Cabria destacar tu agria e inmadura naturaleza,
Que derrumba mi pensar insensible…
 
Me molesta que juegues con mi mente tontamente,
Cuando soy un hombre en todo sentido…
 
Tu sensualidad atraviesa arbitrariamente mi
Atosigada y ahora indefensa muralla…
 
Atravesaste mi ejército de dudas y conquistaste
Mi territorio vasto e inhumano…
 
Y no eres más que la patética forma mía en antónimo,
Y por eso te odio demasiado en verdad…
 
Pero más me pueden la lastima y la lujuria sobre ti,
Que mi raciocinio a veces inútil y vago…
 
El mismísimo Satanás te hizo para tentar mi razón,
Puedes más que cualquier pensamiento…
 
Por mas belleza que representes, eres la trampa,
Esa en la que caigo una y otras veces…
 
Maldita sea…