Juego de seduccin (cuento ertico)
Publicado en Feb 15, 2012
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Estaba decidida a provocarlo, sobretodo después de espiarle junto a su prima...por alguna razón que aún no lograba entender, sus catorce años le estaban atormentando. Primero fue la llegada de su periodo, ese día estaba muy asustada. Fue Antonella su prima mayor sólo por tres años quien le explicó sobre aquello. Ella parecía tener las respuestas de todo, era tan grande de pronto(se había convertido en toda una mujer, en todo el sentido de la palabra) desde que pololeaba a escondidas con el primo Guillermo, el hijo del tío Emilio. Debía mantener el secreto, sino su prima corría serio peligro, pues su tío era un cavernícola en extinción. Fue un pacto de hermanas aunque eran primas. Desde esa noche, todo le daba vueltas, se sentía insegura, asustada, sentía cosas en su cuerpo que antes nunca le habían sucedido. Soñaba cosas que nunca imaginó, y el hecho de estar lejos de casa, en la soledad del campo, ayudaron para que se atreviera a cometer esos actos que después se avergonzaría.

Nunca se imaginó lo que se encontraría en el establo, andaba en busca de Antonella, cuando se asomó y la vio en los brazos de Guillermo. Se sintió turbada, y atinó a agacharse para evitar ser sorprendida. Entre las tablas, podía ver la figura de ambos. A pesar de sentirse avergonzada, se sentía atraída en mirar lo que pasaba. Las gruesas manos de él, recorrían el cuerpo frágil de su prima, que se estremecía entre sus brazos, mientras esas torpes manos, se posaban en sus pequeños senos y bajaban por su vestido para posarse en sus nalgas. No podía dejar de mirar, su respiración comenzó a agitarse y sentía sus pechos afiebrarse. Esa noche, Antonella le enseñó a tocarse. Las siguientes noches no dejó de hacerlo, y se sentía cada vez más atraída por Guillermo, quien parecía no prestarle mayor atención por ser tan chica.

Fue una mezcla de despecho o de ese aparente rechazo de aquel muchacho, la que consumió en ella, para tomar la determinación. Sabía que todo el mundo la veía como una niña, por lo que nadie vio nada malo, cuando decidió sentarse en las faldas del muchacho. Todos conversaban animadamente tras el almuerzo sin prestarle atención. Las manos de él le tomaban de su cintura, pero era más bien sujetándola, no como ella deseaba. Entonces, sin pensar bien lo que hacía, aprovechó un momento en que nadie la observaba para susurrarle al oído a Guillermo que estaba sin calzones (lo cual no era cierto), pero que sin embargo, esas palabras surgieron el efecto que ella deseaba. Sintió una presión distinta de sus manos, que la atraían más a su cuerpo por las caderas, ella se dejó llevar, de pronto sintió algo entre sus piernas que sobresalía de su pantalón, por primera vez sentía la excitación de un hombre. Tras un rato, una mano de Guillermo se deslizó bajo el mantel y subió por sus piernas. Era una mano caliente, gruesa, áspera, pero que se hacía dueña de su piel. Se dio cuenta que la situación se le había escapado de las manos, no podía controlar a aquel, que cada vez la tocaba con más audacia, sin importar la presencia de sus tíos y familiares. De pronto su mano, se deslizó entre sus piernas, con sus dedos hábiles comenzó a tocarla, sin duda que era más experimentados que los suyos, sin darse cuenta se apegó involuntariamente a su cuerpo, sintió en su espalda de niña, el calor del cuerpo de hombre, mientras la mano la seguía tocándola y la cosa de su pantalón crecía y se ponía más firme. Fue entonces cuando él le indicó que fuera al establo. Salió corriendo, no sabiendo distinguir entre sus deseos de huir o de convertirse en mujer. Tras un instante, que le pareció más bien una eternidad, llegó él, cerró la puerta del establo, se sacó la camisa y se abalanzó sobre ella. En ese momento se dio cuenta, lo que estaba por pasar, sintió el sudor del muchacho y le asqueó, más cuando él le pidió que le tocara. Ver en vivo y en directo esa presa enorme, le asustó y corrió a su habitación desde la que no salió fingiéndose enferma. 

Dos días más tardes, sus padres vinieron a buscarla, la encontraron demacrada, ojerosa,pálida, realmente enferma. Lo que ellos no sospechaban siquiera, es que su nena, estuvo a punto de convertirse en mujer, y que ya no sería nunca más la misma después de aquellas vacaciones en el campo de la abuela.
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Foto del autor Esteban Valenzuela Harrington
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Descripción

Unas vacaciones que parecan las mismas de siempre, hasta que...

Palabras Clave: Seduccin

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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