La maldicin
Publicado en Sep 25, 2011
El cuervo y la rosa
Tu corazón dejaba de latir... tu cuerpo se deshacia en mis brazos se transformaba en petalos de rosa. Y como bellas mariposas... volaban a mi alrrededor. Más yo pensando que todo era un sueño tomé el cuchillo y lo inserté en mi cuerpo, pensé que me reuniría contigo en ese momento como por arte de magia, como si fuera un cuento. Mi cuerpo se deshacia en pedazos, se transformaba en plumas de cuervo. Tu te fuiste a los cielos mientras yo vago... por los infiernos.
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Enrique Dintrans Alarcn
Un poema de intenso contraste que trasunta un drama pasional. El hablante ha llegado y traspasado el límite de la locura a consecuencia de la muerte de su amada. Interesante y por cierto muy bella la metáfora de la rosa que se disuelve en sus pétalos y se transmuta en mariposas. El hablante quiso ir tras su amada dejando la vida en el intento, pero su transmutación sigue un derrotero de maldición y desconcierto. Me agradó el poema.
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