La Lista
Publicado en Jun 14, 2011
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Como era costumbre, David encendió la televisión (que no veía, sólo escuchaba) mientras preparaba café y se disponía a tomar el baño acostumbrado cada vez que volvía del trabajo, cuando sonó el timbre de su departamento. ¿Quién podría ser? Se dijo echando un vistazo al reloj que indicaba las nueve y cuarto de la noche (no acostumbraba a recibir visitas). Pensó en sacarse las pantuflas, pero finalmente decidió no hacerlo y abrió la puerta. Quedó sorprendido- era Laura la vecina del 512. Hola David ¿puedo pasar? Sí, claro. Perdona la hora, pero es que me han pasado muchas cosas y aún no logro digerirlas todas, y tú eres el primero de mi lista… ¿lista? ¿De qué lista me hablas? Bueno, disculpa, no quise decirlo así, aunque claro, sí, en definitiva es una lista, por eso necesito que me escuches ¿tienes tiempo? me puedo sentar (dijo esto mientras se acomodaba en uno de los sillones) Sabes, no es fácil para mi, no quiero que te lleves una mala impresión (claro que ha esta altura poco importa pensó para sí) lo que pasa, es que…¡Hay! no sé por donde empezar –comentaba- mientras le observaba sentado enfrente de ella, con esa mirada de no entender nada, con esa expresión indolente que tantas veces le había descompuesto. Calló, dudó en continuar y de un salto se incorporó. Mejor olvídalo, me equivoqué, no sé que hago aquí, mejor me voy, no quise importunarte – comentó en voz baja, al tiempo que se dirigía a la puerta. De pronto sintió que la tomaban del brazo. Espera, si viniste a verme debe ser algo importante, no te puedes ir ahora. No, no importa, sabes no estoy bien, no me hagas caso, no tengo derecho a algo así… ¿algo así? ¿A que te refieres? Dijo con cara de desconcierto total. Por favor, no te puedes ir así, déjame entender o tratar de entender, mientras la llevaba de nuevo a su asiento. Esta vez, él se sentó en el borde de la mesa de centro. Explícame ¿Á que has venido? ¿Qué lista es esa? Ella se llevó las manos a la cara exclamando – Te juro que no sé en que estaba pensando antes de venir acá, no sé como se me pudo ocurrir tal cosa, Dios mío que vergüenza, déjame marcharme por favor, te lo suplico. Él la tenía tomada de las muñecas. No, por ningún motivo, tú no te vas de aquí hasta que no me digas lo que venías a decirme. Ella tomó el sobre, y se lo extendió. Velo por tus propios ojos. El sobre con membrete de una clínica de renombre estaba abierto, sacó el informe médico, el cual leyó sin lograr deducirlo del todo, pero intuía que era algo grave. La miró como tratando de saber que hacer o decir, pero no afloraban las palabras. Entonces, ella tomando aire exclamó de una sola vez ¡Me voy a morir! La frase pareció caer al suelo y romperse en mil pedazos. Bajó la mirada sosteniendo el informe entre sus manos. Ella se mordía las uñas en un acto instintivo, miró hacia el cielo de la habitación, se le inundaron los ojos de lágrimas y con voz quebrajada repitió ¡Me voy a morir! ¡Me voy a morir maldita sea! Me quedan sólo 17 días alcanzó a decir antes que el llanto irrumpiese como un vómito de impotencia y desastre que lo golpeó, provocando que se arrodillara para contenerla. Observó su reflejo en el ventanal, no podía entender por que Laura lo había elegido para compartir éste dolor tan íntimo. La veía sollozando recostada en su hombro, cuando nunca antes ni siquiera un año nuevo le había abrazado de ese modo, nunca habían traspasado el límite de la formalidad y de las buenas costumbres. Se sentía incómodo, su rutina estaba siendo alterada y de que manera. La televisión seguía encendida. A medida que ella se fue calmando, no escatimó en separarse. Sollozaba casi en silencio, con la cabeza gacha como si estuviera avergonzada, en tanto él esperaba incómodo como salir de ésta inusitada situación. Las preguntas de ¿Qué hacer? ¿Qué decir en estos casos? Bailaban por su cabeza. Sin desearlo, preguntó dubitativo ¿que era eso de la lista?...Eran las cosas que haría en estos diecisiete días. Y ¿por qué yo figuro en ella? No quiero contestar, no pensé que esto pasaría. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Dije o hice algo malo, que te molestara? No nada de eso, simplemente pensé que te lo diría y ya -eso es todo. ¿Y? Ahora ya no puedo, no me atrevo. Bueno de algún modo ahora tengo derecho a saberlo, es decir, ahora que me has contado parte de lo que te está pasando, no logro entender bien, nos conocemos desde tiempo como vecinos de piso, bueno esteee… Momento David, tampoco quiero que empieces a hacer elucubraciones de ningún tipo…Pero entonces dime, ¿Qué hago yo en esa lista? exclamó levantando los brazos y el tono de su voz…Bueno es que yo, tú sabes que desde que me separé no he rehecho mi vida y tú también estás sólo…Y eso que tiene que ver, son muchas las personas que están solas, no me vas a decir que con esto del informe, no quiero imaginar lo que estás pensando…Haber dilo, dilo ¡tanto te cuesta! Estás hablando con una mujer desahuciada, que tanto miedo tienes…Bueno, esteee… ¡Ya hombre! si tanto te cuesta decirlo, Sí, pensé en acostarme contigo, ya ¡lo dije! Exclamó furiosa y cruzó los brazos mientras miraba hacia otro lado. Él se paseaba por el living, sin saber que hacer…No, no esto debe ser una broma, ¿tú y yo?...Y ¿Por qué no? ¿Acaso me consideras tan poca cosa? No, no quise decir eso… ¿Entonces?... Lo que pasa es que nunca te he mirado de otro modo, quiero decir, eres una mujer tan recatada tan compuesta, que cómo podría imaginarte… Sí, ¡¡¡Y de que mierda me sirvió, si ahora me voy a morir, que tiene de malo comportarse como una puta con el vecino un par de noches si te vas a morir carajo!!! ¿Eso me descalifica como mujer? Ah! anda contesta…y para que sepas no te elegí porque me pasara películas contigo, sólo que de todas las personas que conozco, me parecías el más serio, eso era todo, ¡Nada más! (A esa altura se había incorporado del sillón y le increpaba como si fuera una discusión matrimonial) Laura, debes calmarte, entiende que esto me tomó por sorpresa. Ella había pasado del llanto a la furia, se sentía rechazada por ese imbécil. Se desabrochó furiosa la blusa y le exhibió sus pechos sujetos en un sostén de encajes negros, y tomándoselos con ambas manos le reprochaba, ¡ves mariconcito soy mujer! ¿Que acaso no te gustaría darme unos chupones? Debes calmarte, por favor, escenitas no… Ah! ¿Ahora estoy haciendo escenitas? Claro, vengo a ofrecerme como mujer y eso es una escenita para el vecino comedido. No se trata de eso, no exageres. Se abotonaba la blusa, mientras le maldecía – no te preocupes, me voy, perdona la molestia. Pese a los intentos por detenerla, salió de su departamento, dando un portazo tras si.
 
David, se quedó contrariado en la sala. Se sentó tratando de entender lo que recién había pasado. Dudaba si fue Laura realmente, la desconocía totalmente. Se sentía descompuesto, no estaba acostumbrado a romper su rutina y menos de ese modo. Trató de olvidar pronto lo sucedido. Ordenó los cojines del sillón, volvió a calentar café, la televisión seguía encendida. Luego, tomó el baño acostumbrado, dejó su ropa lista para mañana sobre la silla junto con su portafolio. Colocó la alarma y se durmió.
 
Por esos días fue comentario obligado de los otros co-propietarios del edificio los gemidos escandalosos de la mujer del 512, y el desfile de hombres que la visitaron.
 
Antes de que se cumplieran los 17 días, el departamento de ella, se hallaba deshabitado. Apesadumbrado, quiso preguntar por la difunta. ¿De quien está hablando? – dijo el conserje. De la señora Laura… ¿la señora Laura? Si ella está lo más bien ahora que cambió de oficio, ¿usted me entiende?... ¿Cómo que no se murió?… Ah! esa cuestión fue un error del laboratorio, cuando le dieron la noticia vendió todo y se fue con un viejo con plata a pasear por Europa. 
 
Luego, subió a su departamento, encendió la televisión, preparó café según la rutina acostumbrada. Miró la hora era las nueve y cuarto de la noche. Contempló la ciudad a través de la ventana mientras pensaba “ Europa…”
 
 
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Foto del autor Esteban Valenzuela Harrington
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Descripción

A veces la vida nos pone en el lmite.

Palabras Clave: Lista

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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Karla Valdez

Jajaja, qué buen finaaal!!
Me encantó :) !
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July 20, 2011
 

Emme

Muy interesante relato, bien narrado. Besos!!
Emme.
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June 15, 2011
 

florencio

je je aqui podriamos tararear la cancion de ruben blades " la vida te da sorpresa, sorpresa te da la vida"
relato muy bien narrado.......
Responder
June 14, 2011
 

Esteban Valenzuela Harrington

Gracias Florencio:

Sin duda que la vida tiene ese sabor tan especial, que a veces nos sorprende.

Agradezco leerme y tu comentario,

Esteban
Responder
June 14, 2011

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busy