Cuando se desperdició el tiempo empezaste a vivir,
Auguraste un presente y te sobro existir.
Concediste horas al día...evitaste soñar.
Condenaste al tiempo falso... ¡qué ingenuidad!
Culpaste a la hipocresía de equivalencia al amar,
Anhelaste seguir con vida...te quedaste en frialdad.
 
Cuando se desperdició el tiempo abriste los ojos,
Perdiste la batalla...sólo quedaron despojos.
Evitaste cerrar los brazos por ausencia de calidez, 
Perdiste tantas cosas y sólo por estupidez…
Ignoraste los segundos; ignoraste el puntero,
Olvidaste putas palabras…tal vez un te quiero.