Tú serias...
Mi vida entera, si te amara.
Si mi instinto no te odiara.
Pero no se que sentir por ti.
Aunque eres mi otra mitad,
Pero no logro amarte.
Lo siento...
No puedo conservarte.
Debo dejarte escurrirte de mi,
De mis propias entrañas.
Ya no me perteneces...
Te regalo a las cuchillas.
Aquí fuera...
Solo hallaras hambre y penas.
Te hago un favor al apartarte.
En el quirófano morirás ahora.
No podrás defenderte, nunca.
Solo suspiraras por vez primera.
Y ultima...
Nadie oye...
Pero yo sí, gritas en mis entrañas.
Ya no puedes hacer nada por ti.
Tu padre no responderá
Por ti ni mucho menos por mí.
Es un maldito hijo de perra.
No pidió permiso...
Para entrar en mi cuerpo.
Solo lo hizo y no lo vi,
Pero lo sentí en lo más hondo.
Por eso te odio también.
Porque te pareces mucho a él.
Perdóname...
Criatura indefensa y dulce.
No eres culpable de todo esto
Pero no puedo contigo.
Ahora que mueres, tus restos.
Solo tendrán la caneca por
Más digno sepulcro.