La "Fiesta" de los toros. Tan denostada, prohibida, amada, incomprendida y hasta satanizada. Será que guardo en mis genes reminicensias de la violencia ancestral de mis antepasados, pero a mí me gustan esas tardes de sangre y arena, de luces y sombras, de engaños y embestidas. Emotivo tu poema, entre lineas me parece encontrar tu posición respecto del tema. Sea cual fuere, tal parece que muy pronto las corridas de toros sólo serán parte del anecdotario pupular. Afectuosos saludos.