Luces incandescentes
alumbran una escena
de casi japonesa occidentalidad.
 Con sus ojitos grandes siendo rasgados.
Largas piernas y sonrisas inocentesen un candente Hentai.
Observan una  cruz caida
de frustraciones de vidas pagadas.
Inocencia estúpida
rasgan vestiduras.
Pero de la mano corren en verdes prados
celestes cielos
y de vez en vez  
Ultra seven los proteje de sustancias tóxicas y monstruos  
entre edificios derrumbados.
Dejemos que los hombres - niños jueguen su sueño.
Cursilerias y emocionalidades a destajos
de un mercado supermarket  en liquidación y saldos.
Superficialidad a toda prueba.
Pero quien soy para juzgar. 
Solo soy una vulgar copia de un ícono
para salvar el tedio.