Amor & Más Alla (Capítulo 10)
Publicado en Jul 09, 2011
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Capitulo 10 : "Jared: Los recuerdos inundan mi mente y se desbordan por mis sueños como lluvia hacia tu sendero, te acompañan mis lágrimas: Jane, simplemente: te quiero.
Jane: ...Entonces solo podía pensar en algo...un solo nombre viene a mi mente, una sola frase: Jared, simplemente te quiero".

No podía ver nada, solo las sombras de las figuras borrosas a causa del mar de lágrimas que desbordaba en mis mejillas. Estaba sentado en los escalones de aquel salón, nadie más estaba conmigo... no había nadie allí, hasta que escuché la voz de la mente de Jasper y este apareció junto a la pared frente a mi.
"Así son las cosas aquí" pensó Jasper recargado en una pared. Con un traje negro y camisa rojo sangre, el cigarrillo entre sus manos y una falsa actitud de timidez.
"Eso le ocurre a todo el mundo... incluso a ti"
Limpié mis lágrimas y comencé a caminar en círculo frente a Jasper, tocó mi hombro y aparecimos en otro lugar.
Era parecido a la entrada de un templo griego, pero la grande puerta estaba abierta y el cielo azul y las nubes se podía ver ahí. Este "templo" estaba en un gran cuarto cerrado de color marrón oscuro por todos lados. Jasper estaba sentado en la entrada, con el gran cielo formado detrás de el.
- Y ahora que haré... - susurré.
"Creo que deberías recordar... vivir de recordar"
El cielo detrás de el cambió, ahora podía verse la casa de Jane y mía, nuestra casa.
Junto a esa casa estaba un tronco y en ese, una preciosa chica se encontraba sentada sobre mi regazo. Eran mis recuerdos vistos desde otro punto de vista...
Mi camisa color arena contrastaba con el vestido blanco de flores lilas de Jane, miraba detenidamente al cielo y yo le acariciaba una mejilla.
- ¿Sabes lo que nunca hemos hecho? - preguntó Jane y lo miré pensativo.
- Nunca hemos bailado - dijo.
Después me miró a los ojos, había sido hace mucho pero aún así me parecía que yo mismo había causado que ella se fuera del cielo.
Se mordió el labio inferior y seguí mirándola como si no fuera a verla jamás.
- ¿Crees que me iré pronto de aquí? Digo, a la tierra - susurró Jane.
Y mi respuesta fue como si hubiera sido puesta en mis labios por otra persona, no dije lo que yo quería decir, quería decirle que no, que viviríamos juntos eternamente felices en el paraíso... pero la respuesta no fue la que deseaba salir de mi.
- Si - por un segundo no dijimos nada y ella comenzó a inquietarse. Seguí intentando de decirle lo que yo quería, pero nada pasaba... de mis labios la única palabra que conseguía salir era "Si".
- ¿Estas...seguro? - preguntó temerosa.
- Si - No podía decirle lo contrario, no podía... en ese momento una ola de tristeza me inundó, como si las palabras que desearan salir de mis labios se hubieran convertido en lagrimas...
- No estés triste - dijo Jane y giré mi rostro hacia otro lado.
- No te pongas triste Jared, eso no pasará pronto... no... - dijo con un tono de tristeza y volví a mirarla. Toqué sus mejillas acariciándolas una y otra vez, después de unos segundos conseguí hablar.
- ¿Por qué tienes que irte tu? ¿Por qué ahora? ¿Por qué no jamás? - ella comenzó a pensar que todo era una broma mía y sonrió.
- No estés triste Jarec, al fin podré ser un bebe real - su sonrisa era tan linda que incluso olvidé el hecho de que las palabras habían sido puestas en mi boca, incluso terminé creyendo que todo era una broma y por eso había olvidado ese recuerdo... había bloqueado ese pensamiento, lo había mandado a mi subconsciente.
Jasper tomó otra bocanada de su cigarrillo y el paisaje en la entrada del templo cambió.
Ahora estaba Jane, con un ligero vestido azul celeste dentro de nuestra casa mirando por la ventana.
Ese era un momento que yo no había visto, era como si nos hubieran grabado mientras yo dormía justamente un día antes de la boda, ese no era un recuerdo mío.
Jane giró su rostro y caminó lentamente hacia la cama, yo me encontraba ahí recostado, con los parpados cerrados y soñando no se que cosa... acarició mi rostro de una forma muy lenta y delicada.
- Te amo - susurró y una lágrima cayó por su mejilla.
Al parecer, ella ya sabía que se iría pronto.
Jane salió de la casa y miró el bosque, tocó el césped y sonrió cada segundo del que disfrutaba viendo el paisaje mientras ligeras lágrimas corrían por su rostro.
Verla de esta forma era diferente. Ella tenía un aura de luz que la llenaba por completo. Cerró sus ojos y la luz se intensificó.
- Un día más por favor... - susurró Jane. Y la luz volvió a ser normal.
Entonces yo desperté sin tener siquiera una idea de por qué había lágrimas en mis ojos.
Dejé a Jasper y me fui hacia nuestra... ahora, mi casa.
En un lugar en la tierra, era 2 de septiembre de 1802. Un día como cualquier otro en ese pequeño pueblo, a excepción de la llegada de una nueva vida.
El sol se escondía entre las espesas nubes que jamás se alejaban del cielo, Forks era un lugar donde la lluvia siempre mostraba que ella tenía la supremacía de los cielos.
En una pequeña casa, una mujer se encontraba descansando en una cama de sabanas blancas manchadas de sangre por diversos puntos. Sus ojos estaban cerrados y una ligera capa de sudor abarcaba su frente. Una chica de cabellos oscuros y piel cobriza entró a la habitación sin hacer ruido y tomó una pequeña toalla blanca y la sumergió en agua, para después, con esta limpiar el rostro de la mujer. Esta abrió los ojos instantáneamente por el agua fría de su rustro.
- Lo siento, señora - se disculpó la chica. La señora hizo un gesto y la chica sonrió. - Fue una niña, una niña preciosa, señora - agregó la chica y el rostro de la mujer se encendió.
La gran puerta de madera, que se encontraba frente a la cama se abrió de par en par y por esta entró un hombre de cabellos oscuros y piel blanca con un pequeño bulto entre sus brazos.
- Cariño, has despertado... - dijo feliz y se acercó a la cama sentándose con mucho cuidado en el borde de esta.
- Toma - dijo el hombre dejando a la pequeña bebe entre sus brazos.
- Jane.... - susurró la madre y le dio un suave beso en la frente de la bebe.

La vida de Jane, pasaba rápido. Sentía como un gran alivio en su corazón, era como si recordara un lugar donde había estado antes.
A los dos años Jane comenzó a hablar, era una niña muy inteligente y astuta. La primera palabra que logró decir en una frase era: "Jared quiere venir". Su padre hacía juguetes para ella, la primera vez que dijo eso, todos se sorprendieron mucho.
- ¿Quieres llevarte al señor Mouse a la cama? - preguntó el padre dándole el juguete.
- No papá, Jane quiere venir -
- ¿Quién es Jared? -
- Es mi amigo - la niña sonrió.
- Oh, y ¿Dónde está? - preguntó el padre.
- Allí - dijo Jane apuntando al cielo.
- Ah, Hola Jared - dijo el hombre hacia el cielo, después miró a Jane y susurró: - Que chico más guapo - Jane sonrió
- Jared, puedes quedarte con nosotros todo el tiempo que quieras - dijo el padre y Jane se puso triste.
- Buenas noches Jane, buenas noches Jared - dijo el padre saliendo de la alcoba.

Su madre y su familia entera se extrañaban, pero después fueron acostumbrándose, creían que era como si se tratase del "amigo imaginario" de la niña.
Jane creció feliz, con la certeza de que había un ángel a su lado al cual amaba y adoraba con su alma...
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Foto del autor Gaby Rodríguez
Textos Publicados: 17
Miembro desde: Apr 07, 2011
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Descripción

Novela

Palabras Clave: Amor Ternura Amistad Cielo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasía


Derechos de Autor: Gaby Rodriguez


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