La empecinada (Diario).
Publicado en Jun 23, 2011
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Sería, aproximadamente, sobre el mes de lulio, de agosto, de septiembre o de octubre del año 2003 ó 2004, pero la fecha exacta, en este caso, ninguna importancia tiene. Nos encontrábamos, en la ciudad de Quito, intentando llegar a un acuerdo profesional de tipo laboral, Jaime Vásconez junto conmigo y, además, una tercera persona que era mujer de ya avanzada edad la cual se iba a dedicar al Departamento de Ventas de la posible Tercera Revista Ambato Internacional. La citada señora, ante las promesas de Jaime (tan falsas como casi siempre) había renunciado a un trabajo bastante bien remunerado porque le ofrecía el oro y el moro si trabajaba para la Revista. La mujer estaba contenta pero quiso mediar en la discusión que teníamos Jaime Vascónez y yo sobre la literatura escrita por autores de piel negra. Jaime, por supuesto, no tenía ni idea pero escuchaba mis razonamientos indicándole que no sólo habían existido ya grandes escritores de etnia negra, como el cubano Nicolás Guillén, sino que habían existido narradores africanos subsaharianos desde la misma Prehistoria.

La empecinada mujer insistía en que ningún hombre o mujer africana, de piel negra, podría escribir jamás bien porque los consideraba seres inferiores. Le tuve que llamar la atención y demostrarle que estaba muy equivocada. Así que le hice saber lo de los griots (poetas subsaharianos desde tiempos remotos) y cómo era verdad que algunos investigadores literarios habían ya recopilado y publicado libros sobre historias, cuentos y leyendas del África Subsahariana e incluso también habían existido ya grandes escritores afroamericanos. Como insistía en decir que era mentira lo que le contaba le hice saber que, además de que era verdad cuanto yo estaba comentando, es cierto que ya en 1986 el Premio Nobel de Literatura había recaído en un nigeriano llamado Wole Soyinka; que en 1991 el Premio Nobel de Literatura había recaído en un sudafricano llamado Nadine Gordimer; que en 1992 el Premio Nobel de Literatura había recaído en el antillano de Santa Lucía llamado Derek Walcott y que en el 2003 el Premio Nobel de Literatura había recaído en el sudafricano John Maxwell Coetzee. Y le expliqué, basándome en todo lo que había expuesto, que la inteligencia de los seres humanos (hombres y mujeres por igual) nada tiene que ver con el color de la piel sino con el porcentaje de inteligencia que a cada persona le ha regalado Dios según la decisión de Él mismo y que por eso al final pedirá a cada uno según las capacidades que Él ha regalado. La empecinada tuvo que guardar silencio mientras Jaime Vásconez le invitó a que se limitara a hablar de lo que conocía y no quisiera enmendar la plana a alguien, con total modestia lo digo, que sabe algo de Literatura (por lo menos los suficiente como para impartir enseñanzas a quien no sabe nada).

Moraleja: En la vida es mejor escuchar a tiempo que hablar a destiempo.

Nota Final: No hubo acuerdo entre Jaime Vásconez y yo (porque no estuve dispuesto a seguir siendo engañado una vez más por él) y no se llevó a cabo la Tercera Revista Ambato Internacional o por lo menos con mi pertenencia a ella puesto que le juré que nunca trabajaría más a sus órdenes por ser tan mentiroso y traidor para conmigo.
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Foto del autor José Orero De Julián
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Descripción

Página de Diario personal.

Palabras Clave: Diario Memoria Recuerdos.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Personales



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