras.
Pero sobre todo esto… hay cariño.
Disfrutar y saber, conocer y pensar.
Pues tu lo has dicho; soñar con la noche, con nuestra noche.