¡Tinta!
¡tinta!
 
de tal talismán
tan no terrenal
de tu tintero toreado
 
tácito
trinitario
 
–sí, trimegistros porque con sus trenzas piernas Herméticas tenazas
la muy trazada torpecita entre nubes vuela
y la muy tortuosa torcidita entre tembleques mata
quizás más la primera y también más la viceversa, temo y son dos
pero en su tridente trivalente en una tercera fase;
hace ambas trémulas faenas, es ligera y es letal
ella vuela y ella mata, dualidad que triplicada es tres y tempestad.
 
Sí, porque ella tiene doble poder;
volar y matar
pero he descubierto que a través de su piel mezcla ambas habilidades
y se crea una tercera fase de fantástica habilidad trémula titán.
 
Tiene además, transgresora y tierna tangente tropel
para que la santísima trinidad; de mi tótem y sus dos tambores
bajo mi cierre teátrico tiemble
con un temblor
que es tántrico y novel torniquete
tan ácido
como para que yo
y mis otros tres yo;
 
tres tristes títeres
tramando tretas
entre el timbal de sus tetas
 
bebamos como para calmar
el androceo aclimatado,
 
–porque soy sensible, subyugado, con sentimientos afeminados
en la Andrómeda andrógina que mi Hibridismo tiene, y que se dispersa
cuando ella tersa me recuerda la masculinidad
de mi terca carne que se ensancha y se torna trono
y la trepa a tope y al todo por el todo.
 
Tú, tú y tres veces tú;
 
con tu caldo transmutado carmín crustáceo emplumado
que sale de ese tríptico triangulito tuyo que suelta tinta,
perspicua y carmín tinta
de tu tintero tránsito rasurado y rosado
 
¡tramado menudo refín!
 
trencito trino plural y propicio orificio
obsesivo para mí
 
de ti;
mi pluma,
mi querer,
 
¡mi necesidad!,
 
mi penar,
mi pene,
 
en tu etéreo
torrente
 
¡tácito resplandor lunar!