EL TREN DE LOS RETRASOS
Publicado en Jul 18, 2011
Que no sea hoy tu mano
la traidora, ni la infame, ni la vil que apuñale en las horas del ocaso. Que no sean tus labios los que lleven el veneno, ni tu amor el pasajero en el tren de los retrasos. ¡Mira que también te miran! ¡Mira que están mirando...! Y aquí no verás estela que no vaya delatando. Tanto "eres", tanto vales. No me cambies la respuesta, que no hallarás vergüenza que con tu "tener" acalles. Hay verdades que el mundo se las pasa por sus partes y partes que no comparten tan pobre y lastimoso uso. ¡Mira que también te miran! ¡Mira que están mirando...! Y ni en el mismo tumulto se nos diluye el rastro. ¿Qué tendrán las apariencias, que a muchos los engaña y todo lo enmarañan para resguardar la pieza? ¿Qué observarán los ojos, que tan poco atraviesan y confunden la esencia con la forma del manojo? ¡Mira que también te miran! ¡Mira que están mirando...! Nada descubres arriba que no despunte abajo. Estamos solo de paso, y como algo ausentes, en medio de una corriente que apenas da descanso. Estamos donde estamos... Pero no somos cometas, ni sumisas marionetas de un triste desencanto. G.S.A.
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