Fueron tus manos las que abrieron las puertas en aquel invierno
Tus manos silentes y tiernas las que me alejaron de aquel infierno
La luna en silencio sonrió
La luna que gritaba en el desierto austero
El cielo que lloraba con el viento pasajero,
El cielo entonces ya no lloró
Vi las blancas azucenas que caían de mi pelo
En su perfume las estrellas brillaban sin recelo
Vi la Esmeralda de los pinos entre los cerros
Los alegres pajaritos que cantando se durmieron
Fueron tus manos las que soplaron pulmones en mi pecho
Tus manos que me dieron vida a la moribunda en el lecho
Si todo un paraíso construyeron...
Por que tus manos sin palabras se fueron
Por que partieron después de dármelo todo
Si amalgamaron mis tristezas y convirtieron en amor el lodo
Por que se desvanecieron
arrojándome en el olvido
En el claustro del silencio,
En este encierro
Quise inventarlas como si fueran un cuento nuevo
Quise dibujarlas entre mi desespero y su silencio
Pero tus manos desaparecieron
Cerraron las puertas de aquel verano
Tus manos abrieron un hito en el viento
Y ahí vivo hoy, aun esperando
Poder emprender el vuelo
El vuelo de tus manos que las alzó al cielo
Piccola Dowling
Foto:  http://www.flickr.com/photos/aussiegall/374268661/