En este mundo tan comercial donde como sabemos todo tiene un precio… el amor también se oferta en el mercado.
La prostitución como todos la conocemos es considerado el oficio más antiguo, pero este también ha ido evolucionando a la par de los avances de la humanidad.
Cortesanas, damas de compañía, madame, prepagos, entre otras tantas formas de ejercer la prostitución de maneras más elegantes; para poner distancia de las “mujeres de la vida alegre” deciden trabajar el mismo concepto con algunas variaciones.
La prostitución ya no es un terreno únicamente de mujeres, los hombres empezaron a incursionar de formas discretas pero con igual aceptación desde hace muchísimo tiempo.
 
Desde las miles de formas en que se ejerce este oficio, existe una en particular y es quizás la más peligrosa, yo los denomino “actores del amor” son aquellos cazadores que están siempre en búsqueda de aquellos que reconocen como vulnerables, que de una u otra forma dejan ver su necesidad de afecto.
Su estrategia consiste en convencer a su víctima que son “el verdadero amor”, ganándose su total confianza, inicialmente mostrándose desinteresados, estudian tanto a su víctima que solo le dicen lo que desea escuchar;  luego de un tiempo comienzan hacer sutiles sugerencias, solicitan ayuda y se muestran muy sensibles al recibir regalos.
 
Su éxito radica en hacer que su víctima haga lo que ellos desean y que además este convencido que fue su decisión… peligroso no?
No podemos negar que casi siempre estos hombres y mujeres que juegan de esta manera cuentan con físicos muy atractivos, que son decididamente perseverantes y muy inteligentes.
Casi nunca son fáciles de reconocer al comienzo, pero como todo buen comerciante no tiene tiempo que perder y cuando luego de algún tiempo no obtienen resultados comienzan a emplear tácticas más agresivas, algunos intimidan con algún tipo de información, otros presionan a nivel emocional, algunos llegan a extremos como fingir enfermedades terminales y otros simplemente desaparecen.
 
Como un plan bien elaborado comienza de pequeño a grande, inicialmente solicitan pequeñas cosas, luego estas solicitudes se vuelven más frecuentes y con montos mayores, siempre acompañadas de manifestaciones afectivas sorprendentes.
Años atrás sus objetivos principales eran personas mayores, solas y con mucho dinero, hoy en día nadie está a salvo de esta manada de cazadores en aumento, usan cualquier herramienta para identificar a sus posibles víctimas, y están en cualquier lugar.
 
Así que si usted está a punto de iniciar una relación con una persona que aparenta ser “la/el ideal”… analícelo, piénselo y obsérvelo con detenimiento no vaya a ser que este usted en presencia de un “actor del amor” y termine patrocinando sin querer su estilo de vida…