Nuestra infancia forja en nosotros un sentimiento que nutre nuestro alma para siempre; la caricia de una madre, sus cuidados, todo lo que hace por nosotros, sus sacrificios, sus noches en vela cuidándonos cuando teníamos alguna ¨nana¨, su ternura, su amor, nos va fortaleciendo en el transcurso de toda nuestra vida y jamás se aleja de nosotros, siempre nos protegerá desde algún lugar del universo, quizás desde allí, desde las estrellas...

Hermosos versos, destacados por su embalaje de puros sentimientos.

Saludos.

Enrique ; Un texo hermoso cargado de nostalgia de la sensibilidad que brota por ese cariño hacia tu madre que eres capaz en estas letras de evocar todo el amor y gratitud de quien nos dio la vida..Un placer volver a leerte !!

Un abrazo...Juan Carlos

¡Entrañable poema!