Sor Juana Inés de la Cruz: feminista o monja mojigata...
Publicado en Jul 24, 2012
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 Sor Juana Inés de la cruz Feminista con máscara de monja 
            Sor Juana Inés de la Cruz conocida en el mundo como Juana de Asbaje y Ramírez, causa de mucha admiración entre sus contemporáneos , a uno y otro lado del atlántico, por eso la denominaron la Décima Musa. Es sin duda una figura importante en las letras mexicanas y en la América Colonial en su momento, el reinado de Carlos II la figura más alta de todo el orbe hispánico.
            Con ella, llega a su máxima expresión el barroco americano cuyas primeras vislumbres nos alcanzan en Oña y en Balbuena. Como se puede apreciar, el barroco se manifiesta muy pronto en Hispanoamérica; a fines del siglo XVI y a principios del XVII, todavía quedo prendado en el siglo XVIII.
             El gusto cortesano por el lujo y la fastuosidad ornamental, por la suntuosidad, por lo ceremonioso y complicado por lo grandioso y monumental. Unido a parecidas tendencias en la población indígena, explican la popularidad del barroco en Hispanoamérica.
             El barroco en Hispanoamérica como han señalado algunos críticos supera en suntuosidad y profusión ornamental al barroco español, así, como el atrevimiento y el vuelo imaginativo. En la literatura dio origen a una extraordinaria extravagancia en todo ese conjunto que Menéndez y Pelayo denomina muladar culterano. Poemas retorcidos, artificiosos, extravagantes, pedantes en los que se cuentan vidas de santos; Santo Tomas de Aquino, San Ignacio de Loyola, San Francisco de Asís y otros menos conocidos.
            Alfonso Méndez Pancarte comenta sobre Sor Juana:“A Sor Juana se le presenta como un oasis en medio de un desierto”, actitud que el atribuía al odio antiguo que le tenía a Góngora,  señalando toda una serie de apreciables poetas barrocos y no barrocos anteriores a Sor Juana comentaba: “Nada, pues de inundación universal del barroco, ni menos de un gongorismo exclusivo. Toda una gama innumerable de escuelas. Y lo que vale más no pocas personalidades  poderosas”. Este juicio que Méndez Plancarte expresaba, lo hacía  pensando en la poesía novohispana.
            De Sor Juana nos dice su primer biógrafo, el P. Diego Calleja, y hay razones para suponer que la información procediese de ella misma, quien nació el 12 de noviembre de 1561. Criada en la hacienda de Panoayán del abuelo materno don Pedro Ramírez, a los tres años  aprendió a leer con la Amiga del vecino del pueblo de Amecameca; a los seis  o siete años rogó en vano a la madre que la enviase a la  universidad vistiéndola de varón; a los ocho compone una Loa a la Eucaristía, que le gana un libro como recompensa, y se desquita de un no  ir a la Universidad leyéndose todos los libros  de la biblioteca de su abuelo, sin que bastasen castigos ni reprensiones por esto. Fue  llevada  finalmente a México donde tomó veinte lecciones de latín que le bastaron para dominar la lengua; y para 1665 estaba en palacio, como dama muy querida de la Virreina Marquesa de Mancera, encantando a la corte con su belleza y su inteligencia. Dominada por una curiosidad intelectual universal avasalladora, todo lo lee y todo lo estudia.
             La fama de su saber se difunde, y un día, para investigar  la índole de su saber si adquirido o infuso sabios de todas las disciplinas  la someten a un riguroso examen de preguntas, respuestas, cuarenta sabios y pruebas y ella se defiende. Son palabras textuales del Virrey…
              En 1667, entra a la Orden de Carmelitas Descalzas del Convento de San José, pero enferma y abandona ese lugar a los tres meses. Dos años más tarde, a exhortación de su confesor, el jesuita Antonio Nuñez de Miranda, profesa en la Orden de San Jerónimo, en el convento del mismo nombre, en México. En su celda llega a acumular una biblioteca de cuatro mil volúmenes, y una colección de instrumentos  musicales y científicos.
             En el año 1690 Sor Juana escribe su Crisis de un sermón, especie de ensayo crítico, en prosa, refutando un Sermón del Mandato del famoso jesuita portugués, P. Antonio Vieyra. Este ensayo paso de mano en mano de uno a otro admirador de Sor Juana fue a dar a las manos de don Manuel Fernández de Santa Cruz , Obispo de puebla que le pareció tan admirable el escrito, que lo publicó cambiándole el título  de Carta Athenagórica ( carta digna de Atenas) y le envió unos ejemplares acompañados de una carta  que firmaba con el seudónimo de Sor Filotea de la Cruz.      A vuelta de una serie de elogios, Sor Filotea reconvenía  a Sor Juana por haber dedicado  su talento casi exclusivamente a las letras profanas en detrimento de las sagradas. El reproche caló muy hondo en Sor Juana como puede verse por la intensidad  con que se defiende en Su respuesta a la Muy Ilustre Sor Filotea de la Cruz 1691 y unido a  la impresión  que han debido causarle las circunstancias de los años 1690 –91 .
            Sor  Juana fue una mujer extraordinaria. Al lado de su gran belleza física se da una gran belleza espiritual: amabilidad, cortesía y comprensión. Pero el rasgo central, el más dominante es su curiosidad intelectual universal, el de su ansia inagotable de saber, sin límites ni fronteras. A tal  punto que ella misma confesaba no tener disciplinas preferentes, pues todas le interesaban. El mismo fenómeno de comprensión y abarcamiento lo hallamos en el orden literario: la obra literaria de Sor Juana es, por ello una síntesis prácticamente de todos los géneros, asuntos y temas, tonos y estilos, de la literatura del Siglo de Oro. Y Sol Juana unas veces escribe con la elegante sencillez y espontaneidad del Renacimiento y otras con el retorcido  y recargado artificio del barroco; tanto conceptista como culterano.
            La naturalidad de los párrafos en el que describe su afición a las letras y en la poesía, cultiva la de índole filosófica  hasta la sátira chocarrera; desde el soneto y las demás formas italianizantes hasta la glosa  y la endecha tradicionales; y en cuanto a estilo, desde el poema reminiscente de Góngora, Quevedo o Calderón  hasta el de sabor garcilasesco. Y en el teatro desde la comedia de enredo y el auto _ tanto de asuntos bíblico, como histórico o mitológico _ hasta villancico y la loa. De modo que, así como el teatro de Lope de Vega constituye  una síntesis del teatro de su  época  de igual modo la obra literaria de Sor Juana, es una síntesis de la literatura  del Siglo de Oro, con exclusión de la novela que, como se sabe no se cultivo en Hispanoamérica durante el periodo colonial. 
            Dos tomos de los tres que se recogió originalmente su obra, llegaron a ver Sor Juana. El primero en 1689, lleva un expresivo título barroco. Inundación Castálidas/ de la  Única poética, Musa Décima / Sor Juana Inés de la Cruz, Religiosa Profesa en / El Monasterio de San Gerónimo  de la  Ciudad de México,/ El segundo  1692, contiene poesía , prosa y teatro, y se titular Segundo Volumen / de las Obras/ de Sol/ Juana Inés/de la Cruz/ Monja  Profesa en el Monasterio / del Señor  San Gerónimo / de la Ciudad de México. 
            La obra literaria conservada de Sor Juana, incluye prosa, teatro y lírica. En la prosa se destacan su Carta Athenagórica y su Respuesta  a la Muy Ilustre Sor Filotea de la Cruz, que tienen  interesante historia  como ya nos hemos referido arriba. En dicho Sermón de que inspiro su primera carta sobre el tema de la mayor fineza demostración  de amor _ de Cristo a los hombres, Vieyra refutó la tesis que sobre este tema había sostenido San Agustín  de Hipona, quien había dicho que la mayor fineza de Cristo fue quedarse con nosotros sacramentado; y San Juan Crisóstomo, que había dicho que la mayor fineza de Cristo fue lavar los pies a sus discípulos. Luego de refutar a los tres santos  doctores, Vieyra sostuvo su propia tesis, seguro de que nadie podría refutársela: la mayor fineza de Cristo fue que no quiso correspondencia  a su amor para sí.
             Indignada  con la actitud soberbia del orador, Sor Juana  refutó  las refutaciones a los santos doctores, y luego, con gran acopio de saber escriturario, rebatió la tesis propia de Vieyra. Esta a su vez trajo  la Respuesta a Sor Filotea, ensayo autobiográfico  de forma epistolar que es una de las mejores expresiones de la prosa colonial. En ella Sor Juana, después de una introducción exquisitamente cortés y agudamente conceptista en que agradece los favores y se excusa por la tardanza en contestar, pasa aceptando el cargo de Sor Filotea  a justificarse. La razón de haber cultivado poco las letras sagradas  no han sido por falta  de afición sino la obra de temor  y reverencia, pues para cultivar estas últimas se requiere un gran caudal  de saber para no exponerse a caer en la herejía.  Plantea  basándose en la obra de un teólogo mexicano , el doctor Arce  el problema de si le es lícito a la mujer  estudiar e interpretar las  Sagradas Escrituras, y concluye que en privado no sólo es lícito sino necesario y conveniente  que haya mujeres  doctas para enseñar  a las jóvenes de modo que éstas no se queden bárbaras . Relata la persecución de que ha sido víctima por su afición al estudio y termina defendiéndose donosamente de algunos ataques que le han hecho de su refutación a Vieyra.
            El estilo unas veces es culterano  lleno de alusiones, de erudición clásica y erudición de palabras y citas en latín _ otro conceptista lleno de agudezas y juego de palabras  de todas clases _ otras, especialmente  en los pasajes autobiográficos, de una encantadora y elegante sencillez . La Respuesta , es una  pequeña obra maestra de la prosa colonial que mientras haya lectores nunca pasará al olvido.
             Otras obras menores en prosa de Sor Juana son; unos Ofrecimientos del Rosario a la Dolorosa, Unos Ejercicios de la Encarnación, Una Protesta  de la fe y una Petición al Tribunal Divino. Y en prosa y verso, su Neptuno alegórico… y Explicación del arco triunfal a la entrada del Virrey Paredes 1680) El arco fue diseñado por su gran amigo Don Carlos de Sigüenza y Góngora. ) Dos tratados suyos El Caracol, sobre música, y el Equilibrio moral.

            El teatro de Sor Juana, en verso como era el de la época, incluye dos comedias de enredo _ Los empeños de una casa y Amor es más laberinto, escrita en colaboración con su primo, el presbítero Juan de Guevara_; tres autos sacramentales El  Divino Narciso,   El mártir  del Sacramento  y El Cetro  de José._ dos sainetes _ de la comedia  Los empeños de una casa _ cinco loas _ de las comedias y los autor y trece independientes , haciendo un total de diez y ocho loas, Cabe señalar que además hay algunos villancicos de carácter dramático que pertenecen al teatro con tanta justicia como la lírica.  
            La obra lírica de Sor Juana. Su lírica sobresale como obra maestra un extenso poema filosófico descriptivo titulado El sueño, única obra  nos dice en la respuesta a Sor Filotea  escrita espontáneamente, de propia iniciativa.( Si hemos de creer a Sor Juana todo lo demás lo escribió siempre a solicitud de alguien. A imitación de Góngora  cuyas Soledades se propone como modelo. Está escrito en silvas, su tema central lo constituye el conocimiento. Poema difícil y hermético  por su retorcimiento y recargamiento no solo es de la forma como en Góngora, sino también del contenido, el Primero Sueño es un ejemplo más, esta vez en literatura de ultra barroco americano. Estudiado minuciosamente  don Alfonso Méndez Plancarte ha señalado el tesoro  de saber, de ingenio y belleza que encierra este poema.
            En orden de calidad hay que mencionar luego los sonetos Sor Juana es una sonetista  de primeras líneas, cuyo lugar está con los grandes sonetistas de todas las épocas: Garcilaso, Lope, Góngora, Quevedo. En el tomo primero de las Obras Completas el que recoge en Lírica Personal; ocho sonetos  filosóficos morales, cinco históricos mitológicos, seis satíricos burlescos, veintidós de amor y  discreción. Más conceptista que culterana en los sonetos encontramos en ellos en una gama que va desde la agudeza  artificiosa  hasta la expresión más sencilla y límpida.
            Entre los romances de los que ha reunido Méndez Plancarte 69, incluyendo algunos decasílabos y endecasílabos_ se destacan los que comienzan Finjamos que soy feliz, sobre el tema del conocimiento. Si es causa de amor productivo que es una defensa de los celos como la manifestación mas autentica del amor; Ya para finalizar, de tema amoroso. Intensamente emotivo; comparto sobre el tema amoroso, intensamente emotivo sobre el tema de amor divino con reminiscencias del Muero, porque no muero  y en que Sor Juana  pisa el campo de la poesía mística, lo mismo que en el que comienza Amante dulce del Alma de carácter conceptista, las sutilezas, los juegos de palabras de toda índole. De las redondillas unas quince en total  la más conocida  un poema famoso de Sor Juana  Hombre necios que acusáis … en la que utiliza sus habituales juegos conceptistas.
 
 
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Ensayo sobre Sor Juana Inés de la Cruz. Primera mujer feminista en las letras hispanoamericanas. Se inserta su discurso en El Barroco hispanoamericano.

Palabras Clave: Monja o feminista en las letras hispanoamericanas...

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Filosofía


Creditos: Doris Melo Mendoza

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