Extraño
Publicado en Jul 03, 2012
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Hace tres años que pasó, sin embargo me acuerdo como si hubiera pasado ayer, se que nunca lo olvidare, mas bien nunca la olvidare. Desde ese día he ido a varios psicólogos pero ninguno de ellos ha conseguido que les contara lo que ocurrió aquella noche, en cambio hoy me he decidido a escribirlo, ojalá que alguien lo leyese, pues así me sentiría mejor conmigo mismo, no se exactamente por donde empezar, soy una persona aficionada a la lectura, pero los que mas me apasionan son los libros viejos, por ello, por  un libro ocurrió lo que nunca tuvo que ocurrir…
Era 23 de Diciembre, en un año un poco extraño, para mi, pero eso es otra historia, como iba diciendo, era 23 de Diciembre, en una mañana fría, muy fría, me había levantado sobre las seis de la madrugada y había salido a correr como todas las mañanas, no había ni una sola nube en el cielo. Después de correr me fui a mi pequeña pero acogedora habitación, a leer mi libro favorito “Niebla” de Rosa Montero, ese libro me lo había leído como una ocho veces desde que lo compré, no sé que tenía ese libro que hacía que descubriera cosas nuevas cada vez que lo volvía a leer, o que me gustase alguna frase que otra, como por ejemplo “ La vida de los humanos, en definitiva, no era sino un desesperado y siempre fracaso combate contra la muerte” después de leer un rato, cosa de tres horas, me fui a mi librería favorita “Reel” haber si habían traído algún otro libro diferente pues todos los que tenían en ella me los había leído.
Cuando salía me encontré con la vecina, una mujer de unos cincuenta años aproximadamente, muy alta y muy simpática, como de costumbre paseaba a su perro y hablaba con su marido ya muerto debido a un cáncer, pero ella seguía imaginando que él estaba siempre a su lado es una de las cosas mas bonitas que había visto de lo que llevaba vivo. Pasé a su lado y la miré, pero no la salude no me sentía con ganas de hablar con nadie y la verdad es que no sabía porque, pues hoy después de mucho tiempo no me había levantado por la noche con la misma pesadilla de siempre, que luego raramente nunca recordaba cosa extraña debido a que por ejemplo si soñaba con sangre y muertes de personas que no conocía al día siguiente me acordaba perfectamente del sueño y de la cara de la persona. Estaba tan metido en mis pensamiento que no me di cuenta que había llegado a la librería, pasé, mas allí no había nadie, era como si lo hubiesen abandonado, pues estaba lleno de polvo, había un montón de libros tirados por el suelo y estanterías ,igual que había muchos libros rotos y quemados ¿qué había pasado allí?, me adentré un poco mas , y me di cuenta que había una caja donde ponía con un bolígrafo rojo “libros nuevos” mire a mi alrededor buscando al dueño sin embargo no aparecía por ningún rincón, así que me  decidí a coger la caja y llevármela. Por el camino sentía como si alguien me siguiese, pero cada vez que me daba la vuelta la calle estaba vacía.
Cuando entré en casa me sentía mejor, al llegar abrí la caja y descubrí que solo había un libro que no tenía titulo pero lo mas extraño de todo es que era un libro bastante delgado pero pesaba como si fueran unos tres o cuatro más. Sonó el teléfono, me paralicé después salí corriendo a cogerlo, estaba nervioso, muy nervioso, pues temía que alguien me hubiese visto coger la caja.
-¿Sí?-pregunté con un hilo de voz.
-Soy Ana ¿Te encuentras bien? ¿Quedas hoy por la noche a la discoteca? es que voy con unos amigos y me encantaría que vinieses. ¿Puedes?- al terminar esas palabras me volví a tranquilizar.
-Si, claro. No tengo nada que hacer ¿sobre que hora sería? ¿Y en cuál?
-Sería sobre la una y en “Zinc”. No llegues tarde, por favor.
-¿Va a ir Andrés?- pregunté todo serio, pues sabia que era su novio y eso me sacaba de mis casillas, debido a que a mi Ana me gustaba mucho.
-Si, si que va ir además el otro día me pidió que nos casáramos y acepté.
-¿Casarse?- mi mundo se vino abajo no podía ser no ella, no yo la amo.
-Si ¿Algún problema?-pues claro, que te vas a ir de mi vida para siempre.
-¿Ehh? No ninguno me alegro un montón-puro sarcasmo- ¿Y para cuando?
-Dentro de una semana y estas invitado ¿podrás venir?
-Bien me alegro, pues allí estaré. Adiós.
-Hasta luego.
¡NO! Mi cabeza me decía que no, que esto no podría estar pasando ¿Por qué a mí?
Decidí coger el libro robado y ponerme a leerlo, iba de un asesinato un hombre degollaba a su madre, porque esta quería a otro hombre que no era él. Después de haberla asesinado, mató al hombre que ella amaba, clavándole un cuchillo en el corazón para que después de muerto no pudiese volver a amar. Me pasé todo el tiempo leyéndolo hasta acabar de leerlo y la verdad es que me alegró bastante el día. Sobre las doce y medía salí de casa con una sonrisa puesta en los labios, no sabía porque pero sabía que esta noche sería una gran noche una de esas noches extrañas.
Llegue justo a la una, soy una persona muy puntual; allí estaban ellos, dos besándose, como si todo lo del alrededor les importarse una mierda, me daba igual sabía que esta noche yo dormiría mas a gusto que ninguna persona en este puto mundo.
-¡Has llegado!, como ves hay un ambiente de fiesta-dijo Ana y era verdad había muchas personas en el local, todo el mundo feliz, todo el mundo con la gente a la que quiere y yo aquí con dos personas muy diferentes para mí, una persona a la que amo y otra a la que desprecio mas que a mi vida y eso ya es decir.
-Si, eso parece. ¿Qué tal, Andrés?
-Muy bien, deseando que llegue el día de nuestra boda, apropósito, Ana te ha dicho que estas invitado, mas a surgido un pequeño problemilla de última hora y no creo que te podamos dejar asistir, lo siento mucho tío.
-Bueno no pasa nada son cosas que pasa ¿no?-sinceramente no me importaba no asistir a su boda, mientras pudiese asistir a su entierro.
-Si, bueno pasemos que nos esperan dentro.
Pasamos pero yo en el último momento giré la cabeza y vi, un callejón un poco oscuro perfecto para cualquier cosa…
Estuvimos dentro como cosa de tres o cuatro horas, cuando me di cuanta que Andrés y Ana salían disimuladamente como si quisiesen que nadie les siguieran, más yo si lo hice. Era una noche cerrada, observé que se metían en el callejón donde antes me había fijado. Empezaron a besarse y es cuando yo intervení.
-Tú hijo de…te odio a ti y a toda tu familia. -antes de que pudiera hablar la frase le metí un puñetazo el la cara que  acabó matándolo debido a que callo con la nuca en una piedra, mala suerte para él buena para mi.
Ana se asustó y salió corriendo, mas antes de que pudiera gritar o pedir ayuda, saqué una navaja del calcetín y se la cavé en el corazón y después de eso se lo arranqué, viendo lo que había hecho, el haber matado a la persona que yo mas quería. Igual que el protagonista había hecho en el libro. Salí corriendo, llevándome el corazón de Ana en la mano mientras corría, en ese mismo instante me acordé del sueño, el sueño que hace unos instantes se había cumplido.
Nunca volví a ser el mismo después de aquello.
La policía nunca consiguió descubrió a el culpable y cada vez que lo oía en la radio o lo veía en la tele me reía y me sentía como “Jack, el destripador”.
He conservado el corazón de Ana hasta el día de hoy, ya pasados tres años, pero cada vez que lo veo noto que sigue sin quererme, que todavía sigue amando a Andrés. Acudí al funeral de los dos pero en ninguno lloré, he dejado de querer después de aquello.
Ahora intento encontrar el sentido a mi vida pero no lo consigo, por eso posiblemente o seguro que en cuanto acabe de escribir me suicidie.
AQUELLO QUE NO SOMOS CAPACES DE ACEPTAR, ES LA ÚNICA CAUSA DE NUESTRO SUFRIMIENTO.
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Foto del autor Marta Pérez Jiménez
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Miembro desde: Jul 02, 2012
3 Comentarios 484 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Bueno es una historia que me vino en los dias de lluvía.

Palabras Clave: Es Extraño

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



Comentarios (3)add comment
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ari rene alvarado

wow es vdd es un texto muy muy fuerte llega el punto en el que la tristesa te invade a cada plabra
traumatico cuando dise que despues de tanto tiempo ve el corazon y sabe que sigue sin amarlo
Responder
August 09, 2012
 

Eliza Escalante

DIOS SANTO ,que relato que triste los celos esa angustia que mata ,que texto me impacto eso donde dice que han pasdo3 años el corazon de ana aun no ama wow que relato es traumatiico
Responder
July 03, 2012
 

Marta Prez Jimnez

Si la verdad es que pensé en algo que me había pasado de los celos y demás y me llevó a la idea de escribirlo pero exagerándolo lo máximo.
Responder
July 04, 2012

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