LA TRAVESA
Publicado en Jul 04, 2011
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En los años setenta, cuando nuestros compatriotas viajaban a Venezuela en busca del paraíso o  con el ánimo de mejorar las condiciones de vida propia y la de sus  familias, algunos se las ingeniaban para ingresar sin tantos sacrificios económicos. He aquí una forma que utilizó un paisano.
El parqueadero de  taxis,  se hallaba ubicado en la plaza principal de Chiriguaná y al lado del sitio conocido como el tambo.  Cada chofer esperaba su correspondiente turno para emprender viaje hacia los  pueblos vecinos. En una mañana alegre de un seis de enero, muchas personas se disponían a viajar para empezar a proyectarse en cualquier trabajo. El año iniciaba y ya era hora de partir,  las vacaciones habían terminado.
En uno de esos tantos viajes que hacían los taxis, iba Eutemio, quien había comprado tiquete hasta el cruce de Chiriguaná.
Eutemio era de color negro, pelo ensortijado, nariz bastante chata, labios grandes y gruesos, ojos negros y más o menos uno sesenta de estatura. Su físico era regular.
Eutemio iba rumbo a Venezuela,  como casi todos los colombianos que en ese entonces viajaban sin papeles al país vecino. Por tal razón, tenía que ingeniarse la forma de entrar sin mayores tropiezos.
 LLegó a la frontera vía Maicao, se puso a dar vueltas pensando la forma como pasaría, cuando de pronto vio un camioncito que se dirigía hacia territorio Venezolano. Eutemio se acerca al chofer y le dice.
-Oiga amigo,  ¿pa’ onde va éste camión?
A lo que le responden - Para Venezuela.
-Yo voy pa’ ya, pero no tengo papeles.
-¿Y papeles de esos que valen, no llevas?  Le preguntan.
-¿De cuáles?
-Dinero mi pana, dinero, para los guardias y para mí. Así te dejan pasar sin problemas.
-¿Y cómo cuánto piden esos mane?
-Si tienes mil bolívares pasas, más o menos eso es lo que piden ellos. Expresó el chofer del camión.
A lo que Eutemio no respondió;  lo que llevaba  no daba los mil bolívares al cambiar. Él había decidido emprender su aventura  con poco dinero, pero al estar en la frontera  se dio cuenta de la realidad.
El chofer del camión rompe el silencio de Eutemio, al inquirirle. –Entonces mi pana, ¿nos vamos?
-Hombe compadre, es que yo no cuento con esa plata. Y sin pensarlo tanto el chofer le comenta.
–Mira tigre yo te voy a pasar sin cobrarte un coño, lo voy hacer porque te veo que estás mal.
Eutemio, contento le da las gracias  y cuando se va amontar, es detenido por el chofer, diciéndole. – Cálmate que hay que preparar la pasada.
En medio del recorrido, el camión llega al punto en el que se encontraba la guardia  Venezolana.  Los que iban en el automotor se bajaron para ser sometidos a requisa y llevar a cabo un arreglo que les permitiera entrar sin problemas. Al ser requisadas las personas    todo queda  solucionado,  faltaba echarle una mirada al vehículo. Cuando uno de los guardias se asomó a la carrocería, vio algo sospechoso metido dentro de un saco…algo así como un animal, el ángulo de visión que tenía el guardia  le permitía verle la cara al cuadrúpedo casi de frente y la parte inferior del cuerpo, el animal se encontraba parado, sostenido por sus cuatro extremidades…unas extrañas patas.  Tenía parte de la cabeza fuera del costal; sobre ella un trozo de trapo, para cubrirle las orejas y otros rasgos, lo mismo que una mínima porción superior del cuerpo que también se encontraba fuera del talego. Por lo que el guardia se vio precisado a preguntar.
-¿Eso qué es?  A lo que responde el chofer. – Eso, es un cerdo.
El policía se asombró tanto que sus ojos se querían salir de sus órbitas, estaba tan sorprendido que se quedó mirando con  atención al cerdo. Él había escuchado algunas veces que los primates o  monos tenían un parecido con el hombre, pero nunca había visto un cerdo con un ligero parecido a un humano. El guardia, aún estupefacto, ve que ese cerdo es muy raro, casi un fenómeno, con una gordura anormal. Después de estar cansado de observar lo que le causó sorpresa, mira a todos los que van en el camión… y de repente dice.
-¡Coño! que marrano tan feo.
 
 
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Foto del autor Luis Alcides Aguilar
Textos Publicados: 32
Miembro desde: Apr 04, 2010
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Descripción

La busqueda por una mejor vida, propia y de la familia, busqueda del progreso y un bienestar.

Palabras Clave: Travesa Venezuela Coo Sustento.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: Luis Alcides Aguilar

Derechos de Autor: Luis Alcides Aguilar.


Comentarios (2)add comment
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Laura Alejandra Garca Tavera

JA JA JA! LA VRD ESTABA EMBOBADA CON LO Q FUERA A PSAR SI DESCUBRÍAN AL TIPO, CASI SIN RESPIRAR COMO SI YA FUERAN A ATRAPARLO. EL FINAL ME CAUSÓ AGRADABLE SORPRESA, CASI RISA. AUNKE NO ERA LO Q ME ESPERABA. BUENA NARRATIVA. SALUDOS.
Responder
July 04, 2011
 

Luis Alcides Aguilar

Gracias Laura.
Responder
July 09, 2011

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