Comunicacin Interpersonal en la Pareja (Ensayo) -7-
Publicado en May 25, 2011
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TEMA II: Pareja y Sexualidad.
- Claves para el entendimiento de un proyecto común.
Capítulo 7: La sexualidad individual.
- ¿Qué es el sexo?.
- Desarrollo de la sexualidad.
- La sexualidad del hombre.
- La sexualidad de la mujer.
- Los mitos de la sexualidad.
7.1.- ¿Qué es el sexo?.
La palabra sexo deriva del latín "sexus", y es una condición orgánica que distingue al macho de la hembra en los organismos heterogaméticos (heterosexualidad entre los humanos y las humanas). La heterogamia, en la biología humana, donde se llama heterosexualidad, es la fusión de dos gametos diferentes, que constituyen el modo de reproducirse más frecuente; así que la heterosexualidad es el carácter de heterosexual; o sea, persona que experimenta atracción por otras personas del sexo contrario.
Tengo que aclarar que ser del sexo contrario no significa ni quiere decir ser del sexo opuesto porque, al igual que las cargas eléctricas posItivas (ánodo) y las cargas eléctricas negativas (cátodo) se atraen entre sí, de la misma manera el sexo masculino (o género masculino) siente atracción por el sexo femenino (o género femenino) por su propia naturaleza. Los hombres y las mujeres o, viceversa, las mujeres y los hombres se atraen como dos cargas eléctricas de carga positiva y de carga negativa; de manera especial cuando al hombre le gusta cierto tipo de mujer y a la mujer le gusta cierto tipo de hombre.
Ahora veamos qué dicen algunos expertos y/o expertas sobre los que es el sexo antes de continuar... pero, antes de ello, debo definir lo que son los gametos. De Wikipedia, la enciclopedia libre, obtengo la siguiente definición: "Los gametos son las células sexuales haploides de los organismos pluricelulares originadas por meiosis a partir de las células germinales o meiocitos (células diploides); los gametos reciben nombres diferentes según el sexo del portador: óvulos y espermatozoides; una vez fusionados producen una célula denominada cigoto o huevo fecundado que contienen dos conjuntos de cromosomas por lo que es diploide. Los gametos son células compuestas por un solo juego de cromosomas (tienen una versión única de la información genética que determinará las características físicas de la persona) que durante la fecundación se fusionarán con otro gameto del sexo opuesto para formar el cigoto. A la formación de gametos se le llama gametogénesis. Los órganos que producen los gametos se llaman gónadas en los animales. En los animales, los gametos proceden de una estirpe celular específica llamada línea germinal, diferenciada en etapas tempranas del desarrollo, y se llaman óvulo el femenino y espermatozoide, el masculino".
¿Qué dice la Real Academia de la Lengua Española sobre éste término?. Como siempre, es breve y concisa: "Palabra que deriva del griego γαμετή, esposa, o del griego γαμέτης, marido. Biológicamente es cada una de las células sexuales, masculina y femenina, que al unirse forman el huevo de los animales". Muy breve, muy conciso y muy claro... pero fijaos bien en lo que dice al principio: deriva de esposa y de marido. Luego es cierto que una familia sólo la forman un solo hombre cuando se une a una sola mujer... y sólo en ese caso se está formando una familia.
¿Qué más podemos investigar sobre los gametos?. Vamos allá. He aquí una selección de diversas definiciones que recojo de algunas páginas webs de Internet:
Los gametos (del griego Gameto, cónyuge) son unas células sexuales haploides de organismos pluricelulares que reciben nombres diferentes según el sexo al cual pertenezcan y son más comúnmente conocidos como óvulos y espermatozoides.(es.wikipedia.org/wiki/Gametos)
Gameto.- Cada una de las células sexuales que al fusionarse, durante la fecundación, forman un nuevo individuo (es.wiktionary.org/wiki/gameto)
Células sexuales que contienen la mitad de la información genética de una persona. Los gametos masculinos se denominan espermatozoides y los gametos femeninos se denominan óvulos. (www.docshop.com/es/education/fertility/glossary).
Célula que contiene la información sexual, masculina o femenina (cromosoma X o cromosoma Y). Se llama así tanto a los óvulos como a los espermatozoides. (usuarios.multimania.es/isra2/diccionario.htm).
Gameto.- Célula sexual madura, capaz de unirse a la del sexo contrario para formar el cigoto. (www.hiperbotanica.net/tema9/glosario9.htm).
Gameto - Célula de reproducción en etapa madura, que puede participar en un proceso de reproducción. (www.pececitos.com/glosario.asp).
Gameto - Células germinales masculinas (espermatozoide) y femeninas (óvulo).
(www.ginefiv.com/glosario_de_reproduccion_asistida.htm).
Gameto - Célula diferenciada sexualmente destinada a tomar parte en un proceso de fecundación. (www.gestialba.com/public/botanico/botancastg01.htm).
Gameto - Célula sexual masculina o femenina, que se une con otro gameto en la reproducción sexual. (www.guiaverde.info/articulos/glosario/glosario-letra-g).
Gameto - Es la célula sexual de la mujer, que al ser fecundada por el espermatozoide forma una nueva célula llamada cigoto que se desarrolla en un feto.(www.jovenesconalas.org/content.php).
Gameto.- Célula sexual para la reproducción de los animales. Hay dos clases espermatozoide y óvulo.(html.rincondelvago.com/terminologia-genetica.html).
Gameto - Célula sexual masculina y femenina, cuya unión desencadena el fenómeno de la fecundación. (www.portalcosmetico.info/G.htm).
Aquí hemos obtenido una información generalizada muy importante porque no sólo nos convencemos de que se llaman espermatozoides si son masculinos y óvulos si son femeninos sino que han aparecido la palabra "cónyuge" (de la cual ya explicamos abundantemente en el primer tema de este Ensayo), la palabra "cigoto", la palabra "fecundación", la palabra "genética", la palabra "reproducción", étcétera, de todo lo cual hablaremos en el siguiente punto del presente Capítulo 7. Ahora nos interesa saber, ya directamente, lo que dicen algunos expertos y expertas sobre lo que es el sexo.
¿Qué es la sexualidad?.- La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época. Así pues, los seres humanos en todas sus acciones manifiestan su sexualidad, desde la forma de vestir, hablar, caminar, etcétera, hasta en aquellas en que se demuestran los afectos, las relaciones con los demás y la búsqueda de la intimidad y del placer. Al igual que con la palabra sexo, en muchas ocasiones el término sexualidad se ha usado para referirse sólo a las actividades que tienen que ver con el placer sexual; sin embargo, como ya se mencionó, la sexualidad forma parte de cualquier expresión humana, ya sea con búsqueda de placer sexual o sin ella. La sexualidad se va modificando en cada etapa de la vida del individuo, y está básicamente determinada por el aprendizaje adquirido en el medio que le rodea. Es por eso que de una edad a otra los intereses sexuales van cambiando, coincidiendo generalmente con los cambios corporales. La sexualidad al irse construyendo ofrece la posibilidad de modificarse para permitir un mejor desarrollo del ser humano. La sexualidad está conformada por los elementos biológicos, es decir, el sexo; los psicológicos, como es el sentirse y pensarse como hombre o mujer; y los sociales, que hacen referencia al comportamiento que establece la sociedad para cada sexo. Entonces se puede entender por sexualidad a la forma en la que cada ser humano se manifiesta como hombre o como mujer, de acuerdo a las normas y valores propios de su cultura y de su época.
¿Qué es sexo?.- La palabra sexo es utilizada frecuentemente para designar diversas cosas. Por ejemplo, cuando se nos pregunta cuál es nuestro sexo, acertadamente respondemos hombre o mujer; sin embargo, la palabra sexo regularmente se utiliza para referirse a actividades que tienen que ver con la obtención de placer sexual. Según el diccionario, sexo se define como "la propiedad según la cual pueden clasificarse los organismos de acuerdo con sus funciones reproductivas". También la definición de la Real Academia, refiere al sexo como "la condición orgánica que distingue al macho de la hembra, en los animales y en las plantas". Estrictamente hablando, el sexo es el conjunto de características biológicas que diferencian al macho de la hembra y que al complementarse tienen la posibilidad de la reproducción.
Estas características biológicas no se refieren sólo a los órganos sexuales, sino también a diferencias en el funcionamiento de nuestros cuerpos. Precisamente, las diferencias de los organismos del hombre y la mujer, son las que permiten que, al unirse sus células sexuales, exista la posibilidad de la reproducción.
Anotemos que ambas definiciones provienen de profesores mexicanos del Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) y del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Más cosas sobre el tema. Como soy muy dado a la labor (cultural por supuesto) de consultar las Encclopedias que merecen la pena de ser consutadas según sea el tema que estoy investigando, vamos a ver qué dice la Gran Enciclopedia Planeta sobre estos dos puntos: sexo y sexualidad.
Del sexo informa que "deriva de la palabra latina "sexum" y que, dentro de la antropología física y biológica, es el conjunto de caracteres anatómicos y fisiológicos que, en el marco de una misma especie (en este caso la especie o raza humana), diferencia los indiviudos en machos y hembras. Los caracteres ligados al sexo de interés antropométrico son las formas de los pechos en las mujeres, el sistema pílico, la consistencia y distribución del panículo adiposo subcutáneo y el timbre de voz, que a su vez están influídos por factores endocrinos. Por su aplicación a la interpretación de los restos fósiles destacan el diformismo esquelético. Cabe citar también la estatura entre los dos sexos observada en toda la población". Sobre algunos puntos que cita tengo discrepancias pero, sobre todo, en lo de la altura. Al menos hoy en día no existen tantas diferencias a favor de los hombres puesto que existen muchos hombres más bajitos que muchas mujeres. De acuerdo en que la mayoría de los hombres son más altos que la mayoría de las mujeres pero no es un valor absoluto. Insisto en que hay muchas mujeres más altas que algunos hombres.
Sobre la sexualidad se lee lo siguiente: "La sexualidad es una de las funciones básicas que caracteriza la vida en la capacidad de reproducción. Cualquier animal humano (y perdón por la palabra animal que añado yo), debe reproducirse para perpetuarse en el tiempo o de lo contrario su especie se extinguiría. La reproducción asegura la continuidad de la especie. El primer mecanismo reproductor que desarrollaron ya los primeros seres humanos consistió en la reproducción sexual. En ella, el individuo hijo o hija se produce por fusión de dos células específicas, llamadas células reproductoras o gametos, uno de los cuales proviene de un progenitor femenino y el otro de un progenitor masculino; es decir, de individuos de sexo distinto. Este sistema tiene la gran ventaja de generar descendientes algo distintos a sus progenitores en lo de adpatarse y en lo de evolucinar (yo añado que por eso declaro y afirmo que nunca han existido dos seres humanos totalmente iguales, ni existen, ni tampoco existirán)".
Debido a esas ventajas, esta forma de reproducirse ambos sexos diferentes (pero no opuestos) yo opino que fue la que creó Dios ya que es un regalo a los seres humanos para, al mismo tiempo que se reproducen, gozen el uno junto con la otra y viceversa dentro de lo que se conoce como matrimonio hombre/mujer. Todo esto es importantísimo que se comuniquen ambas partes de la pareja masculino/femenina a través de la comunicación interpesonal (además de ser un tema de comunicación social en la familia, en los colegios, en las iglesias, etcétera).
Lo que puedo afirmar y afirmo rotundamente es que ninguna prostituta ni ningún prostituto te va a enseñar nada de lo que es aprender qué es el sexo y, mucho menos, qué es la sexualidad (pue sólo es un simple negocio y nunca una educación sexual) y tampoco la fornicación fuera del matrimonio sirve como verdadera escuela para este aprendizaje porque la culpabilidad de que se está engañando a la novia o a la esposa si eres hombre o al novio o al esposo si eres mujer, te pone múltiples fronteras para aprender bien lo que es el sexo y la sexualidad. El método infalible (además de las enseñanzas teóricas de los padres y los profesores y profesoras o consejeros religiosos) es el matrimonio como Dios manda: un hombre con una sola mujer quienes, en la intimidad privada (inviolable por pertenecer a la propiedad privada de ambos) saben no sólo teóricamente sino también a través de la práctica sin sentimiento de culpabilidad alguna porque el sexo fue inventado por Dios para goce y disfrute de los matrimonios formados por un solo hombre y una sola mujer.
Vamos a seguir investigando por Internet a ver si obtenemos algún dato más sobre lo que es el sexo (nunca dejéis de utilizar toda clase de fuentes informativas positivas para elevaros culturalmente y este es un tema como otro cualquiera para ello). Así que sigamos con nuestra "navegación internauta".
Monografías.com: Funciópn Sexual = Sexo más Sexualidad.- El sexo despierta, probablemente, más interés y, al mismo tiempo, más confusión que cualquier otro aspecto de la vida humana. A nivel puramente biológico, el sexo es un mecanismo mediante el cual los humanos, al igual que cualquier otra especie animal y vegetal evolucionada, se reproducen. El proceso consiste en llevar una célula reproductiva masculina (espermatozoide) hacia la célula reproductora femenina (el óvulo) la cual es fecundada. Durante 9 meses, el óvulo fecundado se desarrolla dentro de la madre y se convierte en un nuevo individuo, en una nueva vida. La sexualidad es la capacidad de expresar sentimientos y emociones profundas como el amor que enriquece el espíritu y condiciona muchos aspectos del comportamiento afectivo del individuo.
La función sexual no es otra cosa que la integración armónica del sexo (netamente biológico) con la sexualidad (que se manifiesta mediante la actitud psicológica frente al sexo e implica, al mismo tiempo, la expresión de sentimientos). Mientras la sexualidad se limita exclusivamente a los órganos genitales, es una respuesta instintiva y tiende a la repetición, la sensualidad abre una amplia gama de posibilidades que "junto con el despertar de la imaginación" logra innovadores efectos en quienes saben cómo utilizarla. Algunas personas suelen atribuirle la sensualidad a la mujer y la sexualidad al hombre. Pero, la verdad es que ambos tienen una porción de cada una en su personalidad, tal como los dos comparten lo masculino y lo femenino en su ser. La combinación perfecta incluye sensualidad y sexualidad por igual, un lado sensible y dulce con un aspecto práctico y directo. De hecho, si la relación carece del aspecto sensual, pronto se llega a la monotonía y al consecuente aburrimiento. Una mirada sugestiva, un suspirar al oído o una caricia en el lugar adecuado pueden decir más que mil palabras. Y, lo más importante, de esto es que conlleva la magia de iniciar un juego inagotable que invita a explorar las posibilidades de los cinco sentidos, sin limitarse específicamente al acto sexual".
Ahora que hablamos de los sentidos aplicados a la función sexual quiero hacer un paréntesis en el tema y explicar que no sólo tenemos 5 sentidos (ya reconocidos) sino que se han descubierto, al menos, cuatro más... con lo cual sabemos que, tanto en la función sexual como en cualquier otra función de comunicación interpersonal en la pareja usamos 9 sentidos. Lo expliqué en un texto escrito en Vorem.com. Lo expresé, para hacerlo más agradable para su lectura, en forma de Relato y lo titulé "El Gran Beso de los Nueve Sentidos". Dice así: Dicen los científicos que tenemos muchos más sentidos que los cinco clásicos conocidos. Hasta ahora se han localizado ya con exactitud nueve de ellos: vista, oído, tacto, olfato, gusto, intuición, equilibrio, orientación y movimientos reflejos. Pues bien, a la hora de besar a la persona que amamos tan profundamente como para perder la vida por ella no es que perdamos la vida pero sí que perdemos la memoria si besamos con los nueves sentidos aplicados en el beso. Y entonces los consciente se vuelve inconsciente y es la inconsciencia nuestra única conciencia. He aquí la transcripción literaria del Gran Beso de los Nueve Sentidos: Sólo recuerdo que unos labios de color carmesí han explotado en mi boca han nublado mi cerebro y me han cortado la respiración yo siento que los mios ya no pueden deambular entre las dudas de si ésto es la gloria o sólo un infierno borrascal veo unas lágrimas perlíferas correro por sus suaves y lindas mejillas que se hacen salinosas en mi sentimiento las limpio con las yemas de mis dedos recorriendo la vehemente sensación de su tersura suavemente como si estuviera acariciando esa pluma de ave de faisán que no sé dónde habrá quedado ardiendo entre las llamaradas ancestrales del universo de las expresiones de todos mis poemas versiculares porque el ubérrimo y libérrimo beso de ella me nubla la vista como si hubiesen entrado en mí todos los huracanes de la atmósfera que aventan las hojas de papel que dejan de existir en el sabor de su torbellino sus latidos son telúrica y tórrida energía ancestral inundándome de arcanos envites el corazón es un asalto de mujer y lo único que hago es atrapar con mis brazos su hermosamente torrencioso cabello mineral y su bello cuello se estremece cuando atraigo su encarminada boca frutal más cerca de la mía para apretar mis labios para que se hunda el beso con tanta intensidad que sea imposible que ella no sea real abro los ojos para intuir la insaciedad de mi deseo sus calientes labios y mi ansiosa boca son sólo un imán sus labios no tienen fronteras mi boca es solo infinitud no poseo elementos mortalmenter humanos ni eternamente divinos capaces de poder vivir en esta locura ya no oigo más que el ruido del tacto de mi piel suavizando otra piel que es la suya retumbando en mi cerebro un sonido de música explosiva que me explora más allá de mis consciencias no hay ningún espacio más allá de nuestra piel fundida en un solo milímetro de ansiedad que no prevé más que la ilimitada sensualidad de sus sabores siento que mis manos se aferran a sus palpitantes sensaciones siento sus manos acariciando la ternura de la laguna de mis emociones para agradecer mi decisiva voluntad de hombre mágicas incursiones penetran en los tiempos de mi memoria no existe ninguna distancia entre su corazón y mi sentimiento ambos están profundamente unidos en un mismo latir hundo mi voz en lo profundo de sus abismos saboreo las vibraciones de su agitada respiración por qué no intentar quemar todos mis delirios en la lúdica sensación de su expresivo gesto ardo dentro del infinitesimal hueco de la gloria virginal de su alma que fecunda mi pecho es una bendición de lúdicas posesiones bebiendo licores de su cáliz estremecedores temblores de piel son sus caricias temblores de volcán mis emociones torturas de conquista porque sé que ella existe de verdad y es todo mi universo existencial ella es mi esencia vivencial ella es mi presencia profundamente eternizada y mi unción elemental yao solo soy beso fueguino que se inmortaliza preñando su verbo sin fin sin fin sin fin". Tengo que aclarar que este relato es, en realidad, un pequeño trozo sacado de mi novela "Greta".
Pues bien, después de este paréntesis, sigamos con el tema para darlo por finiquitado ya que está claramente definido ya. Esto es lo que han dejado escrito el trío compuesto por M. Pérez, J.J. Borrás y X. Zubieta en "Soitu.es": Una de las grandes preocupaciones de muchas personas es la relación que existe entre el amor y el sexo. Hay quienes opinan que es perfectamente posible separarlos, mientras que para otros dicha separación no es posible ni tampoco deseable". Por su parte, en el mismo blogg escribe M.A. Martín: "Es un tema con tantas implicaciones y entresijos que conviene ir por partes y destacar algunos aspectos. En primer lugar, resulta necesario crear un contexto para nuestra exploración. Los alcances de la sexualidad son inmensos y muchas veces insospechados. Tanto, que en bastantes ocasiones la comprensión que se tiene del término «sexo» resulta algo confusa y vaga. Si tomamos en cuenta los múltiples tabúes a los que ha estado sujeto el sexo no debiera sorprendernos. En términos generales, el concepto que la gente tiene del sexo varía dependiendo de la edad, la educación, la cultura, el entorno familiar, la experiencia... La edad es un factor que suele influir con respecto al concepto que se tiene del sexo. Asimismo, puede también influir en las actitudes que genera. De hecho, la edad a veces se utiliza como razón para explicar una cierta intolerancia o incomprensión hacia el sexo y la sexualidad. Esto es, a mayor edad, supuestamente, mayor intolerancia. Esto no siempre es así, recordamos con mucho cariño charlas que hemos dado a grupos de personas muy mayores, que con su gracia y desenfado han dado lecciones de tolerancia y ganas de disfrutar del sexo y de la vida. Y estamos hablando de personas de más de 70 años, tanto hombres como mujeres. Los factores de la educación y la cultura están estrechamente relacionados. Vivimos en una cultura fuertemente influenciada por el legado judeo-cristiano. La mayoría sabemos lo que esto significa. Es decir, durante siglos se ha considerado que el sexo debe cumplir la función de la procreación y poco más. Aunque este tipo de mensaje está cambiando y, de hecho, existe una mayor libertad, la sombra del pecado y la culpa, inconscientemente, puede pasar factura en algunas personas. La educación, por su parte, suele realizarse dentro de un contexto cultural. Sin embargo, es verdad que muchas personas han intentado centrarse en los aspectos positivos de la actividad sexual. Pueden contemplar el sexo como algo placentero y divertido, como una oportunidad para acercarse a la pareja y crear mayor intimidad. Sin embargo, como ya hemos sugerido antes, inconscientemente las personas han asimilado una serie de consignas negativas con respecto al sexo. En el fondo, y muchas veces sin darse cuenta, uno de los mensajes que se siguen propagando es que el sexo es algo peligroso, que hay que evitar. Por todo ello, no es de sorprender que en ocasiones no se sepa muy bien qué engloba el sexo y el lugar que tiene la afectividad en todo esto. ¿A qué crees que se deba tanta confusión con respecto al sexo?. ¿Por qué todavía algunas personas sufren en silencio sus dudas con respecto a la sexualidad?. ¿Qué factores crees que influyen en la concepción del sexo y del amor?. ¿Qué es para ti el sexo?".
Amigo lector y amiga lectora del presente Ensayo, hazte primero estas preguntas a ti mismo o a ti misma y luego coméntalas con la otra parte de tu pareja. Yo sólo digo lo siguiente: los cristianos y cristianas que me están leyendo saben perfectamente lo que les digo. Y lo repito cuántas veces sean necesarias. Es dentro del matrimonio hombre/mujer celebrado como Dios manda donde más y mejor se goza del sexo y de la sexualidad. De todo lo relacionado con Dios y la Sexualidad humana ya hablaré con mucho más detalle en el capítulo 12. Ahora dejo las preguntas en el aire y que cada cual piense libremente lo que desee. Es, en fin, otro acto de libertad para ellos y ellas mientras que para nosotros y nosotras es un acto de liberación. No es lo mismo libertad (que no existe en valores absolutos porque siempre es relativa) que liberación (que nosotros y nosotras sabemos que viene de Dios y que existe en toda su plenitud). Cada ser humano tiene derecho a exponer sus opiniones y los "otros" y las "otras" han abusado mucho, a través de la Historia Humana, de "hablar" lo que para nosotros son necedades... asi que ha llegado el momento histórico de que nosotros y nosotras hablemos sensateces.
7.2.- Desarrollo de la sexualidad.
Es un error creer que no existe sexualidad en las primeras épocas de la infancia y que sólo aparece a partir de la pubertad. Es un error de graves consecuencias ya que, debido al desconocimiento, ha habido casos de niños y de niñas (sobre todo niños) que se desviaron de su naturaleza sexual original por culpa de no haber sido los padres capaces de comprender lo que les sucedía. Observad detenidamente a los niños y las niñas de un jardín de infancia y veréis cómo es cierto que sí existe atracción entre los dos sexos diferentes. Cuando no existe represión alguna (uno de los grandes males de las generaciones de nuestros antepasados) los niños y las niñas juegan juntos. Esto no sucedía en la España franquista, por poner un ejemplo, salvo para los de las clases altas o muy altas. Ahora, para confirmar o negar tal afirmación mía, vamos a ver qué dicen los especialistas que han estudiado las diversas etapas del desarrollo de la sexualidad en los seres humanos. De lo leído de Joavml vamos a seleccionar lo que necesitamos saber sobre la sexualidad.
El desarrollo y, en general, la vida del ser humano se desenvuelve a través de sucesivas etapas que tienen características muy especiales. Cada una de ellas se funde gradualmente en la etapa siguiente. Sin embargo, no hay un acuerdo unánime para determinar cuántas y cuáles son esas etapas. Tampoco se puede decir cuándo comienza exactamente y cuándo termina cada etapa, pues en el desarrollo influyen diversos factores individuales, sociales y culturales. Por eso se dice que cada ser humano tiene su propio ritmo de desarrollo. En general, se considera que las etapas del desarrollo humano son las siguien: Pre-natal, Infancia, Niñez, Adolescencia, Juventud, Adultez y Ancianidad (según Ubaldo).
La etapa pre-natal se desarrolla en el vientre materno, desde la concepción del nuevo ser hasta su nacimiento. Pasa por tres periodos:
Periodo zigótico: Se inicia en el momento de la concepción, cuando el espermatozoide fecunda al óvulo y se forma el huevo o zigoto. Este comienza entonces a dividirse y subdividirse en células y aumenta de tamaño hasta formar el embrión, que al final de la segunda semana se arraiga en el útero.
Periodo embrionario: Dura unas 6 semanas, en las cuales el embrión se divide en tres capas que se van diferenciando hasta formar el esbozo de los diversos sistemas y aparatos corporales.
Periodo fetal: Es la culminación del embrión. El feto ya tiene la definida forma de un ser humano, que después de desarrollarse aceleradamente durante 7 meses, abandona el claustro materno en el acto del nacimiento.
Hoy en día se da mucha importancia a esta etapa, puesto que se ha comprobado que precedentemente al nacimiento hay formas de actividad. La madre, con sus situaciones psicoafectivas troquela en el feto su propia urdiembre. Por medio de ella llegan al niño los primeros mensajes de la vida. Recepta la alegría o la contrariedad del padre, el alborozo o fastidio de sus hermanitos, las angustias y satisfacciones de la madre... Esta etapa es la materia prima de las demás. Se está gestando ya el futuro de su personalidad. Todo lo que pasa dentro y fuera de su fuente vital deja huella en su ser. A partir de los tres meses la personita responde a los estímulos internos y desde los seis meses a los externos. Hay, pues, formas de sensación y actividad. Se puede suponer un psíquico elemental, difuso, con un estado indistinto de sueño, con variaciones afectivas de malestar y bienestar.
La Infancia es la etapa comprendida entre el nacimiento y los seis o siete años. Reacciones emocionales indiscriminadas de agitación y excitación que acompañan a los movimientos espontáneos y que se producen ante estímulos agradables o desagradables (yo añado que aquí ya intervienen por lo tanto las reacciones sexuales también). A los 15 meses: Ya camina solo. A los 2 años: Sube las escaleras solo. A los 3 años: Corre de una manera más uniforme, puede lavarse y secarse las manos solo, alimentarse con una cuchara sin ensuciar demasiado, ir al baño, responder a instrucciones (y es en este punto donde yo añado que también sabe distinguir a ambos sexos). Mediante su exaltada fantasía dota de vida a los objetos y se crea un mundo psicológico especial (añado algo mu yimportante: comienza a tenr fantasías sobre los niños o niñas del sexo diferetne). Fase elíptica: El infante desarrolla un intenso amor por el progenitor del sexo opuesto. El niño se apega a la madre y la niña al padre. Y queda demostrado que en la infancia sí que existe atracción por el sexo diferente y no sólo con losn padres y las madres sino con el resto de niños o niñas de la vecindad.
La NIñez: La escuela contribuye a extender las relaciones sociales que son más incidentes sobre la personalidad (y yo añado que una de las principales es el conocimiento de la diferecnia que existe entre los dos sexos). Adquiere un comportamiento más firme sobre sus realidades emocionales (y en estas emociones están, por supuesto, las emociones y las fantasías sexuales con niños o niñas del sexo diferente al suyo).
Preadolescencia: Desarrolo sexual. Tendencia a la separación entre chicos y chicas. Gran curiosidad por todo lo relacionado con la sexualidad.
Adolescencia propiamente dicha: Desarrollo sexual. La sexualidad del adolescente no es sólo un fenómeno psico - fisiológico, sino también socio - cultural. Los valores, costumbres y controles sexuales de la sociedad en que vive el adolescente determinan en gran parte su actitud y comportamiento psicosexual. Todos los adolescentes en un momento dado se preocupan más o menos de su desarrollo sexual pero de ello no hablan espontáneamente sino en un clima de gran confianza. La tensión sexual que tiene todo adolescente es el resultado de tres tipos de estimulantes que operan de forma compleja: La acción de mundo exterior, la influencia de la vida psíquica y la acción del organismo. En la adolescencia comienzan las primeras atracciones heterosexuales, la chica es más corazón y el chico es más cuerpo. La chica es más exhibicionista que el chico.
Juventud en la vida afectiva y sexual: Mirando hacia atrás, un joven se ríe de sus fracasos sentimentales, porque empieza a descubrir lo que es realmente el amor. El joven varón, luego de sentirse atraído por el físico de las chicas y por las chicas que llenaban determinadas cualidades, ahora necesita amar a una sola persona con quien proyectar posteriormente una comunidad de vida. La joven deja de soñar en su príncipe azul, para aceptar un muchacho como es, e iniciar un diálogo de amor auténtico. El amor ya no es para él o para ella un simple pasatiempo, una necesidad social, un escape, una compensación, sino un compromiso serio y respetuoso con la persona a quien ama. Todo esto implica que el joven es ya dueño de sí, controla sus impulsos y así se desempeña oportunamente.
La adultez es la etapa comprendida entre los 25 a los 60 años aproximadamente, aunque como es sabido, su comienzo y su término dependen de muchos factores personales y ambientales. En esta etapa de la vida el individuo normalmente alcanza la plenitud de su desarrollo biológico y psíquico. Su personalidad y su carácter se presentan relativamente firmes y seguros, con todas las diferencias individuales que pueden darse en la realidad. Así, hay adultos de firme y segura personalidad capaces de una conducta eficaz en su desempeño en la vida; hay otros de una personalidad no tan firme ni segura; finalmente existen los que adolecen de una pobre y deficiente manera de ser (personalidad) que los lleva a comportamientos ineficaces y hasta anormales. El adulto maduro se distingue por las siguientes características:
·Controla adecuadamente su vida emocional, lo que le permite afrontar los problemas con mayor serenidad y seguridad que en las etapas anteriores.
·Se adapta por completo a la vida social y cultural. Forma su propia familia. Ejerce plenamente su actividad profesional, cívica y cultural. Es la etapa de mayor rendimiento en la actividad.
·Es capaz de reconocer y valorar sus propias posibilidades y limitaciones. Esto lo hace sentirse con capacidad para realizar unas cosas e incapaz para otras. Condición básica para una conducta eficaz.
•Normalmente tiene una percepción correcta de la realidad (objetividad), lo cual lo capacita para comportarse con mayor eficacia y sentido de responsabilidad.  
El adulto inmaduro presenta características completamente opuestas:
·Es contradictorio en su comportamiento (incoherente) y no controla sus reacciones emocionales.
·No percibe la realidad tal como ésta es (falta de objetividad).
·Menos consciente, responsable y tolerante (falla en el trabajo)
•No se adapta adecuadamente a la vida social (inadaptado)  
La ancianidad es la etapa final de la vida, conocida también como tercera edad, se inicia aproximadamente a los 60 años. Se caracteriza por una creciente disminución de las fuerzas físicas, lo que, a su vez, ocasiona en la mayoría una sensible y progresiva baja de las cualidades de su actividad mental. La declinación biológica se manifiesta por una creciente disminución de las capacidades sensoriales y motrices y de la fuerza física; las crecientes dificultades circulatorias, ocasionadas por el endurecimiento de las arterias; y en general, el progresivo deterioro del funcionamiento de los diversos órganos internos. El anciano va perdiendo el interés por las cosas de la vida, y viviendo cada vez más en función del pasado, el mismo que evoca constantemente, ya que el presente y el futuro le ofrecen pocas perspectivas. Por eso es predominantemente conservador y opuesto a los cambios, pues así se siente seguro. Como consecuencia de la declinación biológica, y por factores ambientales, también se van deteriorando las funciones intelectuales (inteligencia, memoria, pensamiento, etcétera). Pero este deterioro es muy distinto en las diversas personas, dándose el caso de ancianos de avanzada edad que se conservan en excelente forma. Los rasgos de la personalidad y del carácter se van modificando. Los ancianos que han tenido una adultez inmadura no saben adaptarse con facilidad a sus nuevas condiciones de vida. Manifiestan entonces una marcada tendencia a la desconfianza, el egoísmo, la crítica aguda (especialmente a los jóvenes) y reaccionan agriamente contra sus familiares y el ambiente social. En cambio, otros ancianos, que fueron adultos maduros, se adaptan mejor a su nueva situación y muchos hasta parecen exagerar el optimismo, buen humor y generosidad. Esto se debe a que, en el fondo, en la vejez se acentúan los rasgos que distinguieron el carácter en la adultez, por lo mismo que el individuo ya no es capaz de ejercer un completo control y dominio de sus manifestaciones psicológicas.
En los individuos especialmente dotados, la ancianidad es una etapa de gran comprensión, equilibrio y productividad. Tal es el caso de personalidades ilustres que siguieron contribuyendo activamente a la vida social y cultural de su época cuando ya la mayor parte de sus coetáneos descansaban en sus cuarteles de invierno.
La ancianidad es la etapa final de la vida y debe merecer el más grande respeto, consideración y protección.
Atención al siguiente texto de Ximena Santa Cruz Bolívar, psicóloga de la Universidad de Chile, porque es sumamente interesante y que se titula "El desarrollo de la sexualidad y la familia": La sexualidad es la forma que tenemos de vivir y experimentar nuestro sexo. Con la expresión "Nuestro Sexo" nos referimos a la parte biológica, es decir, nuestros genitales y las hormonas que determinan que seamos y sintamos como hombre o como mujer. La sexualidad se refiere a la forma de sentir, vivenciar y actuar que tenemos hombres y mujeres. Tiene que ver con nuestro cuerpo y las sensaciones que él nos genera desde que nacemos hasta la muerte. La sexualidad empieza su proceso de formación desde el primer encuentro que el bebé tiene con el mundo, que en ese momento se centra principalmente en su madre. Las primeras vivencias relativas a la sexualidad tienen que ver con el contacto con sus padres y las sensaciones de satisfacción asociadas a este contacto (tomar pecho, dormirse junto a ellos, ser acariciados, etcétera). Así los niños van aprendiendo según como se relacionan sus padres con él, a establecer contacto con el mundo en lo que se refiere a su sexualidad. Por ejemplo, si los padres tienden a acariciar poco al niño éste aprenderá a mantener cierta distancia y establecerá más tarde relaciones con los demás de acuerdo a esta forma de relacionarse que aprendió de sus padres. De esta manera cada familia formará a sus hijos desde muy temprana edad en una determinada manera de ver su sexualidad, que es única y particular. La familia juega un rol muy importante ya que determina la forma de percibir y enfrentar el mundo. Según lo que aprendamos en nuestra familia de origen actuaremos y determinaremos lo que es aceptable o inaceptable, para nosotros y los nuestros. En este sentido la familia es fundamental para construir la visión que se tenga de la sexualidad. En la familia se va aprendiendo lo relativo a esta a través de lo que enseñan los padres, cómo los hijos ven a sus padres vivir su propia sexualidad y cómo se desarrolla la sexualidad al interior de la vida familiar. Todo ésto está inevitablemente determinado por los valores y reglas de la cultura de cada país. En nuestro caso esos valores son cristianos, aún cuando no estemos ligados a ninguna iglesia. Cada familia establece qué es lo más adecuado o no, para el desarrollo de sus hijos. Una familia puede ser más bien represiva o tradicional frente a la sexualidad y su hijo tener un muy adecuado desarrollo de su sexualidad de acuerdo con los valores que en ella aprendió. Una familia que valora la expresión y contacto de sentimientos asociados a la sexualidad puede formar hijos con un muy adecuado desarrollo de la sexualidad, pero con valores muy diferentes a los de la familia anterior. Ambos estilos son igualmente válidos, igualmente sanos si las reglas, valores y formas de vivirlas que ellos tienen son congruentes entre sí y las reglas que regulan estas acciones están claras. Esto quiere decir por ejemplo: que una familia que respeta y busca la privacidad respecto de la sexualidad, no puede intentar cambiar su estilo y tratar de mostrar el desnudo como algo natural. Si lo hiciese la tensión que eso le provocaría tanto a los padres como a los hijos sería muy grande y los desconcertaría a todos. Imagínense a uno de esos padres tratando de pasearse desnudo delante de sus hijos, muerto de vergüenza y muy nervioso. Es mejor entonces que cada familia actúe de acuerdo a como le resulta más natural y cómodo para su forma de vivir la sexualidad. El desarrollo de la sexualidad en los primeros meses de vida del niño va a estar determinado por la relación de éste con sus padres. Los padres deben estar atentos y responder a las señales a lo que el bebé emite. Para estimular un desarrollo normal de la sexualidad y sensualidad del niño, es fundamental que ambos padres tengan un contacto físico y afectivo con el niño de una manera natural (sin forzar un encuentro cuando este no sale espontáneo). Al hablar de contacto físico con el niño nos referimos a expresar cariño, afecto y seguridad; al besar, tocar, arrullar, mirar y alimentar al bebé, y esta sensualidad no tiene relación con lo que los adultos reconocemos como contacto sexual. Sin embargo se trata de un aspecto importante en el desarrollo sexual del niño. El niño tiende de manera natural a explorar su propio cuerpo y el tocarse le resulta grato y placentero, tal como sucede con los adultos. Esta expresión de la sexualidad de los niños es algo normal y positivo para su desarrollo afectivo y es por ello que es necesario no inhibir su expresión aún cuando nuestras creencias culturales señalen lo contrario. Es en esta etapa del desarrollo emocional del niño que se pueden prevenir algunas disfunciones o problemas futuros. Por ejemplo un niño que es castigado por tocar su cuerpo con curiosidad, puede tender a sentir mucha culpa e inhibir otras actividades que son normales para su desarrollo sexual llevándolo a tener dificultades emocionales. En este sentido cada familia regulará la forma de expresión de la sexualidad en los niños, de acuerdo a sus creencias y valores. Otro aspecto que es muy importante para el desarrollo de las familias en lo que se refiere a la sexualidad, es el tema de la intimidad. Esto quiere decir que cada familia tiene su espacio y su definición de entre quienes se permite establecer un contacto más intimo (la pareja; padres e hijos) siempre dejando muy claro qué tipo de contacto es el aceptado para cada tipo de relación. La relación sexual de la pareja es algo propio y muy privado para ellos y si bien la pareja puede hacerse cariño delante de los niños, ellos son los encargados de hacer valer su necesidad de estar solos cuando quieran tener relaciones sexuales. Otro ejemplo es el contacto que se establece entre madre e hijo o padre e hija que permite por ejemplo que entre ellos se besen y se acaricien con mucho afecto y confianza. Este tipo de relación no se tiene con otras personas aún cuando estos otros sean muy queridos y cercanos (por ejemplo abuelos o tíos). Esta cercanía que es parte del desarrollo de la sexualidad no tiene que ver con un contacto sexual, por muy placentero que sea sentirse cerca el uno del otro (especialmente entre padre e hija o madre e hijo). En la práctica los niños tienen muy claro esta diferencia y establecen la distancia necesaria en forma natural. Cabe recordar que siempre la familia misma es quien determinará como establece estas normas de acuerdo a su historia y estilos propios.
Para terminar con la exhaustiva información que existe sobre este tema y como estoy tratando de la comunicación interpersonal entre el hombre y la mujer que forman el matrimonio según nos indica Dios, a continuación os presento algo muy interesante sacado de Wikilearning para que lo desarrolléis con la otra parte de vuestra pareja heterosexual y antes de que aporte yo mis propias ideas sobre el asunto. El tema es extenso pero tan interesante como el anterior para ser hablado entre las dos partes de la pareja hombre/mujer.
LA SEXUALIDAD EN PREESCOLAR (4 A 6 AÑOS).- Cuando los niños y las niñas llegan a preescolar se enfrentan con un mundo desconocido. Su mamá, su papá, sus hermanos o hermanas, el espacio familiar de su casa, sus juguetes, todos aquellos elementos con los que han venido relacionándose a lo largo de su corta vida, y que constituyen el universo donde se sienten seguros, quedan atrás, en casa. Ante la nueva situación, la conducta de cada infante será diferente, pues habrá quienes ya hayan conocido los jardines de niños, quienes estén acostumbrados a vivir medio día en la casa de la abuela o de algún familiar o amigo y, también, aquellos para quienes sea la primera vez que son dejados "solos en el mundo". Las reacciones, como lo saben perfectamente las maestras de este ciclo educativo, son de muy diversa índole. Ahí comienza propiamente para los infantes otra etapa de su proceso de socialización: la escolaridad. Convivir con adultos y niños ajenos a la familia, aprender otros juegos, el abecé del conocimiento, tener, en suma, otras experiencias. Para comprender mejor a los niños y a las niñas en esta etapa, hay que tener en cuenta el paradójicamente largo recorrido que han hecho desde su nacimiento; desde esa etapa llamada lactancia y que abarca hasta los doce meses de edad, pues, si cuando nacemos contamos únicamente con el llanto y los gestos para comunicarnos, a los cinco años de edad, niños y niñas disponen ya de un amplio vocabulario. Así también, los adelantos conquistados en el área motora entre el año de edad y los cuatro o cinco son sorprendentes: quienes al año apenas se atrevían a ensayar sus primeros pasos, a los cuatro corren y brincan con agilidad. Así, quienes durante la lactancia se llevaban todo a la boca para probarlo y conocerlo, a los cinco años, más bien, preguntan por todo. Esta curiosidad, presente desde el nacimiento -como ya hemos visto en el capítulo correspondiente- y que ha sido en todas las épocas el motor de la historia humana, es la que hace que niños y niñas en preescolar pregunten acerca de todo a sus padres y maestros. No es extraño que una niña diga, por ejemplo: "¿Por qué mi hermanito y yo no somos iguales?" o "¿de dónde vienen los niños y adónde se van los que se mueren?"; ni que un niño pregunte: "¿Yo cómo nací?". En esta etapa la curiosidad está orientada hacia todo y, por supuesto, hacia el propio cuerpo y hacia el entorno. Son los años en que niños y niñas quieren saber por qué son diferentes unos de otras, cómo nacen los bebés, cómo son los adultos y, también, es la época en que comienzan las preguntas acerca de la vida sexual de los padres. Todas estas dudas son perfectamente naturales: surgen del desarrollo físico, intelectual y emocional, y habrán de responderse de la manera más sencilla y veraz, sin mentiras, sin pena, pues hay que entender que para ellos tales preguntas no tienen ninguna carga: son resultado de la curiosidad natural, de una curiosidad como la que sienten hacia cualquier otro asunto. Resolver las dudas infantiles acerca de la sexualidad, con la sencillez propia para estos años, permite que niños y niñas adopten frente a estos temas una actitud de sana naturalidad. Para responder correctamente a las inquietudes de niños y niñas en materia sexual es decisiva la disposición que se adopta, pues según sea la actitud que el adulto tenga hacia la sexualidad y hacia sí mismo ofrecerá un ejemplo con el que los menores manejarán su propia sexualidad. Que los padres se muestren con naturalidad, empatía, cercanía, confianza y atención hacia lo que sus hijos plantean, permitirá promover una educación sexual positiva. Son los años en que, por virtud del desarrollo físico y emocional, como ya se ha dicho, niños y niñas tienden a tocar sus genitales: se están conociendo. Es muy importante que cuenten con la guía y la comprensión de sus padres, quienes necesitan saber que las sensaciones que sus hijos experimentan no los dañan. El autoerotismo infantil existe y no tiene por qué ser reprimido ni castigado, debe encauzarse, haciendo que los pequeños comprendan el respeto a la intimidad y a los sentimientos de los demás. El autoerotismo es normal mientras no se convierta en la única forma de obtener satisfacciones, afectos o logros; si el menor deja de hacer otras cosas -jugar, aprender, relacionarse con los demás, salir- por entregarse al autoerotismo, ello es indicio de que vive angustiado o de que tiene algún problema que canaliza de ese modo. Conviene que un especialista lo atienda, pues seguramente estará necesitado de ayuda. El autoerotismo no es lo que causa la ansiedad, sino la ansiedad, ocasionada por muchas otras causas, es la que provoca la persistencia de esa conducta en algunos pequeños. Si durante esta etapa en que los niños son preguntones, se da el caso de que alguno por timidez no pregunte, convendrá que los maestros sirvan de puente y sugieran a los padres que busquen la manera de plantear el tema en los momentos de convivencia familiar, durante la comida, por ejemplo. Si los padres hablan de matrimonio, de amor, de embarazo, de nacimiento, etcétera, crearán un ambiente de confianza en el que el pequeño sentirá que en su hogar se puede hablar de todo. Desde luego deberá hacerse de acuerdo con la edad de los pequeños y teniendo en cuenta las implicaciones de todo lo que se diga. En esta etapa también pueden presentarse, en familias de tipo nuclear, tendencias de carácter sexual hacia los progenitores. Entre los 3 y los 5 años, hay un momento en el que algunos niños quieren a su mamá toda para ellos, y otro tanto ocurre con algunas niñas respecto de su papá. Frases como "me quiero casar contigo" o "quiero ser tu novia" son frecuentes en estos casos, igual que ciertas conductas de hostilidad hacia el progenitor del mismo sexo. Ante esta situación, ambos padres habrán de ser cuidadosos: el padre debe mantenerse en su lugar de esposo, y la madre no alimentar con hechos ni con palabras esa clase de amor. Una madre no debe llamar a su hijo "mi hombrecito", o "mi noviecito"; ni un padre, llamar a su hija "mi noviecita" o "mi mujercita". Esos son los papeles que a ciertos niños y niñas les gustaría asumir y a los que deben renunciar, mientras más pronto mejor. Los padres no deben preocuparse demasiado, pero tampoco ser indiferentes ante dichas inclinaciones que manifiestan sus hijos y, mucho menos auspiciarlas, ya que podrían contribuir a que el padre o la madre, entusiasmados con el apego filial consideren a su hijo o a hija de su absoluta propiedad, lo mantengan aislado del resto de las personas o le impidan ser independiente. Tampoco es conveniente que "para que no se haga ilusiones" los rechacen en todo y los traten con extrema dureza. Cuando el padre o la madre tienen claro su papel y se conducen como lo que son con sus hijos, aseguran y fortalecen su posición única en el cosmos afectivo de los hijos. ¿Qué recomendaciones pueden hacer los maestros y las maestras a los padres de familia con niños en edad preescolar?. Una, muy importante, ya la hemos mencionado: la actitud con la que los padres deberán hablar con sus hijos e hijas cuando éstos pregunten acerca de temas sexuales: una actitud de naturalidad, sin miedos ni vergüenzas, sino de confianza, respeto y atención; sin solemnidad ni artificio, aunque sí con la delicadeza suficiente que requiera el tema. Esta actitud es válida para cualquier edad de los hijos, pero particularmente importante con los infantes. Hay que escuchar exactamente qué quieren saber los menores, qué sentimientos o miedos están detrás de las preguntas que formulan. Es preciso saber qué se imaginan, así como qué situación o persona motivó la duda. Lo mejor en estos casos es pedir al niño o a la niña que explique lo que cree saber acerca del asunto que causa su inquietud. Eso dará a los padres una idea del nivel de complejidad que su hijo o hija es capaz de recibir en la respuesta, pues así como hay que desterrar conceptos erróneos, tampoco conviene responder con explicaciones que no estén al alcance del pequeño por su complejidad o profusión. Por ejemplo, una de las cuestiones que más inquieta a los niños es saber cómo nacen. Desde temprana edad ellos ya saben que nacen del cuerpo de su madre, pero sus preguntas ahora exigen más detalles. Lo conveniente es propiciar un diálogo a través de preguntas y respuestas, de tal modo que el adulto conozca la idea que al respecto tiene la niña o el niño: "Tú, como crees?" Las respuestas generalmente varían y, a veces, son formuladas como pregunta: "¿Como los gatos?" En estos casos conviene pedir a los niños que expliquen la idea que tienen: "¿Por qué crees que es así?" Luego de escuchar la explicación del niño es preciso confirmar sus aciertos y plantearle otra pregunta o alguna explicación que cuestione el aspecto equivocado de su idea. Si el niño ha dicho, por ejemplo, "Como los gatos" conviene destacar las semejanzas y las diferencias; hablarle del entendimiento, de los sentimientos y del acuerdo que debe existir entre las personas que deciden tener un bebé. Con todo, es muy probable que los niños demanden más detalles: "¿Por qué se forma el bebé y por qué es hijo de un hombre y una mujer?" Éste es el momento en el que convendrá una explicación como la siguiente: "Cuando dos personas se quieren pueden tener un hijo como tú. Esas dos personas son el papá y la mamá"... "¿Cómo tú y mi papá?" "Sí... el hombre pone dentro de la mujer una semilla que va creciendo aquí"... "¿En la panza?", "Sí, en el vientre, ahí va creciendo y creciendo y a los nueve meses nace un bebé". Conversaciones de este tipo son de gran utilidad para el niño o la niña, pues, sin haber recibido una lección de obstetricia, comienzan a entender cómo nacen realmente los niños y, sobre todo, sienten confianza hacia sus padres: ellos saben y entienden sus dudas. Niños y niñas suelen poner a prueba la sinceridad de sus padres y no es extraño que busquen la ocasión de volver a plantear su pregunta frente a la gente. En estos casos, el adulto deberá responder lo mismo. De ese modo reafirmará la confianza de su hijo o hija y, principalmente no dará a estos temas un carácter clandestino. De lo que se trata es de que el menor encuentre en sus padres el apoyo y la comprensión que necesita para desarrollarse sanamente, sin vergüenzas, sin culpas, ni mentiras. De ahí que los padres nunca deban reprobar una pregunta, sino encauzarla dando a sus hijos la oportunidad de desarrollarse sanamente.
LA SEXUALIDAD EN PRIMARIA (7 A 12 AÑOS).- Para la gran mayoría de los niños, la primaria representa el ingreso a un mundo completamente nuevo, pues, aunque la mayor parte hayan asistido ya a preescolar, la experiencia de la primaria no tiene precedentes: una sociedad "inmensa" donde hay infinidad de niños y de niñas, donde el objetivo es aprender, donde existen horarios, exámenes, tareas; un corto tiempo destinado al recreo y el resto a materias y materias. De pronto, la palabra responsabilidad adquiere para ellos un contenido muy preciso: la escuela. Es una nueva sociedad con nuevas reglas, no sólo las que establece el maestro o la maestra, sino las que establecen los compañeros, los demás con los que se interactúa, y con quienes se aprende a dar otros primeros pasos, los que conducen definitivamente hacia la socialización y el aprendizaje. La escuela primaria representa una ampliación del mundo: a la casa y al patio de la casa o del vecino, a la cuadra donde se juega se añade el espacio de la escuela. "La etapa escolar marca una transición entre dos estilos de vida: el primero, protegido absolutamente en el ambiente familiar y el segundo, expuesto a situaciones totalmente nuevas". En estos años, los niños van adquiriendo mayor independencia, seguridad, autonomía. Y, hay que decirlo nuevamente: las bases afectivas y de comunicación con sus padres y maestros resultan fundamentales. La ampliación del mundo en esta etapa no sólo es espacial: nuevas relaciones humanas, nuevas opiniones, formas de entender distintas a las del hogar que van presentándose. Muy pronto, la escuela adquiere carta de naturalización en la vida de niños y niñas y se convierte en su quehacer fundamental: los periodos de clases y de vacaciones, así como las tareas cotidianas estructuran la infancia, la sujetan a un ritmo; la vida de los niños se vuelve estable: ya saben lo que tienen que hacer en ese mundo a escala, en esa pequeña sociedad que es la escuela, donde su responsabilidad principal es estudiar.En esta época, la vivencia del tiempo hace que las horas se experimenten largas: las semanas y los meses duran una eternidad para ellos. Las nuevas obligaciones, tanto las del hogar como las de la escuela, aunadas al ejercicio y el deporte, así como la franca incorporación a una vida más sociable, dan una nueva orientación a la vida de niños y niñas; sin embargo, el interés por el sexo sigue: las prácticas de autoerotismo no desaparecen y se dan ciertos juegos en los que quien pierde "debe hacer cosas" como gritar, enseñar los calzones o dar un beso a alguien. Juegan también a tener novio. Estos juegos frecuentemente tranquilizan a niños y niñas respecto de su identidad sexual. La escuela demanda el uso y el ejercicio de la inteligencia; los niños van satisfaciendo su curiosidad de conocimientos y, poco a poco, se conforman menos con explicaciones simplistas y concretas; piden más: quieren saber las causas, piden y son capaces de recibir explicaciones más abstractas, más generales, más complejas. Está formándoseles el critero, esa capacidad tan importante para el equilibrio mental de los individuos. El "por qué", manifestado en la etapa preescolar, que se satisfacía con una explicación del funcionamiento, comienza a volverse el "por qué" que cuestiona la validez o el sentido. Así, si antes, una niña preguntaba, por ejemplo, ¿por qué murió mi abuelita? y se quedaba satisfecha con la explicación: "Murió porque estaba muy enferma", ahora, el "por qué" se dirige, más bien, a por qué tiene que ser de ese modo, a por qué tiene que suceder así. Una vez más, es absolutamente necesario que las respuestas estén apegadas a la verdad y por ello -si como muchas veces pasa, el adulto no tiene la contestación a todas las preguntas- es preferible que conteste con un sincero "no sé". Esta respuesta, obviamente, no sacia la duda, pero da la oportunidad al niño de que conozca la honestidad e, incluso, la oportunidad de que juntos busquen la respuesta en los libros o consulten a una persona que pueda tener más conocimientos. De igual modo, ese juicio crítico que se está desarrollando en niños y niñas durante la etapa escolar, a veces se endereza como una declaración de inconformidad ante la incongruencia de ciertas conductas del adulto. Por ejemplo, si como suele ocurrir -y qué bueno que así sea- a un niño se le educa para que siempre diga la verdad, ¿qué hacer el día en que alguno de los padres considera necesario ocultarse y pide a su hijo que diga que no está en casa?. Con sobrada razón el niño preguntará: "¿Por qué tú sí y yo no?". En estas ocasiones lo peor que puede hacerse es contestar: "¿Por qué tú no y yo sí?, porque aquí mando yo". Las respuestas en las que se afirma la autoridad irracional frenan el desarrollo del buen juicio y la confianza en el propio pensamiento, pues muestran que la razón está por debajo de la fuerza, que la fuerza bruta es la última instancia. En vez de dar una contestación autoritaria, que contradice las enseñanzas que los padres han procurado inculcar en sus hijos, es preferible ofrecer a éstos una explicación acerca de las excepciones a las reglas; excepciones que, a veces, son inevitables para poder vivir. Con ello también se forma el criterio, pues, nos guste o no, el mundo adulto, al que tarde o temprano entrarán niños y niñas, no es blanco o negro y, precisamente la educación y esa capacidad crítica que están desarrollando serán lo que les permitirá salir adelante.
A los niños siempre hay que contestar con la verdad y con razones: la verdad y las razones no tienen por qué ser simples. Durante los primeros años de la etapa escolar, niños y niñas parecen estar más alejados que nunca: los niños se juntan con los niños y las niñas con las niñas. Es una época en la que tienden a asimilar los estereotipos sexuales. Habrá que procurar, tanto en el aula como en la orientación que se da a los padres, que las diferencias entre unos y otras no se interpreten como desventaja o ventaja, inferioridad o superioridad, pues cada quien vale, antes que nada, por ser persona y por el esfuerzo, constancia y empeño que pone en superarse. En la temprana adolescencia, la exhibición y comparación de los órganos sexuales, es frecuente entre los varones. Estas prácticas son normales y representan un medio de descargar las tensiones sexuales, saciar la curiosidad y, por medio de las comparaciones, tranquilizar los temores ante alguna posible anormalidad. Es también la época en la que unos y otras se enamoran de sus maestras o maestros, o de un ídolo juvenil, o de algún amigo o amiga durante las vacaciones y cuando comienzan a hablar de niñas bonitas o de niños guapos. También se caracteriza por el interés que les despiertan los temas y palabras sexuales: les llaman la atención los chistes de color; la fantasía hace que alguno invente aventuras en las que se presenta a sí mismo como protagonista o como testigo para concentrar así la admiración de sus compañeros o compañeras. Todos estos juegos y actividades no entrañan ningún peligro salvo, claro, cuando están dirigidos por un adulto. Obviamente, conviene vigilar y orientar a los niños y niñas para que se prevengan de algún posible abuso por parte de un adulto. También en esta etapa la comunicación entre los padres y los hijos es importantísima. Entre los once y doce años la curiosidad acerca de los temas sexuales aparece mucho más perfilada: quieren saber, por ejemplo, qué es un condón y cómo se pone, a qué edad comienza el hombre a eyacular, cuándo empieza la menstruación, qué es el orgasmo, qué es la virginidad, a qué edad pueden tenerse relaciones sexuales, que es la homosexualidad, etcétera. Los niños y las niñas en edad escolar están inmersos en un mundo en el que prácticamente no hay fronteras: la casa con radio y televisión, la escuela con un sinfín de amigos y de compañeros, la calle con sus puestos de revistas y, en general, el contacto con toda clase de personas hacen un contexto en el que cualquier tipo de información pueda estar al alcance. De ahí la importancia de que la escuela y el hogar ofrezcan una orientación adecuada, sana, veraz y principalmente formadora del criterio. Es necesario que niñas y niños entiendan, y para que entiendan es forzoso que sepan.
LA SEXUALIDAD EN SECUNDARIA (13 A 15 AÑOS).- Los años de la secundaria coinciden con los mayores cambios en el desarrollo de niños y niñas: cambios hormonales que traen consigo la aparición de las llamadas características sexuales secundarias: vello púbico, modificación de la voz, crecimiento de senos, menstruación, ensanchamiento de caderas, aparición del bigote, etcétera. Ocurre también una mayor apropiación del lenguaje, de la capacidad expresiva y de las estructuras lógicas. Así, del pensamiento concreto, regularmente característico de la infancia, en el que se piensa uno por uno los problemas que se van presentando, se pasa a pensamientos más abstractos y generales, lo que permite hilar los problemas y contrastarlos entre sí. También hay cambios en las emociones: en esta etapa se cristaliza la personalidad y va surgiendo un impulso de afirmación que se tornará completamente franco cuando el individuo llegue al centro de la adolescencia. Estos cambios, como todos los que en el libro se mencionan, son obviamente generalizaciones que no deben tomarse como una regla. A estos cambios se suman también las diferencias entre la escuela primaria y la escuela secundaria: de un sistema en el que los niños tienen, en la mayoría de los casos, una sola maestra o maestro por año, se pasa al maestro por materia y ello ocurre, precisamente, cuando más falta hace una mayor vinculación maestro-alumno, pues son los años en los que, jovencitos y jovencitas, justamente por estar experimentando tantas transformaciones, tienen como principal inquietud comprenderse a sí mismos, comprender sus cuerpos, sus sentimientos, las relaciones con su familia, con sus compañeros y, en general, con el mundo. Es cuando más orientación requieren. Esta búsqueda de sí mismos, saber quiénes son y qué hacer con sus vidas, es característica de los adolescentes. Entre la niñez, cuando la identidad se encuentra en la familia y niños y niñas son como un espejo de lo que se piensa en sus casas, y la madurez en la que ya se ha elegido una forma y unos valores con los que uno se identifica, está la adolescencia, esa etapa en la que ya no se es niño, pero tampoco adulto. Los maestros y las maestras de secundaria han de ser particularmente conscientes de la situación en que se encuentran sus alumnos, pues atraviesan unos años en los que, al presentarse tanto cambio, puede sobrevenir la angustia. Es la etapa cuando, quizá como en ninguna otra, hace más falta la orientación en asuntos de tipo sexual. Aparecen la menstruación, las eyaculaciones nocturnas, la necesidad de los jovencitos y jovencitas de integrarse a toda costa al grupo de sus contemporáneos, de ser admitidos y aceptados por éstos. También es cuando la sexualidad se intensifica: está omnipresente en las conversaciones, en los chistes, en los fantaseos. A unos y a otras les interesa saber lo que le ocurre al sexo opuesto, quieren saber lo que representan los cambios que están sobreviniendo en sus cuerpos, hasta dónde alcanzan sus capacidades físicas, qué consecuencias tiene la masturbación, la cual a veces en esta etapa se vuelve más frecuente. Las dudas y preguntas relacionadas con sus cuerpos son muchas y muy variadas: surge la preocupación de tener alguna anomalía física. En los varones, por ejemplo, tener el pene pequeño, en las mujeres, no tener los senos del tamaño deseado. Si en esta época se presenta el silencio o la indiferencia de maestros y padres de familia respecto de los temas sexuales -que con tanta urgencia necesitan conocer los jovencitos y las jovencitas- ello hará que éstos busquen información en cualquier parte: con un amigo o amiga, generalmente mal informados, pero que "saben escuchar" y contestan con naturalidad; o en revistas donde la sexualidad se aborda desde el ángulo de la pornografía. Otra consecuencia grave del silencio y la indiferencia será que los jóvenes se sientan solos e incomprendidos, pues los asuntos que realmente les preocupan no parecen interesar a los mayores a quienes quieren y en quienes confían. Es indispensable en esta etapa que, tanto en el hogar como en el aula, puedan plantearse y discutirse los temas sexuales, que los jóvenes sientan confianza en sus padres y maestros, y que sea de ellos de quienes reciban una orientación sana y responsable, pues no olvidemos que es en estos años, precisamente, cuando los alumnos ya están en condiciones de procrear. La importancia que en esta etapa adquiere el valor del respeto hacia uno mismo, hacia los demás y hacia los seres que pueden engendrarse, resulta decisiva. Los años de secundaria son especialmente conflictivos, pues los cambios físicos, mentales y emocionales mencionados, suponen una serie de desajustes para los que el individuo todavía no tiene el cúmulo de experiencias que le permitirían poder manejarlos y, sin embargo, sí tiene ya a su alcance, por el actual contexto social, la posibilidad de cometer actos de los que pueda llegar a arrepentirse. En esta edad, las relaciones sexuales ya pueden ocurrir. Por lo que los peligros de contagio de las llamadas infecciones de transmisión sexual (ITS) -antes conocidas como enfermedades venéreas- así como los embarazos no deseados pueden presentarse. Es necesario que maestras y maestros planteen y discutan en clase los temas sexuales en el contexto de los valores, que hablen de la relación de la pareja y de la responsabilidad; que hablen del placer y también del respeto hacia el propio cuerpo, hacia uno mismo y hacia los demás y, si les es posible, que propicien que los padres y las madres de familia se acerquen a sus hijos e hijas para orientarlos e informarlos. La educación sexual, que en esta etapa requieren, debe centrarse tanto en la información objetiva como en la conciencia de la responsabilidad que los propios actos acarrean. En esta etapa también es importante desarrollar un marco de valores que impulsen la autoestima de los jóvenes y que los ayude a ser críticos de sus actos. Es muy importante que en esta etapa los adolescentes posean una idea clara de su valor como personas, del valor de la integridad y la dignidad, para que no se sometan a la presión de grupos de jóvenes que imponen, como condición para aceptar a sus miembros, un sometimiento absoluto que, en ocasiones, puede llegar a consistir en actos que denigran a la persona. El joven necesita sentirse aceptado por sus pares, pero si su autoestima es alta se asegurará de que sus pares sean dignos de él y no necesitará ser aceptado a cualquier precio. Si el joven, en cambio, posee de sí mismo una imagen deformada, pobre, mal construida por hallarse en un ambiente familiar o escolar en donde sus asuntos no cuentan, ni son ventilados, será más fácilmente víctima de los grupos que intenten inducirlo al consumo de drogas, a prácticas sexuales infamantes o a otras acciones que denigran. Los valores que el joven ha venido adquiriendo a lo largo de su vida necesitan ser reforzados y clarificados, pues se halla en la etapa en que busca intensamente su propia identidad y en que entiende el amor bajo una óptica totalmente romántica, o sea, cuando lo amado se idealiza hasta volverse sublime y se aspira a una perfección sin mácula. Para muchos estas motivaciones son, junto con las necesidades sexuales, lo más apremiante. Según datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA (ONUSIDA), más del 50 por ciento de las infecciones causadas por el virus de inmunodeficiencia humana se producen en la actualidad en jóvenes entre los 10 y los 24 años de edad, lo que significa que en el mundo se infectan 7.000 jóvenes diariamente. Discutir, plantear el valor del respeto, los problemas relacionados con la sexualidad y, sobre todo, fomentar que cada muchacho y muchacha fortalezca su criterio y asuma su vida con responsabilidad son tareas a las que maestros y maestras de secundaria debemos dedicar un esfuerzo especial, pues, a diferencia del vínculo estrecho que posibilita la escuela primaria, donde el docente es el encargado de todas las materias de un año escolar y con quien habrán de verse todos los temas y los asuntos, en la escuela secundaria el docente es el responsable de una disciplina y de unas cuantas horas por semana con cada grupo. Es cierto que la complejidad de los temas y la profundidad en que deben tratarse obliga a que así se estructure la secundaria; pero también es verdad que la complejidad de las necesidades de los muchachos de esta etapa escolar exige de sus maestros de secundaria respuestas y orientaciones que van más allá de sus disciplinas específicas, pues los alumnos y las alumnas están, por su edad e independientemente de su condición social, ante peligros cuyas consecuencias pueden resultar irreparables".
Ya poco más tengo que añadir yo. En primer lugar voy a transcribir un texto mío sobre el sexo publicado en Vorem.com. Vamos a ver si lo encuentro. Fue una reflexión a la que titulé "La Decisión": La vida sólo consiste en saber elegir la decisión más adecuada en el momento más oportuno posible. Que, como decimos los españoles, "quien no se moja los pies no cruza el río". Aquel que no lo da todo a cambio de nada no consigue el éxito de cualquier gran proyecto que se trate. Hay quienes voluntariamente rechazan, por ejemplo, seguir con su mujer y se cobijan bajo las faldas de su mamá. Eso, en psiquiatría, está considerado como una anormalidad llamada Complejo de Edipo. ¿Qué es, en breves palabras, el Complejo de Edipo del que habló Sigmundo Freud?. El concepto de Edipo fue desarrollado (de mala manera y luego demuestro por qué) por Sigmund Freud, quien se inspiró para su denominación en el mito de Edipo de la Grecia Clásica. De ahí parte el grave error de Freud. Pero sigamos con el tema: Carl Jung (otro con el que no estoy de acuerdo) desarrolló de forma similar el Complejo de Electra, entendido como la atracción sexual inconsciente que siente una niña hacia su padre. Insisto en que no estoy de acuerdo ni con Freud ni con Jung (sobre ellos tengo algo escrito ya aquí en Vorem). Freud nunca aceptó la idea de Jung, ya que consideraba la sexualidad femenina dentro de un modelo más complejo con la vida. También sigo en desacuerdo con eso. De hecho, Freud aplicaba el Complejo de Edipo también al desarrollo sexual de las niñas (¡vaya barbaridad!). Freud afirmó que el Complejo de Edipo era universal y que aparece en todos los seres humanos tanto en el sexo masculino como en el femenino. !!Por supuesto que no estoy de acuerdo con tamaño disparate!!. Y al parecer la psicóloga alemana Karen Horney y el antropólogo británico Branislaw Malinowki están de acuerdo conmigo ya que refutaron empíricamente la universalidad del Complejo de Edipo. Por cierto, volviendo a mi idea inicial. ¿Sabíais que Camilo José Cela (!!!todo un Premio Nobel y miembro de la Real Academia de la Lengua Española, además de Premio Cervantes!!!) abandonó a su mujer de toda la vida por irse a vivir con su amante?. ¡Qué asco!... pero fue verdad. Yo cierro mi reflexión con la siguiente frase: Cuando se vive de acuerdo con la Naturaleza creada por Dios, ningún mito griego (llámese Edipo o Electra) es verdadero porque está basada en ideas paganamente absurdas. Ahí es donde se equivocaron los ateos Freud y Jung. Pero de eso vamos a tratar ya en los dos siguientes puntos.
Como ha sido un punto tan serio y duro de explicar voy a finalizarlo, antes de pasar a la individualidad del sexo de él y del sexo de ella, con uno de mis poemas más favoritos para mí, titulado "Polvo de azúcar esparcido": Presenciándote desnuda de sentires / en el tálamo del deseo y la caricia / me voy sintiendo más humano / naciendo el vientre de tu flor. / Busco con el tacto las semillas / de tus senos envueltos en fragancia / y arde entonces todo el ritmo / de la lava de tu sexo enternecido. / Beso a beso boca con la boca / de la noche oculta en los ramajes /
penetramos en el hondo acompañamiento / del esperma convertido en sal. / Entonces perdura tu naturaleza / de hembra abierta en el silencio / y todo el huracán de las pasiones / se abate en un temblor de palpitares. / Es el momento en que yo te tomo
para hacerte aroma de amapolas / y la roja sangre se enardece / cubriendo la sábana del sueño. / El nuevo éxtasis del polen / hunde sus raíces en tu cuerpo / cubriendo la vida con materia / de espíritu salvaje y natural. / Así somos dos genes contundentes / uniéndose en el lazo amoroso / de los brazos asidos a la esquina / de tus caderas henchidas de palomas. / Y el polvo de azúcar esparcido / nos sirve de amanecer caliente / en esta atmósfera que cubre / de relámpago todos los delirios.
¿Quiénes siguen creyendo que los cristianos y las cristianas no sabemos lo que es hablar del sexo, saber lo que es el sexo y practicar el sexo como Dios manda?. Quienes sigan creyendo que somos místicos beatos anacoretas y místicas beatas trotaconventos siguen estando en un absurdo error. No somos ni monjes ni monjas de clausura sino hombres y mujeres con fe cristiana, forma de vida cristiana y cumplidores de la palabra de Jesucristo... pero no somos ninguna religión sino iglesia de Dios.
7.3.- La sexualidad del varón.
¡Lean la "perla documentaria" que acabo de descubrir en Wikipedia!: "Varón es la manera como se identifica a las personas que pertenecen al sexo masculino sin importar su edad o aparencia. La palabra "varón" designa biológicamente al "macho" humano, pero esta última expresión puede ser peyorativa y reservada a las especies animales y vegetales, mientras el varón es restringido al hombre como especie. La palabra «hombre» tiene un mayor abanico de conceptos y por lo mismo la palabra «varón» se usa cuando se quiere hacer una distinción sexual con la «mujer». Muchas veces la palabra «hombre» se usa para varones que han alcanzado su edad adulta, mientras la palabra «varón» no tiene en cuenta la edad. La palabra «varón» en castellano deriva del latín vir que traduce literalmente «viga»: el varón era para los romanos «la viga que sostiene la casa». La constitución física del varón está regida por su natural disposición a la reproducción en el papel de donante de la célula sexual masculina. Dicha característica determina gran parte de su desarrollo físico y de las características sexuales secundarias. La biología del varón influencia además su psicología, es decir, los modos de comportamiento social. La cultura y lo que ella establece como formación vital del varón tiene además un papel primordial en la psicología masculina. La testosterona es una hormona androgénica propia del género masculino, que permite desarrollar los músculos del hombre con poco esfuerzo. Las mujeres producen una cantidad mucho menor, que cumple también importantes funciones en la regulación de aspectos como su humor, apetito sexual y sensación de bienestar. Esquema del aparato reproductor masculino:
1.Vejiga urinaria .2 Hueso púbico.3 Pene. 4 Cuerpo cavernoso.5 Glande .6 Prepucio . 7. Abertura de la uretra. 8.. Colon sigmoides 9. Recto 10. Vesícula seminal 11. Conducto eyaculador. 12. Próstata. 13. Glándula de Cowper. 14. Ano. 15. Vaso deferente.16. Epidídimo. 17. Testículo.18. Escroto. El aparato reproductor masculino garantiza que el varón tenga la capacidad de fecundar el óvulo femenino y en ello la transmisión de la información genética por medio de la célula espermatozoidal. Los órganos sexuales primarios del varón son exteriores, a diferencia de los de la mujer que son internos. La andrología es la ciencia que estudia el aparato reproductor masculino. Las "características sexuales secundarias" exclusivas del varón tienen como fin natural la atracción de la mujer. Ellas determinan además en cada cultura las maneras de ser del varón como su modo de hablar, vestir, pensar, actuar, trabajar, conformar la familia y otros asuntos del rol social. Entre las características secundarias más comunes que empiezan a desarrollarse a partir de la pubertad y la edad viril (y que no necesariamente son siempre así) sin que su ausencia vaya en contra de la identidad masculina, se cuentan las siguientes:
Tono de voz grave y fuerte. Estatura superior a la femenina. Crecimiento de pelo en el rostro (barba y bigote). Tórax amplio y pelvis estrecha; forma triangular del torso. Mayor volumen corporal. Carencia de grasa subcutánea. Mayor tendencia a la calvicie. Piel gruesa y más oscura. Las características biológicas descritas arriba no bastan para definir la percepción que el propio sujeto tiene de sí mismo. La materia se extiende al intrincado mundo de la psicología humana,a esto se le llama "identidad sexual" y ella comprende un largo proceso en el cual se entremezclan los elementos biológicos descritos y la cultura circundante y qué idea tiene esta de la identidad sexual masculina, lo que conduce a casos, en que la identidad psicológica, no siempre coincide con la biológica. Tanto varones como mujeres son víctimas del mismo tipo de enfermedades que azotan al género humano, pero cada género tiene una tendencia mayor a un determinado tipo. Las enfermedades que más se acentúan en el varón son el Autismo, el Daltonismo y el Mal de Alzheimer que ataca principalmente en la edad mayor, pero puede presentarse en varones jóvenes.
Las expectativas de vida masculina, como las femeninas, varían considerablemente de acuerdo al desarrollo de cada sociedad. Sin embargo los estudios estadísticos en muchos países, tanto ricos como pobres, coinciden en que las expectativas vitales de la mujer son superiores a las del varón en un rango de 5 años más para ellas, debido a las circunstancias de cada sexo, actualmente ésta distancia disminuye; y en un futuro no habrá prácticamente diferencia. En cuanto a la tasa de mortalidad infantil a nivel global, se considera que los varones recién nacidos tienen una mayor esperanza de vida que las niñas. A esto se suma que en muchas culturas del mundo la vida de la niña es trágicamente menos valorada que la del varón y en muchos casos su muerte es provocada en un abierto atentado contra los derechos del niño. El desfase entre la población neonata masculina y femenina se equipara durante la adolescencia, tiempo en el cual aumenta en todos los continentes la morbilidad masculina por encima de la femenina debido a la tendencia natural del varón a participar o a ser inducido en confrontaciones armadas, guerras o simplemente en el desafío del peligro. Otros riesgos como el consumo de estupefacientes, alcohol, enfermedades de transmisión sexual y violencia urbana, mayor entre los varones que entre las muchachas, reducen la población masculina adolescente en todo el mundo. En estos siglos tanto varones como mujeres tienen los mismos derechos y obligaciones por lo que la discriminación entre ambos estaría por demás. En estos últimos años con el avance de la ciencia se ha destituido de las políticas de muchos países este concepto de machismo o feminismo, por tener orígenes dañinos, por haberse comprobado la igualdad intelectual, la capacidad física para todo tipo de trabajos en las mujeres, y psicologías favorables. La más popular alteración física de la constitución sexual del varón es la circuncisión, una práctica muy antigua y que tiene desde razones religiosas hasta de salud. La circuncisión es una operación que se practica por lo general al recién nacido con la remoción del prepucio de su pene. Aparte de las razones religiosas que se tienen, la circuncisión ha probado ser un método de prevención contra el cáncer de pene. Pero la circuncisión no es tan restringida a un grupo religioso como muchos piensan. Las estadísticas hablan de que en el mundo por lo menos un 20% de los varones son circuncisos, especialmente en las sociedades judías, América del Norte, las Filipinas, Corea del Sur y los países musulmanes. El muchacho dedica su adolescencia a su preparación para asumir el rol de varón adulto. Un ser humano del género masculino es varón desde el momento en el cual es concebido: el espermatozoide contiene los cromosomas sexuales diferenciados XY, mientras la hembra tiene los cromosomas homogaméticos XX. La combinación cromosómica entre el espermatozoide y el óvulo determina el sexo del individuo concebido, lo que da como resultado que un feto pueda ser determinado como "hembra" si la combinación cromosómica es XX y como varón si es XY. La combinación genética XX es más frecuente que la combinación genética XY, mientras que la mortalidad infantil es menor en varones recién nacidos que en niñas. El varón infante recibe el nombre de "niño" al menos hasta el inicio de su pubertad. También es popular llamarlo "mozo", palabra que lo determina hasta su primera juventud (aproximadamente hasta los 20 años de edad). Durante este tiempo comienza todo el proceso de desarrollo físico, psicológico y social como "varón" que le permitiría desarrollar un rol determinado por la cultura a su condición humana masculina. En este contexto, el varón que llega a la edad adulta y que alcanza todos los estereotipos sexuales y culturales, es llamado "hombre". Es decir, el varón es un ser humano masculino maduro, preparado para desempeñar el rol sexual masculino en sociedad. La prevalencia del varón en las sociedades da lugar a lo que se ha denominado como el machismo. Áreas como la política, la religión y la ciencia entre otros han sido vistas tradicionalmente como "cosas de hombres" sin que deje de ser un supuesto asumido. En general este ha sido el elemento de batalla de los grupos feministas. Pero la figura del varón se ha visto además afectada por múltiples elementos culturales entre los cuales ha jugado un papel importante el fenómeno de globalización, el feminismo, las crisis sociales y otros factores. En cuanto a los Medios de comunicación, estos, dominados especialmente por la Civilización Occidental, han impuesto la figura greco-romana del varón atlético (el macho). En tal caso, la figura del varón occidental puede verse en muchos casos reflejada en países del mundo en donde adolescentes siguen las modas de cantantes y actores especialmente. La discusión acerca de las diferencias entre varones y mujeres, especialmente en Occidente no es unánime. Psicológicamente, la asociación tradicional de aptitudes y actitudes a un género normalmente se basa en suposiciones consolidadas por el hábito de la observación directa, de la actividad y personalidad de las personas de ambos géneros en el contexto social. Esta asociación se arraiga principalmente en la edad infantil. Los estereotipos masculinos varían según el nivel cultural de la sociedad, la edad y el momento histórico. Por ejemplo, estudiantes y personas adultas definen de forma diferente lo que se considera masculino. Los estudiantes elaboran unos estereotipos de rol de género más claramente definidos que las personas adultas. Los estereotipos masculinos normalmente están más definidos que los estereotipos femeninos. No obstante, esta asignación de características es cada vez más alejada de la realidad, por lo que los mismos estereotipos de género van cambiando paulatinamente, conforme al cambio de tareas tradicionalmente asignadas a uno de los dos sexos como, por ejemplo, la incorporación de la mujer al mundo laboral. Así mismo, el incremento de la actividad de las mujeres en los ámbitos deportivos propicia un cambio del estereotipo tradicional masculino. Las sociedades y culturas orientales o más conservadoras, asumen muchos de esos estereotipos como lo que es o debe ser en el varón, pero la era de la globalización poco a poco los hace entrar en el debate. Entre los estereotipos más célebres se pueden enumerar: Es más agresivo que la mujer. Tiene un espíritu mayor de aventura y es más valiente ante el peligro que la mujer. Tiene un espíritu de competitividad más amplio que el de la mujer. Menos empatía y conciencia social que la mujer. Una mayor seguridad personal, incluso al punto del orgullo y por lo tanto un mayor liderazgo que la mujer. Menos emocional y más racional que la mujer. Mayor capacidad técnica que la mujer. Menos abierto al pensamiento abstracto que la mujer. Muchos de estos paradigmas tienen fundamento científico, mientras que otros no. Por ejemplo, no es sencillo separar los elementos innatos de la biología masculina de aquellos que han sido influenciados por la cultura. En tal caso, la agresividad puede darse tanto en el varón como en la mujer de acuerdo al ambiente en que estos se desenvuelvan. La mayor masa corporal y muscular del varón y las culturas patriarcales contribuyen a acentuar el estereotipo de la agresividad masculina. Los grupos feministas en sus estudios señalan que en la violencia intrafamiliar, el abuso infantil, el maltrato infantil y la violencia contra la mujer, tienen como principal verdugo en la mayoría de los casos al varón tanto de países industrializados como en vías de desarrollo. Algunos de estos estereotipos se asocian, en ocasiones erróneamente y en ocasiones acertadamente con los niveles de hormonas sexuales masculinas, como la testosterona, o la menor cantidad de hormonas sexuales femeninas, como los estrógenos. En el caso de la agresividad, tradicionalmente relacionada con el nivel de testosterona, algunos estudios indican que dicha relación no corresponde con sus resultados. El padre constituye para el hijo varón el modelo principal de la masculinidad. La educación masculina depende en gran parte de la discusión de los estereotipos masculinos en el grado en que estos sean asumidos por una sociedad. La educación entonces que parte desde el hogar dada al niño, pasa por la formal y se expresa en las relaciones sociales y en la imagen que presentan los medios de comunicación, tiene diversos matices que dependen de la cultura del país, continente o región del mundo. La primera educación de la sexualidad y socialización del niño parte del hogar. El padre y la madre son los encargados de transmitir la primera información sobre el rol sexual que desempeñará el niño en sociedad. En general, el padre transmitirá al hijo varón las características psicológicas de su sexualidad. En ello entran en juego los paradigmas asumidos y las maneras de ser del varón en la sociedad en la que nació. Por ejemplo, la más evidente y externa forma de identidad masculina es el vestido, impuesto paradójicamente por la madre, la cual se encarga directamente de la educación del niño hasta la edad viril. La manera de llevar el cabello, de hablar, modular la voz, el tipo de juegos, los juguetes, las exigencias disciplinarias diferenciadas entre el hijo varón, la casi ausencia de cosméticos y la hija y otros muchos elementos, determinan poco a poco la conciencia propia del ser un varón en sociedad. Llegada la pubertad, el papel del padre adquiere un rol más activo en la educación del hijo varón. En muchas culturas este paso entre el niño y el hombre es celebrado. Entre culturas del orden natural como tribus y clanes, el muchacho debe afrontar un número determinado de desafíos que le permitirán ser respetado en su grupo social como un varón adulto. En antiguas culturas célebres por su formación militar como los griegos (Esparta por ejemplo), China, Japón (los Samurái), los Azteca, los Quechua y los Chibcha, el paso a la edad adulta del muchacho era marcado por su capacidad de prepararse como un guerrero y su aceptación y aprecio social nacían de su coraje demostrado en las luchas, artes marciales y batallas. Pero también la religión tiene un papel del primer orden en la formación masculina del muchacho. La pubertad está marcada por un rito de iniciación que da al muchacho un estatus social y religioso. Por ejemplo, para el Judaísmo este viene representado en el bar mitzvah, celebración que le da al varón adolescente el derecho de leer los libros sagrados en la Asamblea. Para el Cristianismo ese momento viene marcado por la Confirmación. Pasada la pubertad, el muchacho comienza un camino de desarrollo final hacia la adultez en la cual compite por demostrar la capacidad de su identidad como varón. Los deportes de competencia y fuerza física, por ejemplo, adquieren una enorme importancia, el afán por tener una novia, el ingreso en un grupo social de adolescentes (la pandilla), la búsqueda de una vocación y otros son la preocupación del muchacho, situaciones no siempre pacíficas. Resta el peligro del consumo de drogas, alcohol, fumar, delincuencia y otros males sociales en el cual el joven ingresa en muchos casos llevado por el ánimo de una búsqueda de su propia identidad e independencia. El rol sexual del varón adquiere su máxima plenitud en el matrimonio como marido y como padre. El rol masculino ha tenido una diversidad de influencias a lo largo de la historia. La Revolución industrial, la Revolución Femenina y otros momentos, han tenido sus consecuencias en la figura del padre y marido. Obviamente partimos de una lectura de Occidente, porque en otras culturas no occidentales, este papel puede estar marcado por una concepción más tradicionalista como la llamada Familia patriarcal en la cual la figura paterna es el centro de toda autoridad. En India y otros sitios de la tierra, se practica la dote en la cual el padre de la hija paga una cierta cantidad al padre del hijo varón. Dicha práctica trae como desventaja principal un cierto desdén en la concepción de las niñas, las cuales son vistas más como una carga y abre las puertas al infanticidio femenino. En otros países en cambio, como Camboya, la tradición es al contrario, es el padre del hijo varón quien da la dote al padre de la hija. Pero en ambos casos, la libertad de ambos jóvenes se ve restringida en la escogencia del cónyuge, la cual es decisión de sus padres. Casos similares se presentan entre las culturas musulmanas, muchas de las cuales todavía practican la poligamia, es decir, el varón puede casarse con varias mujeres".
Sigo investigando. Texto titulado "El hombre y su sexualidad" (por Teresa Borja, psicóloga de la Universidad de San Francisco: "Para entender la sexualidad masculina es necesario, primero, entender el papel del hombre en nuestra sociedad. Al hombre se le inculca, desde muy pequeño, que debe imponerse por la fuerza; que debe conquistar sus triunfos activamente; que es superior a la mujer en todos los sentidos, menos en su capacidad paternal y en su capacidad afectiva; que debe mantener a la familia económicamente y, por tanto, debe dedicar gran parte de su energía a ser productivo en el área laboral. Nuestra sociedad no aprecia al hombre por lo sensitivo ni lo emocional sino por su fuerza física y su valor "económico". Al varón se le enseña a no expresar sus emociones, no se le permite llorar, arrullar a un bebé, mostrar sensibilidad o miedo. Tampoco se le permite servir a una mujer o ayudarla en los quehaceres domésticos. Las expectativas sociales convierten al hombre en un agresor sexual mientras a la mujer la hacen pasiva y receptora. El hombre, en nuestra sociedad, es visto como muy sexuado y la mujer como poco sexuada. Desafortunadamente, estos papeles sexuales no son compatibles con la realidad del hombre y la mujer e impiden el desarrollo óptimo de ambos. Debemos convencernos de que la esencia emocional y sexual del hombre y la mujer son idénticas: ambos necesitan dar y recibir.
La pubertad en los hombres se inicia con la primera eyaculación, la cual ocurre aproximadamente entre los 12 y 16 años de edad; es la edad típica los 14 años. La eyaculación es un liquido cremoso que sale por el pene del varón por el mismo conducto por el que orina. En este líquido viven los espermatozoides. En esta época aumenta fuertemente la testosterona, una hormona que produce el cambio de voz, la barba, el vello púbico, y el cuerpo "masculino" del varón. La testosterona, además, influye en el estado de humor del adolescente. Existen dos ciclos de testosterona: uno de 24-48 horas y otro de aproximadamente 5 semanas. Estos ciclos determinan el humor del varón y su interés sexual. Diariamente hay un pico de testosterona en la madrugada (que causa los "sueños húmedos" y los sueños eróticos) y un pico a mitad del ciclo de cinco semanas el cual no se puede determinar físicamente (a no ser que se hagan exámenes hormonales) pero se infiere indirectamente por un mayor nivel de actividad, entusiasmo, energía, sociabilidad, y sensualidad. La eyaculación significa que sus testículos son capaces de producir espermatozoides que pueden fecundar los óvulos femeninos. Esta nueva capacidad reproductiva debe ser recalcada por los padres para que los jóvenes comprendan la importancia que tiene la eyaculación en sus vidas. El énfasis en el potencial reproductivo ayuda a los varones a desarrollar un concepto de paternidad más responsable y compartida con la mujer, aspectos que, desafortunadamente, no son cultivados por la sociedad en la que vivimos. Durante la pubertad, la conducta masturbatoria incrementa fuertemente en los varones. Aproximadamente 90% de los adolescentes se masturba entre dos y tres veces por semana. Muchos jóvenes experimentan su primera eyaculación consciente en el proceso de la masturbación y se asustan cuando ven el líquido cremoso que surge con el orgasmo. Como la conducta masturbatoria les causa ansiedad y vergüenza, suelen no contar a nadie sobre su experiencia, la cual comprenden únicamente años después (algunos se quedan con esta ansiedad el resto de sus vidas). Algunos jóvenes se quedan con la idea de que el semen es pus y que tienen una enfermedad venérea causada por "su mala conducta". Así es como la falta de conocimientos sobre su cuerpo produce en los varones altísimos sentimientos de miedo, culpa, y ansiedad.
Durante la adolescencia, la eyaculación también suele ocurrir casi diariamente durante la noche ("sueños húmedos"). Debido a la falta de educación sexual, muchos creen que se han orinado, lo cual les avergüenza tanto que no quieren compartir esa ansiedad con sus padres. Es realmente penoso que la falta de educación sexual influya directamente sobre la falta de comunicación entre padres e hijos.
Es curioso que, en contraste con las mujeres, quienes en su mayoría están informadas antes de que ocurra su primera menstruación, la mayor parte de los jóvenes no tienen idea de lo que es ni significa su primera eyaculación. Así resulta que, los varones experimentan durante la pubertad mayores sentimientos de culpa, tienen menor información sexual, y menor comunicación con sus padres sobre aspectos de la sexualidad que las mujeres. La curiosidad y el alto nivel de sensualidad que aparece en la adolescencia suele, en ocasiones, manifestarse hacia amigos del mismo sexo.
Aproximadamente el 10% de los varones tiene experiencias homosexuales durante la adolescencia. Esta conducta es en gran parte producto de la curiosidad y del alto nivel de sensualidad unido a una gran timidez frente al sexo opuesto y no pronostica una inclinación homosexual en la edad adulta. La adolescencia de los varones se caracteriza por un interés fuerte por el sexo opuesto, el cual suele estar más centralizado en el aspecto físico-sexual que en lo afectivo. Por la cultura machista en la que vivimos, los varones sienten presión de parte de sus compañeros y aún de sus padres a tener experiencia sexual. Por esto no debería sorprendernos que, antes de los 17 años, la mayoría de los jóvenes en nuestra sociedad ya han tenido relaciones sexuales. Un tercio de los jóvenes tienen su primera experiencia sexual con prostitutas, otro tercio con lo que ellos denominan "chicas fáciles" y otro tercio con su enamorada. Desafortunadamente, esta precocidad sexual no va acompañada con una educación sexual coherente, por lo que no saben cuidarse de enfermedades venéreas y de la concepción. Aunque el papel de los padres en la educación sexual de sus hijos varones es sumamente importante, resulta ser casi inexistente. A esta edad, las mujeres suelen haber reflexionado mas sobre su sexualidad y las consecuencias de la misma que los hombres".
Termino mi investigación internauta con otro texto titulado "Sexualidad masculina": "Todos los seres humanos deberíamos tener un profundo conocimiento sobre nuestra naturaleza sexual, pues esta es la fuente suprema de energía que sostiene la Vida. Nadie debería ignorar este conocimiento, pues todos estamos llamados a ser "maestros" en materia sexual. Existe una forma de sexualidad, diferente a la sexualidad ordinaria, que llena de vitalidad y energía al ser humano, que lo despierta y le aporta consciencia y sensibilidad. El hombre y la mujer no han sido creados iguales. La diferencia esencial entre la naturaleza sexual del hombre y de la mujer se encuentra en sus energías. Éstas producen diferentes sensaciones y orgasmos, el masculino y el femenino. Cuando el hombre eyacula, expulsa su esencia/semen fuera de su cuerpo; cuando la mujer se excita y llega al orgasmo, también ella "eyacula" internamente determinadas secreciones sexuales, pero éstas permanecen dentro de su cuerpo. La esencia sexual, tanto la que se encuentra en el semen como en las secreciones sexuales de la mujer, es una importante "batería" que acumula energía vital. La esencia sexual es una poderosa fuente de salud e inmunidad, tanto en los hombres como en las mujeres. En las relaciones sexuales convencionales, el hombre eyacula cada vez que realiza el coito, tanto si su pareja ha llegado al orgasmo como si no ha llegado. Este hábito le va despojando gradualmente de su principal fuente de vitalidad e inmunidad, dejándolo debilitado y vulnerable a la enfermedad y acortando la duración de su vida. Cuando el hombre eyacula tira un verdadero tesoro por tierra. Enseguida siente el dolor de vivir, un fuerte vacío, no tarda en surgir la sensación de aislamiento, de agotamiento y un fuerte anhelo de dormir. El hombre se siente engañado, burlado por la ilusión. Lo cree tomar todo, lo mejor de la Vida y en realidad lo que hace es perderla. Y es que todo él ha descendido al nivel de la sexualidad normal. Eyaculando pierde también el equilibrio que debe haber entre hombre y mujer, pues el hombre debe satisfacer plenamente a su pareja y no vivir como un saco vacío. Este desnivel es el principal motivo de la violencia que existe entre los dos sexos, la principal causa de separación de las parejas. La retención del semen, realizada de manera apropiada, es para algunos hombres imprescindible y para todos sumamente beneficiosa para la salud.
La mujer, a diferencia del hombre, viviendo la sexualidad sin necesidad de aplicar determinados conocimientos, se fortalece cada vez más. Se llena de vitalidad gracias a sus propias secreciones orgásmicas y a la asimilación de la potente esencia/semen que le deposita el hombre. La naturaleza diferente del orgasmo femenino y de lo que se conoce como orgasmo masculino se refleja en las diversas expresiones coloquiales con las que se describe este momento mágico. El término chino más corriente para referirse al orgasmo femenino es gao chao, -marea alta-, una gráfica y poética imagen que proviene de la Naturaleza. Cuando el hombre eyacula, en cambio, los chinos dicen que ha "perdido su esencia", que la ha "arrojado", que ha sufrido una "fuga de semen" o que se ha "rendido". Si el hombre eyacula antes de que su compañera haya alcanzado el orgasmo, los chinos dicen que ella lo ha "matado". Los franceses describen la eyaculación como una petite mort, o "pequeña muerte". Pero existe una manera de vivir la sexualidad en la que los hombres pueden obtener un beneficio revitalizador de los impulsos sexuales, en lugar de hallarse siempre a su merced. En vez de agotar las preciosas reservas de esencia y de energía, precipitándose en la debilidad, pérdida de vitalidad, enfermedad, depresión, etc., el sexo puede realizarse de forma que incremente la vitalidad y el bienestar. El conocimiento que se necesita para ello se encuentra en la Naturaleza. Si la observamos veremos que el macho se excita fácilmente, pero también es rápido para retirarse. La hembra se excita con lentitud, y también es lenta para saciarse. En todo el mundo animal, incluso entre los insectos, la Naturaleza ha conformado a la hembra como un elemento superior, incomparablemente mejor equipada para la supervivencia y la propagación de la especie. Según la "ley de la selva", el macho sólo existe para proporcionar la semilla de las futuras generaciones y proteger el nido mientras la hembra cría a los retoños hasta que alcanzan la madurez. En los animales, las relaciones sexuales son estacionales y, en tanto que todas las hembras entran en celo para ser fertilizadas, sólo una pequeña proporción de los machos más robustos se encarga de esta tarea. Incluso entre los primates, únicamente los machos más fuertes y dominantes pueden fertilizar a las hembras, mientras que los más débiles son excluidos o mantenidos al margen de la manada. En algunas especies de insectos, como la viuda negra y la mantis religiosa, la naturaleza concede al macho un brillo aún más fugaz; en el instante en que ha depositado su semilla en la hembra, ésta se apresura a matarlo y devorarlo como si de un refrigerio postcoital se tratara. Sólo los seres humanos -y algunos de los primates superiores, como el orangután- sostienen relaciones sexuales durante todo el año, de día o de noche, en cualquier estación y bajo cualquier clima, y solamente los humanos lo hacen principalmente por placer antes que por procreación. Sin embargo, el macho humano, a pesar de su ego superinflado, está sometido a las mismas limitaciones que la Naturaleza ha impuesto a su género en todas las especies. Debido a su potencia sexual natural, la mujer es poseedora de grandes reservas de energía. De hecho, en todo el mundo, las mujeres suelen vivir entre cinco y diez años más que los hombres. La mujer precivilizada disfrutaba de plena libertad sexual y a menudo era totalmente incapaz de controlar sus impulsos sexuales. Hasta que tales impulsos no fueron gradualmente sometidos a control mediante unos códigos sociales estrictamente aplicados, la vida "familiar" que conocemos, creadora de moldes y cómplice del Poder en la programación de las mentes, no pudo surgir. Aunque el hombre asumió el control de la familia, la aldea, la economía, la religión y el estado, en la cama, debido a la ignorancia, siguió encontrándose en un nivel inferior al de la mujer. Ningún artificio humano puede enmascarar o modificar los hechos fundamentales de la Naturaleza. De ahí que surgiera una profunda contradicción entre la artificial superioridad social del hombre y su auténtica inferioridad sexual frente a la mujer, contradicción que dio lugar a esa guerra de los sexos que aún hoy sigue librándose en muchas alcobas. Esto también explica el profundo miedo y el rencor que muchos hombres experimentan ante las mujeres, a pesar de la supuesta "inferioridad" femenina. El típico hombre -macho- es incapaz de afrontar el hecho de que las mujeres son sexualmente superiores, y no se atreve a admitir la realidad de su propia e inherente debilidad sexual. Este lamentable estado de cosas se debe principalmente a la ignorancia sexual y espiritual. Cualquier hombre inteligente, lo bastante amplio de miras como para estudiar y reflexionar sobre ello y lo bastante disciplinado como para practicarlo, descubrirá que una realización sexual adecuada elimina completamente la desigualdad fundamental que existe entre la potencia sexual masculina y la femenina. Una adecuada realización sexual posibilita que el miembro sexual masculino se convierta en un instrumento para toda ocasión, tan competente como su equivalente femenino, que hombre y mujer hagan el amor, y no la guerra, al tiempo que la práctica sexual les protege la salud, les prolonga la vida y les permite, a ambos, disfrutar de múltiples, profundos y prolongados orgasmos. Pocas personas han percibido plenamente cómo la eyaculación masculina debilita al hombre, pero tampoco se dan cuenta que unas relaciones sexuales apropiadas mejoran su estado, su nivel de energía vital y el rendimiento en sus actividades, aún más que si se abstuvieran por completo. Los artistas, los atletas y los filósofos necesitan unos niveles óptimos de vitalidad física y mental para lograr sus objetivos, y por eso son más sensibles que la mayoría de los hombres a la pérdida de semen y de energía vital a través de la eyaculación. Sin embargo, muchos otros hombres padecen con igual intensidad las consecuencias de esta pérdida, aunque no llegan a ser plenamente conscientes de ello. Así, por ejemplo, la tendencia masculina a quedarse dormido como un tronco después de eyacular es un claro síntoma de agotamiento. Si el orgasmo en sí fuese tan agotador, también las mujeres experimentarían el mismo efecto, pero es la pérdida física de semen -no el orgasmo en si mismo- lo que perjudica al hombre. El hombre puede vivenciar múltiples orgasmos, al igual que lo puede experimentar la mujer, y llenarse de vitalidad. La eyaculación es una cosa y el orgasmo otra totalmente distinta. Casi ningún hombre conoce en realidad lo que es el orgasmo. El hombre está convencido de que el punto culminante de su experiencia sexual, el orgasmo masculino, es la eyaculación y los pocos segundos que la preceden. Pero es precisamente la eyaculación la que aparta al hombre del orgasmo verdadero, del éxtasis sexual que lleva a los niveles de conciencia superiores, cósmicos. La eyaculación para en seco la experiencia, tanto para él como para ella.
La eyaculación corta en seco la ascensión hacia el orgasmo masculino y mata el deseo, ese magnetismo encantado que, en la pareja, debería ser una música ambiental permanente, incluso fuera de los contactos sexuales concretos. Con la eyaculación y la desentumescencia del pene, el magnetismo y el hechizo de la unión hombre/mujer se desvanecen; la pareja se separa para reencontrarse en una situación lamentable, en la vulgaridad. La existencia se experimenta entonces como algo triste y trivial. El hombre que conserva su semen y vivencia el orgasmo interior suele vivir apacible, feliz, con buena salud y siempre son ganas de hacer el amor. El acto sexual sin eyaculación representa también la eliminación de una tensión, pero sin explosión. Es un placer que se disfruta por un apaciguamiento y no por violencia, es una fusión voluptuosa, sensual, y prolongada en algo más amplio y más trascendente que uno mismo. Es una vivencia de comunión en un Todo, no una separación; es un sentimiento de unión estrecha y de participación, y no un espasmo individual y solitario que excluye a la pareja. Todo contacto sexual sin eyaculación es una "ganancia erótica neta" para la pareja. Cuanto más economiza el hombre su semen más se incrementa su potencial de deseo y su potencia sexual, hasta llegar al nivel femenino, y este equilibrio es un factor fundamental de armonía para la pareja. En la experiencia ordinaria, los últimos segundos antes del único movimiento «de más» que desencadena el espasmo eyaculatorio constituyen el tiempo de máximo placer masculino. Luego sobreviene el espasmo que termina con todo, para la decepción de la pareja. Ahora bien, el breve goce eyaculatorio es ya menor que el del punto límite. La solución es de una gran sencillez: prolongar la franja última, la más intensa y la más interesante, y para eso inhibir el espasmo eyaculatorio. El arte consiste acceder al conocimiento que permite permanecer indefinidamente en el punto límite, la puerta que da acceso al "paraíso sexual cerebral" y el verdadero orgasmo masculino. El hombre realiza su plenitud intercambiando su energía con la energía femenina, y la sexualidad superior es un intercambio entre las energías masculinas y las femeninas. Cuando el hombre y la mujer se entregan libremente a la sexualidad y fluyen en el coito en armonía con la Naturaleza pueden seguir, durante horas y horas, alimentando y preservando constantemente su preciosa esencia vital, curando todos los males y favoreciendo una larga vida. Sin esta armonía básica de las energías masculinas y femeninas, ni las mejores medicinas ni los más potentes afrodisiacos servirán de nada. Si las esencias vitales se agotan y se secan debido a un exceso de emisión o a una completa negligencia, ya no podrán reavivarse. Salvo en el caso de que uno sea un iniciado consumado que haya conseguido dominar la transmutación de la energía sexual en pura energía espiritual, el celibato resultará tan perjudicial para la propia salud como los excesos desordenados. Como seres humanos, no debemos hacer nada que contradiga la Naturaleza, y abstenerse de las relaciones sexuales va completamente en contra de la Naturaleza. Muy frecuentemente, en la Naturaleza, lo mismo que da vida puede quitarla, y la manera en la que uno lo utilice depende del conocimiento. Si un hombre posee conocimiento, cuanto más haga el amor más se beneficiará su salud. Si es ignorante derrochará su semen y apresurará su viaje hacia la tumba. Sólo el conocimiento nos enseña cómo utilizar la sexualidad para llegar a la salud, al bienestar y a la longevidad y no caer en el sufrimiento y en la perdición. Cuando la sexualidad es practicada según los principios de la Naturaleza, más que ser una prueba agotadora, se conviene en una fuente inagotable de energía. Se convierte en lo que es, en un pozo de aguas vivas que jamás se seca. Sin embargo, las aguas que brotan del manantial del sexo también puede "ahogar" cuando se ignora cómo realizar este tipo de sexualidad superior. Por ello, uno debe investigar, discernir, aprender y obrar adecuadamente".
Efectivamente yo sí tuve mi primera eyaculación hacia los 13 años de edad. Entre los 13 y los 14. Pero no me sentí disminuido ni frustrado. Fue una experiencia positiva y benefactora porque comencé a crear mis propias fantasías masculinas. Pero fue ya a los 16 y 17 años de edad, cuando mi cuerpo se había formado atléticamente bien proporcionado (por las prácticas deportivas y la buena alimentación) cuando comencé a conocer, de verdad, el maravilloso mundo femenino de las chicas. Me gustaron siempre las chavalas guapas y bien formadas pero que tuvieran personalidad propia... pero también había otras menos afortunadas físicamente pero muy interesantes. Como en aquellas épocas empecé a fantasear usando la poesía y la prosa lírica traspaso mi texto publicado en Vorem.com titulado "Los corazones pequeñitos". Es una de las páginas de mi libro de "La forja de un ser humano - memorias de un escritor" que más me entusiasman porque habla de ellas, de las chavalas que entraban por mi vista pero se quedaban dentro de mi corazón. Este es el texto: Nuevos tiempos. Nuevos estudios. En el pupitre de madera han dibujado un corazón grande con un apellido dentro. A su alrededor hay un numeroso grupo de pequeños corazones femeninos. Había llegado el momento de conocerlas. El momento de poder liberarlas o morir en el intento. Era la Pléyade de Cima: un grupo de chavalas guapas de cuya información no debía conocerse nada ni publicarse nada hasta que llegara un momento determinado de la vida. Ese momento ha llegado hoy. Estamos en la Cima de Madrid, en la Calle Mayor. Hace muy poco tiempo el cineasta Juan Antonio Bardem ha realizado la película "Calle Mayor" basada en la novela de Carlos Arniches titulada "La señorita de Trevélez". Estaban todas destruídas. El famoso León de Oro las había devorado la moral... pero ya llegaban los tigres de Monpracén capitaneados por Sandokán; el heroico personaje de las novelas de Emilio Salgari. Así que El León de Oro junto con su despreciable compañero de fechorías, un tal Domínguez ligón "dominguero" nada más, comenzó a temblar de pavor después de ver que venía en serio la cosa. Que sus pesadas bromas ya no tenían gracia... cuando las había dejado a todas destruídas... y es que El León de Oro sabía mucho de Arniches pero nada de Salgari. Eran las siete hijas de Zeus convertidas en estrellas para ser salvadas de la persecución de Orión. El León de Oro tampoco sabía nada de Mitología, y menos todavía su compinche Domínguez que era sólo, repito, un pequeño ligón "dominguero" nada más. Yo comencé entonces a pensar en Ronsard y sus "Odas", "Himnos" y "Los amores". Era la hora de comenzar con los verdaderos amores para destruir a los donjuanes que las habían dejado destruído el corazón. Y comenzaron a surgir los amores. Dibujaron el corazón grande con un apellido dentro y pusieron sus corazones pequeñitos alrededor de él. Y yo seguía pensando, siempre vigilado por la temerosa mirada del León de Oro y los temblores de su compinche Domínguez, en Du Bellay (ellos tenían todavía menos idea de quién era Du Bellay) escribiendo "la añoranza misteriosa comienza a aparecer en la belleza de todas ellas". Alrededor del corazón grande comenzaban a latir ya, poco a poco, los corazones pequeñitos de las chicas de la Cima. Buscando un poco de compañía y, sobre todo, la libertad que les había arrebatado el Don Juan de Oro y su miserable compañero Mejías Domíngez. La señorita Dora se me convertía en Dorotea, aquella hermosa mujer de Lope de Vega en la que Du Bellay se inspiró para hacer un homenaje a Fernando de Rojas. Una Celestina se movía entre aquellos entresijos. Pero yo no decía nada mientras seguían aumentando los corazones pequeñitos de las chicas alrededor del corazón grande y varonil con un apellido dentro. Quien fuese la bruja Celestina no me importaba en absoluto mientras iba realizando mi labor en silencio y bajando de cháchara con ellas, por aquello de Lope de Vega, hasta llegar a la famosa Cuesta de la Vega que bajaba en solitario para seguir pensando... Fue entonces cuando, un día, comencé a escribir las dos primeras canciones de mi vida pensando en aquella Pléyade de chicas destrozadas por los donjuanes depredadores, machistas que las tenían sometidas a sus antojos y de las cuales se burlaron hasta dejarlas con la autoestima por el suelo. Eran mis dos primeras Canciones para la Libertad: "Un día cualquiera del duro invierno, verás la lluvia caer, oirás tu nombre llamar... pensarás qué triste es ver desierta la ciudad, que pena da saber que tu nombre nadie llamará" pero también escribí la segunda: "Existe una calle, es tan larga que parece que jamás va a terminar. Solitaria. Nunca hay nadie. Esa calle silenciosa siempre está. Sólo una figura por las noches allí viene a pasear. Miro al cielo. Ya no llueve. Hoy yo he visto esa figura entre las nubes. Juraría que la he visto sollozar. Lentamente doy la vuelta y me dirijo a la ciudad". El León de Oro y su despreciable compinche Domínguez comenzaron a temblar de miedo. Sabían que alguien había llegado para poder liberarlas a todas ellas. Vieron que los pequeños corazones femeninos seguían aumentando alrededor de aquel corazón grande que tenía un apellido varonil. Iba en serio la cosa, recogieron sus mochilas llenas de burlas sin gracia y se fueron definitivamente de allí habiéndolas dejado castigadas por sus chulerías donjuanescas. Los dos cobardes con el rabo entre las patas. Ahora era necesario poder conseguir que volviesen a ser ellas mismas otra vez. Las mismas chavalas guapas que tanto me gustaban a mí a pesar de que la Celestina seguía oculta en el aula. Por eso no. Por eso no acudí al guateque. Algunas pensaron que yo tambíén las despreciaba y no se daban cuenta de que estaba realizando mi propia estrategia precisamente para volver a hacer que recuperasen su autoestima. Pero al principio no lo entendían. No entendían por qué yo había decidido no ir al guateque. "Si no va él nosotras tampoco" dijeron las que dibujaban sus pequeños corazones femeninos alrededor del corazón grande con un apellido varonil dentro ante la desesperación de Pisonero. ¿Quién era el verdadero y quién era el faso de los dos?. Sí. El mismo apellido pero dos hombres bien diferente. El I era donjuanesco, burlador de mujeres, castigador de chavalas de las que se burlaba, junto con su despreciable compañero Domínguez, dejándolas totalmente destruídas. Pero las de los corazones femeninos pequeñito sí creían en mí. No comprendían mi estrategia pero, por alguna razón misteriosa, me miraban de frente a los ojos y tenían confianza en mí. Dos apellidos iguales pero dos hombres bien diferentes. El mismo apellido pero yo no era como él y ya había jurado desde muy pequeño jamás ser como él. ¿Pero no ves que sólo son unas chiquillas con ganas de sentir un poco de amor? le dije a su conciencia. Pero ya habían huído los dos con el rabo entre las patas. Ahora tenía la obligación de liberarlas a todas sin importarme para nada quien era la Celestina que, astutamente, había situado El León de Oro para impedir la obra de la liberación general. Los pequeños corazones femeninos que se dibujaron alrededor del corazón grande con el apellido varonil comenzaban a latir. Nadie comprendía la estrategia que yo estaba utilizando. "¿Qué más quieres?" me dijo un compañero de mesa. Le miré y no le respondí. Yo solo queria hacer mi labor en silencio y además tenía otra batalla más grande esperándome en la Plaza de Canalejas y para ello me estaba preparando la señorita Dora de la cual yo aprendía aceleradamente el mundo de las mujeres. Sólo le miré y él, que no comprendía nada de lo que estaba pasando, guardó silencio para siempre. Jamás me volvió a molestar con la misma pregunta. Mis silencios no eran silencios. Las estaba liberando a través de las sonrisas bohemias. Por eso ni ellas mismas comprendían por qué no terminaba por enamorarme de alguna de ellas. Y es que yo las quería a todas por igual. Al final lo conseguí. Y cuando conseguí destruir la labor del I y hacerlas a todas sonreír de nuevo... silenciosamente, tan silenciosamente como había llegado, abandoné la Cima y seguí el camino de mi Destino. Él era más guapo que yo. Yo lo sabía y lo sabían también todas las chicas... excepto unas pocas, las que dibujaron sus pequeños corazones femeninos alrededor de mi gran corazón, que opinaban lo contrario y que, además, eran las que más me gustaban a mí porque eran las más guapas de la Academia. Nuevos tiempos. Nuevos estudios. !Existen las chicas!. Y es que, muchas veces en la historia humana, resulta que el II derrota ampliamente al I en cuestiones de verdadero amor. El III, enviado astutamente por el acobardado I para destruir mi labor llegó demasiado tarde. !Ya estaban todas liberadas aunque no hubiesen comprendido por qué no me enamoré de ninguna de ellas ya que a todas las quería por igual!. Miré a los cielos y pregunté a Dios. "¿Qué hago ahora?, ¿Debo volver?". Escuché su respuesta a través del pasaje bíblico de Mateo 7:15-20 "Guardaos de los falsos profetas que vienen vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos e higos de los abrojos?. Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. Nunca puede un buen árbol dar malos frutos ni un mal árbol darlos buenos". Sabía que ya no era necesario volver. Y el III tuvo que abandonar rápidamente e irse a otra Academia. El IV ni tan siquiera lo intentó".
Si a alguien le ha gustado esta manera de decir que yo acababa de descubrir la sexualidad masculina gracias a todas ellas, quizás también le guste leer el siguiente texto. Es sólo una reflexión un tanto irónica porque siempre he comprendido y practicado las relaciones sexuales con mi pareja con un poco de humor que es excelente para estar sexualmente sano (por eso lo titulo "Los "orgones" de la Sexualidad" (humorístico pero en serio): Dicen algunos expertos en Sexología que lo importante es que nos enfoquemos en esto de los amores a través de la "Orgonomía de los orgones"... algo así como si tuviésemos que tener miedo de los "ogros" (perdón pero cacofónicamente se asemeja a "ogronomía" y por eso resulta fácil el chiste). Y es que resulta que quienes ya sabemos lo que es la Sexología sólo podemos reírnos simplemente de Teorías Complicadas para hacernos dudar de si "somos" o "no somos" capaces de entender, por ejemplo, "la primera vez que lo hice" o "cómo hacer que la una parte de la pareja -y hablo de los heterosexuales- seamos capaces de satisfacer a la otra parte". ¿Qué teoría es esa de los orgones ("ogrones") de la sexualidad?. Demasiados ruídos pero pocas nueces; que en cuestión de materia sexual lo más fácil de entender (y lo más sabio) es dejar que actúe la naturaleza que Dios creó para los humanos desde los tiempos de Adán y Eva o los primeros homínidos (sea cual sea nuestra manera de entender la Creación del Hombre y la Mujer) dejándose de complejos psicológicos creados por el maremagnum en que nos han metido los psicólogos y los psiquiatras "freudianos". !Vamos ya de tanta "sustancia" licenciosa!. !Dejémonos de engaños hormonísticos!. La cuestión de los orgasmos femeninos y masculinos son simplemente productos de saber amar como ama el león a la leona, por poner un sencillo ejemplo. Lo demás es pura paja en medio del trigo. Que en mis pueblos de España llamamos al pan pan y al vino vino y por supuesto a la sexualidad sexualidad. Pero nada de "orgones" (ogrones para meternos miedo) entendemos ni falta que nos hace. Así de claro y contundente es mi forma y manera cristiana de entender lo que es la sexualidad. Y hablo de ello por experiencia, ya que soy un hombre casado con una mujer... ¿Entendido, señores de la "psicosis" y las zarandajas de los "brotes sicóticos" que jamás he tenido?. Que para entender de psicosis prefiero dejar los "ogrones" a un lado y visualizar una película de Alfred Hitchcock mientras me preparo orgánicamente para hacer el amor noble con ella después de habernos reído un poco.
7.4.- La sexualidad de la mujer.
Seguimos con textos de verdaderos expertos y expertas en el tema. Ahora otra vez consultamos los fascículos de "Sexualidad.Hoy": "La sexualidad humana no se reduce a la genitalidad. El sexo es un lenguaje de profundo sentido humano, con sus códigos y signos propios; es comunicación y forma suprema de expresión del amor a través del cuerpo. Este fascículo se dedica al cuerpo femenino. Pero no se trata de conocerlo sólo desde el punto de vista de la anatomía y fisiología. Tanto la mujer como el varón son bastante más que sólo un cuerpo. La sexualidad afecta a la experiencia psíquica, las relaciones interpersonales y los papeles sociales. La cultura de masas ha instrumentalizado el cuerpo femenino al que exhibe sea para vender un nuevo modelo de automóvil o anunciar cualquier otro producto. Pero el tiempo actual está marcado también por la presencia de fuertes movimientos feministas y de cambios significativos en el papel de la mujer dentro de la sociedad. El conocimiento del cuerpo de la mujer está dirigido por el mismo objetivo de toda la colección: colaborar para una visión humanizante y personalizadora de la sexualidad".
"Educación y sexo femenino" (por la psicóloga Teresa Borja): "Para entender la sexualidad de la mujer hay que comprender el significado de "mujer". Nuestra sociedad educa a la mujer para ser pasiva frente a las demandas del hombre, sacrificada, generosa, sensible y orientada a los demás. Todas estas enseñanzas ayudan a que la mujer, una vez adulta, se case y se ponga al servicio de su esposo, sus hijos, sus padres y aún sus suegros. Estas enseñanzas y expectativas sociales crean en la mujer un papel social que repercute directamente sobre su sexualidad. Aquella orientación determina que la mujer no busque su placer personal, se ponga al servicio del placer del hombre, no tome la iniciativa sexual, se "deje llevar" por la sensualidad del hombre sin respetar la suya propia, y se niegue a sí misma sus necesidades sexuales. Esta manera de vivir su sexualidad hace que la mujer sea incapaz de responsabilizarse por su sexualidad. Ella se dice a sí misma que, cuando tiene relaciones sexuales fuera del matrimonio, es porque "cae" en las "garras" del hombre. Es decir, la mujer se ve a sí misma como "presa de cacería" en un mundo donde el hombre es el "depredador sexual". Por esto crece con miedo del hombre, vive para "cuidarse" y para no "dejarse convencer". A la mujer se la "educa" con frases como "la virginidad es el mejor regalo que da al hombre" o se le repite que debe cuidar aquel "gran tesoro" para su esposo. Por esto, dentro de nuestra sociedad, la mujer que se ha entregado sexualmente a un hombre reduce inmediatamente su valor para otro hombre. Muchos hombres aprovechan esta situación para exigir a la mujer "la prueba de amor", es decir, que se entregue sexualmente. ¡Qué engaño, qué trampa le tiende este hombre a esta mujer "educada" tan vulnerablemente dentro de nuestra sociedad!. Cuantas mujeres vienen a mi consulta desesperadas por este "gran problema" de haber tenido relaciones sexuales con un hombre que "las engañó". Creen que su mundo se ha acabado, que ningún hombre podrá volverlas a amar, que no tienen derecho a escoger una pareja porque no se sienten dignas. ¡Qué triste manera de "educar" a la mujer!. ¡La convertimos en "carnada" y, una vez consumada la cacería, la desechamos!. Esto es el machismo reflejado en la sexualidad femenina.
El daño inmenso que ha generado nuestra sociedad sobre la sexualidad femenina también ha creado frentes de defensa, de lucha. Un cambio fuerte en la mujer de hoy ha logrado, lenta pero positivamente, modificar la imagen de la mujer que la sociedad quiere imponer. Cada vez hay más mujeres que se sienten responsables de su sexualidad, que no la ponen al servicio de los demás sino que saben equilibrar sus relaciones y demandan reciprocidad. Mujeres que se valoran por su personalidad, su inteligencia, su capacidad personal y no por "su gran tesoro: la virginidad". Mujeres que buscan un hombre que las ame y las respete antes, durante, y después de una relación sexual. Este frente de cambio social ha impactado también en el hombre. Hoy en día, ya hay muchos hombres que buscan mujeres que se valoran a sí mismas por sus potencialidades emocionales, intelectuales, productivas, y sexuales. Esperemos que estas parejas construyan en sus hijas e hijos una nueva visión de la mujer y el hombre. La sexualidad femenina y masculina serán entonces valoradas y respetadas, y las personas podrán disfrutar de una sexualidad que integra tanto lo afectivo como lo físico. La pubertad de las mujeres se marca con el inicio de la primera menstruación o "menarquia". A lo largo de la historia occidental, ha habido una disminución de la edad a la que se presenta la primera menstruación debido a la nutrición y a la cantidad de ejercicio físico. La mayor parte de las adolescentes tienen su primera menstruación entre los 10 y 14 añoos de edad, aunque los doce añoos suele ser la edad más típica. La primera menstruación implica que las hormonas femeninas han empezado a funcionar aproximadamente un añoo antes y producen un fuerte crecimiento del cuerpo y la iniciación del brote de los senos, del vello púbico, al mismo tiempo dan una forma femenina a todo el cuerpo. Aproximadamente un año después de la primera menstruación, se empiezan a generar óvulos maduros y la mujer es capaz de concebir. La menstruación consiste en una serie de nutrientes y sangre que se hallan en las paredes del útero. Esta sustancia sirve para nutrir al óvulo fecundado una vez que se implanta en el útero. Si no hay implantación, la sangre sale por la vagina. La menstruación ocurre aproximadamente cada 28 días y dura alrededor de tres a cinco días. Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) determinan el ciclo de maduración de los óvulos y, por ende, el ciclo de la menstruación. Estas hormonas son las causantes de "esa edad del burro". Las niñas sienten los altos y bajos de humor que coinciden con los niveles de estrógeno y progesterona. A mediados del ciclo muestran mayor vitalidad, alegría, sociabilidad, y agrado. Estas conductas son el inicio del interés sexual que experimentarán en un futuro próximo por el sexo opuesto. Es muy importante que las niñas se sientan preparadas para este acontecimiento. En los primeros añoos de la adolescencia, las mujeres dedican la mayor parte de su tiempo a las amigas y a sí mismas. La relación con los padres y adultos es tensa y difícil. Ya no son niñas para interesarse en "jugar" ni lo suficientemente maduras como para dialogar. Cuando están solas en casa suelen estar mortalmente "aburridas" o encerradas en sus cuartos oyendo música, mirándose al espejo, hablando por teléfono con sus amigas, y también en una serie de conductas autosensuales: por ejemplo, peinándose, pintándose, etc. Todas estas manifestaciones son producto natural de esta etapa de sus vidas y les sirve para desarrollar una mayor conciencia de sí mismas y lograr lentamente la independencia de los adultos. Con la adolescencia se despierta fuertemente la sensualidad. La masturbación se hace totalmente voluntaria y consciente y tiene como objetivo el orgasmo. En la adolescencia aproximadamente 10 a 20% de las mujeres se masturban hasta alcanzar el orgasmo con una frecuencia de una o dos veces por mes. Con la edad aumenta la cantidad de mujeres que se masturban. La fuerza sexual que aparece en la adolescencia no siempre es tan selectiva como la sociedad desea. Aproximadamente 5% de las mujeres tienen experiencias homosexuales durante la adolescencia (besarse, acariciarse). En general, estas experiencias son producto de una alta curiosidad y deseo de sentir su sexualidad con alguien con quien se sienten seguras: sus amigas. Estas conductas no pronostican una homosexualidad en la edad adulta. La capacidad de desarrollar relaciones con el sexo opuesto mejora con el pasar del tiempo. En un inicio, la relación de enamorados es inestable y conflictiva. No pueden ser "amigos" y tampoco saben manejar sus sentimientos físico-sexuales. Conforme maduran, se hacen mas y mas capaces de controlar sus impulsos tanto afectivos como físicos y logran relaciones estables. Dentro de estas relaciones, las caricias físicas se hacen cada vez más intensas hasta llegar en muchos casos a la relación sexual".
Según otra sexóloga como lo es Martha Lucía Palacio: "Es posible tener una vida sexual plena a cualquier edad. En algunas épocas o circunstancias es necesario trabajar más para obtener la satisfacción de la vivencia sexual. En la menopausia y después de ella, además de los posibles cambios físicos que se pueden operar en una mujer y ante los cuales se llegan a considerar diversos abordajes médicos, es indispensable revisar y desarrollar otras áreas que favorezcan el manejo integral de esa mujer. En la madurez y la vejez se van dando paulatinos cambios que llevan a una lentificación de la respuesta sexual y a la necesidad de acomodación personal y de pareja. Si se ha transitado positivamente, habrá un aprendizaje de vida que permita disfrutar muchas cosas en una dimensión de lo sencillo y descomplicado, dando como resultado que los cambios de la edad pueden significar que se abren otras facetas para explorar. Si no se conserva en la menopausia la expresión sexual, puede ser muy difícil recuperarla más tarde".
Poned mucha atención al siguiente texto de Internet: "Las mujeres por fuera: el clítoris, aunque mucho más pequeño, es el equivalente anatómico del pene y funciona de la misma manera. Es decir se pone erecto en estado de estimulación sexual porque se llena de sangre. La punta del clítoris es sumamente sensible, como el glande del pene, y puede causar dolor si es acariciado con excesiva presión o cuando no hay suficiente lubricación. La apertura uretral es el conducto por el que sale la orina.
El himen es el tejido que se encuentra a la entrada de la vagina protegiéndola de que ingresen cuerpos extraños a su interior. Este tejido puede ser tan delgado como para romperse en la infancia por cualquier movimiento brusco o golpe o ser tan fuerte y flexible que nunca llega a romperse sino que se expande. Al igual que el frenillo del pene del hombre, la ruptura del himen puede o no causar dolor o sangrado según el grosor y la flexibilidad que tenga este tejido en la mujer.
La vulva es toda el área genital externa de la mujer. Los labios mayores y menores
son tejidos que protegen el interior de la vulva. Los labios mayores impiden ver directamente los genitales internos. Los labios menores protegen la apertura vaginal. La higiene interna es muy importante. Se aconseja que las mujeres se laven con agua, pero no con jabón en el interior de la vulva porque el jabón es irritante y pueden quedar restos en el interior.
Por dentro: la vagina es el conducto que une el exterior con el útero de la mujer. Solamente el primer tercio inferior es verdaderamente sensible al tacto. El útero
es un músculo en cuyo interior se implanta el embrión y que sostiene al bebé hasta el momento del parto. Las trompa de Falopio conectan el útero a los ovarios. Su función principal es trasladar los óvulos maduros hasta el útero. Los ovarios son
las glándulas donde se encuentran los óvulos en forma inmadura y fuente de algunas hormonas femeninas. El óvulo es la célula sexual femenina que una vez unida al espermatozoide inicia el proceso de reproducción humana".
La sensación de placer que siente la mujer mediante la penetración del pene en la vagina es resultado de la estimulación indirecta que se genera por la conexión nerviosa y muscular con el clítoris de la mujer. No es cierto que un pene grande produce mayor placer en la mujer porque no es el tamaño del pene sino el movimiento de entrada y salida que hace el varón para lograr estimulación propia lo que estimula a la mujer (por la conexión entre la entrada a la vagina y el clítoris).
Hay estudios recientes que indican que aproximadamente 40% de las mujeres tienen un punto de inervación (punto "G") dentro de la vagina (asociado con el clítoris) que causa grandes niveles de excitación sexual cuando es estimulado. Ya hablaremos de esa estupidez que dicen los machistas de "la tengo enorme" para contar que eso es una verdadera anormalidad y que si es cierto más les valdría estar callados en vez de ir por la vida haciendo tanto el ridículo. Lo hablaremos en su momento oportuno.
Atención a este asunto. Lean bien. Repito: "el óvulo es la célula sexual femenina que una vez unida al espermatozoide inicia el proceso de reproduccción humana"... ¡luego la vida de un ser humano comienza desde ese momento!... y por eso estoy TOTALMENTE EN CONTRA de que se practiquen los abortos excepto en dos casos: el primero es que la mujer esté en peligro de muerte y el segundo es que se mueran sin que nadie lo haya provocado. Ya lo explicaré más adelante y mucho mejor. Termino con un texto mío, para dar otro feliz punto final entre poético y realista al presente asunto, al cual podéis llamarlo cuento aunque yo lo llamo relato y considerarlo, simplemente, como un homenaje a la mujer conquistadora:
- ¿Qué va a ser, Manolo?.
- Un anís bien dulce, Paco, que la vida ya es demasiado agria como amargárnosla más.
- ¡Vamos, Manolo!. ¡Un poco más de optimismo!.
En esos mismos instantes está Gloria abriendo su quiosco de prensa. En Casablanca un terrorista islámico se ha inmolado en un cibercafé. Se trata de un joven de 23 años de edad que estaba consultando páginas sobre el terrorismo.
- Paco, ¡aquí te dejo el periódico!.
- Está bien, Gloria. ¿Te apetece uno con leche bien calentita?.
- Estupendo. Hace frío hoy.
Gloria es joven y guapísima. Van tras ella todos los mozos del barrio a intentar ligarla y salir con ella el viernes por la noche; pero quien verdaderamente está locamente enamorado de Gloria es el tímido Domingo que ahora, según va a entrar en el local de la Academia de Manuel Pedroso, a estudiar informática, inglés y contabilidad, se cruza con ella y se ruboriza desde la cabeza a los pies. Gloría le sonríe pícaramente.
- La juventud, como siempre Manolo.
- Sí. La juventud, ¡quién pudiera volver a ser joven!.
- ¡Vamos, vamos, Manolo, qué todavía no eres un viejo!.
Llega en esos momentos el anciano Tobías a pasear a su perrito Canelo, un fox-terrier que juega a perseguir a las palomas y a olisquear por entre las sillas de la terraza de La Hacienda.
- ¡Hola, Tobías!. ¡Buen día!, le grita el guarda urbano.
- ¡Buen día, Jaime!.
- ¿Qué tal vas de la pierna?.
- Como siempre, jodido, esto no hay ningún dios que lo arregle.
Quien sí se ha arreglado minuciosamente, antes de salir a la Plaza, es Doña Carmen. Va dispuesta a arreglar, de una vez por todas, el asunto de la herencia que está pendiente de reparto. Y entra en La Hacienda a tomar su característico chocolate con churros.
- Carmen, ¡está usted muy guapa hoy!, le piropea Paco.
- ¡Ea, hijo!. ¡A ver si así consigo que el abogado me resuelva por fin la papeleta!.
Una papeleta, pegada en el cristal de la cafetería, anuncia que se arrienda un tercer piso por 400 euros al mes.
- ¿Y qué pasa por fin con la casa?.
- ¡En esas estamos, Paco!. ¡Entre unos y otros la casa sin barrer o en otras palabras éramos pocos y parió la abuela!.
Ríe Paco las ocurrencias de doña Carmen mientras por la Plaza pasan los chiquillos que van a estudiar al Salzillo. Marchan en grupos de tres y hasta de cuatro y caminan a trompicones, con las caras todavía llenas de sueño.
Sueños... sueños... todas las palomas revolotean entre los viejos álamos del jardín mientras el aire sopla ligeramente fresco las ramas y los bancos de piedra que están aún húmedos del rocío de la madrugada.
Pasan las horas. Siguen entrando y saliendo vecinos de la cafetería y Manolo tiene ya que ir a sus labores.
- En fin, Paco. Voy a dar una vuelta por ahí. Como decía mi padre, que en paz descanse, todo tiene remedio menos la muerte.
- ¡Hay que levantar ese ánimo, Manolo!. ¿Otra copita de anís?. Esta te invita la casa.
- En ese caso... ¡venga esa copita!...
Y Manolo vuelve a sentarse frente al mostrador mientras a su lado el joven Víctor está leyendo las noticias del diario deportivo Marca.
- Que no, que no, que el Real Madrid no gana tampoco este año la Liga.
- No estés tan seguro de eso, Paco.
- ¿Pero todavía confías en que Capello va a conseguir algún título este año?.
- Yo creo que sí.
- Eres tú demasiado joven todavía.
- ¿Qué tendrá que ver la juventud con que el balón entre o no entre en la portería?.
El portero del Edificio Jardín ha salido a la Plaza con una bolsa llena de basura y se acerca al contenedor público que hay, en la calzada, junto al quiosco de periódicos, mientras ya ha a abierto la ventanilla Serafín, el de la ONCE.
- ¿Qué número salió ayer?.
- El 2347.
- ¡Ni el reintegro!. ¡No he acertado ni el reintegro!.
- No se desanime usted, Don Antonio. Llévese hoy el 7620 que le va tocar. Hoy será el día de su suerte.
- Suerte... suerte... ¡venga acá el 7620! Pero que conste que mi suerte sólo será cuando me llegue el día de la jubilación si es que para entonces sigue existiendo la pensión para los jubilados; porque según está la Seguridad Social no sé... no sé...
A las doce de la mañana está la Plaza en plena ebullición y un grupo de jubilados, los de siempre desde hace años, charlan sentados en los bancos de piedra o juegan a las cartas a la vez que el numeroso grupo de palomas picotean de un lado para otro entre las sillas de La Hacienda, El Palapanza, El Lagar y la Amstelería. Aparece Tomasín montado en bicicleta.
- ¡Oye, chaval!. ¡Que un día vas a atropellar a alguien!.
- ¡Oiga, señor!. ¡Que mi padre paga los impuestos!.
- Pero no para que pases por la plaza haciendo el burro con tu bicicleta.
- ¡Déjale, Juanjo!. ¡Estos chicos de hoy no saben nada de educación!.
- ¡Tenían que volver aquellos tiempos de la letra con sangre entra y veríamos si tendrían educación o no!.
Tomasín continua dando vueltas en su bicicleta con una sonrisa de oreja a oreja mientras el quiosco de la Gloria está ahora lleno de personas que vienen a comprar la prensa. Un grupo de amas de casa está charlando sobre la acera. Hablan de lo caro que está todo. Unas van al Mercadillo, otras a Mercadona y hay quienes se dirigen a El Árbol; pues cada una de ellas tiene la verdad sobre los precios y donde son más caros o más baratos. Unas dicen que acá. Otras dicen que allí.
- ¡Dios mío!. ¡Han sonado las doce en el reloj de la iglesia de San Pedro!. ¡Me tengo que ir ya, Paco!.
Han sido, al final , tres las copitas de anís que ha tomado Manolo quien sale de La Hacienda con la vista un poco nublada y está a punto de ser atropellado por la bicicleta que monta Tomasín.
- ¡Te lo estamos diciendo, chaval!, le recrimina el jubilado Juanjo. ¡Haz el favor de salir echando leches de aquí!.
Tomasín, ahora ligeramente asustado, sale zumbando por la calle Mayor arriba.
Desde la ventana de la Academia Manuel Pedrero, el tímido Domingo no hace otra cosa sino observar a la bellísima Gloria del puesto de periódicos quien, sabedora de ello desde hace tiempo, pone posturas provocativas para el joven.
- ¡Vamos a ver, Domingo!. ¡Qué te pasa?. ¡Pon más atención porque últimamente andas muy despistado y estás fatal en los ejercicios de contabilidad!.
- Es que pasa, Don Javier, es que últimamente no puedo concentrarme.
Hay una concentración momentánea de mujeres que protestan contra el maltrato al género femenino. Algunas, de pie sobre los bancos de piedra, lanzan proclamas que son vitoreadas por las demás. Al poco tiempo desfilan hacia la Alcaldía, a protestar por sus legítimos derechos, calla Mayor abajo.
Llega el cartero y está abriendo el buzón amarillo de Correos. José, en el último instante, le da alcance.
- ¡Por favor, recoja esta carta!. Es urgente.
- Pues llega usted a tiempo justo. Un segundo más tarde y se tiene que esperar a mañana.
- Es que va para las Américas.
- ¿Para dónde ha dicho usted?.
- Para Ecuador.
- ¿Y cómo está Ecuador?.
- Mal. Sigue mal. Veremos a ver lo que hace Correa.
- ¿Qué hay en la carta?.
- Papeles para un cuñado mío.
- Pues no sé cuánto van a tardar en llegar.
- No importa. El caso es que lleguen.
- Eso seguro. Que llegan llegan como yo me llamo Anselmo.
Es el mismo instante en que Pedro está sacando dinero del cajero automático de Cajamadrid mientras su mujer, Teresa, compra pasteles en La Amstelería.
- Es que hoy cumple años la nena.
- ¿Cuántos?.
- Trece.
- ¡Uy, que mal numerito!.
Nicanor tiene dichos y gestos de amaneramiento y hay quien dice... pero no... no es de incumbencia de nadie... y además las apariencias engañan... porque está casado, con dos hijos varones y dos hembras y muy enamorado de su Dolores, Lolita, Lola como la llama él. Pero los rumores sobre su feminidad siguen circulando por el barrio.
A la hora de la siesta la Plaza de las Palomas queda totalmente desierta salvo el caso aislado de Jesús, un hombre de mediana edad, que siempre viene allí, a sentarse bajo el olmo más frondoso del jardín, y a la sombra a leer El País. Ahora está centrado con el asunto de De Juana Chaos y el enfrentamiento entre PP y PSOE.
A la tarde las Plaza se llenará nuevamente de gentío. Ahora serán mayoría los niños que juegan con sus pelotas y los jóvenes quinceañeros, de ambos sexos, que quedan aquí todas las tardes para ligar y tomar alguna cervecilla que otra, mientras el numeroso grupo de palomas continúan sus ávidos picoteos entre las mesas de los cuatro establecimientos de restauración: La cafetería La Hacienda, el restaurante Palapanza, la sidrería El Lagar y la pastelería La Amstelería. Y por la noche, mientras llegan Rubén y Maria a su portal del Edificio Alianza, la Plaza de las Palomas comenzará a envolverse en un profundo sueño de silencio, solo interrumpido por los monosílabos de El Rata, el vagabundo que pide tabaco a todos los transeúntes nocturnos.
En un banco de piedra de la Plaza de las Palomas alguien ha escrito con aerosol azul: Gloria Te Amo. Nadie sabe quien ha sido. Bueno. No es cierto. Domingo sí sabe quien ha sido. Posiblemente Gloria también.
7.5.- Los mitos de la sexualidad.
Consultemos, primero, Sexología.com, donde se hace una amplia exposición de falsos mitos (de tipo machista sobre todo) sobre la sexología. Apuntad si queréis para no olvidarlos nunca: "Los mitos sexuales se extienden como los rumores, y tienen tanto fundamento como éstos. Una opinión no fundada sobre algo relacionada con el sexo, y expresada con la convicción que suele acompañar a la ignorancia, se convierte fácilmente en una creencia de toda una comunidad o generación. Esta falsa creencia comienza a divulgarse como algo comprobado y real, y se convierte en un mito. Los mitos se desarrollan a veces precisamente porque parece que tienen sentido o porque deseamos que sean verdad. La libre información sobre la realidad, y los cambios socioculturales hacen que los mitos sexuales dejen de serlo. Los mitos sexuales muestran la escasa, y muchas veces falsa, información de nuestra sociedad sobre el sexo.
Algunos de estos mitos más frecuentes son los siguientes:
Mitos sobre el embarazo:
- La dieta alimenticia de la mujer durante el embarazo influye en el sexo del niño.
- Una mujer sólo puede quedar embarazada a través del coito o de la inseminación artificial.
- El coito durante el embarazo puede perjudicar la salud o hacer daño al feto.
- Durante el embarazo se debe evitar el coito.
- Para que la mujer quede embarazada es necesario que hombre y mujer alcancen el orgasmo a la vez.
Mitos sobre la eyaculación precoz:
- Sólo tiene eyaculación precoz el hombre que eyacula antes de penetrar.
- La eyaculación precoz la padecen sólo los hombres jóvenes.
- La eyaculación precoz se debe a defectos o trastornos físicos, de la próstata, fimosis, etcétera.
- Todo hombre que tiene un fuerte impulso sexual tiene eyaculación precoz.
- La eyaculación precoz se quita siempre con el tiempo.
- La eyaculación precoz se quita con inyecciones, pomadas, pastillas, o intervención quirúrgica.
- Un remedio contra la eyaculación precopz es pensar en cosas raras, desagradables, o ajenas al coito.
Mitos sexuales en general:
- Los médicos en general están preparados para tratar los problemas sexuales de sus pacientes.
- La impotencia en los hombres mayores es siempre producida por factores físicos.
- Los negros gozan de un mayor impulso y potencia sexual que los blancos.
- El hombre con un pene grande tiene mayor potencia sexual que el que tiene un pene pequeño.
- La esterilización reduce el impulso sexual del hombre o de la mujer.
- El deseo y la potencia sexual disminuye considerablemente a partir de los 40 ó 50 años.
Mitos sobre la masturbación:
- La masturbación es una práctica limitada casi exclusivamente a los hombres.
- La masturbación durante la pubertad disminuye la potencia sexual en el hombre adulto.
- La masturbación es físicamente dañina y disminuye la potencia sexual.
- La masturbación muy frecuente conduce a la homosexualidad.
- La masturbación es un hábito propio de las personas jóvenes e inmaduras.
- La masturbación en el hombre o en la mujer es señal de que algo no va bien en su sexualidad.
Mitos sobre la menstruación:
- Las relaciones sexuales durante la menstruación tienen el peligro de infección o contaminación.
- Durante el periodo menstrual, la mujer no está preparada para tener relaciones sexuales.
- Es peligroso tener relaciones sexuales durante la menstruación.
- Durante la menstruación, las mujeres no deben practicar deportes, ni bañarse, ducharse o lavarse la cabeza.
Mitos sobre las relaciones de pareja:
- Una buena relación sexual requiere un orgasmo.
- La relación sexual sólo es plena cuando hombre y mujer llegan al orgasmo a la vez.
- Los orgasmos simultáneos son necesarios para la compatibilidad sexual de la pareja.
Mitos sobre la sexualidad femenina:
- La vida sexual de la mujer termina con la menopausia.
- La satisfacción sexual de la mujer depende del tamaño del pene.
- No está bien visto que la mujer tome la iniciativa en la relación sexual.
- La ausencia del himen prueba que una mujer no es virgen.
- La mujer llega al orgasmo al sentir la penetración del pene.
- Toda mujer llega al orgasmo, pero algunas no lo sienten.
Mitos sobre la sexualidad masculina:
- La impotencia es natural e irreversible en el hombre de edad.
- Impotencia significa pérdida de virilidad.
- El hombre siempre está dispuesto a tener relaciones sexuales.
- Si el hombre no se excita en una situación sexual "es anormal" o "no funciona bien".
- El hombre que funciona bien sexualmente tiene erección siempre que ve a una mujer.
- La práctica sexual requiere siempre una buena erección (cuanto mayor mejor).
- Un pene pequeño no puede proporcionar placer a la mujer.
- El hombre no debe decir nunca que "no" al sexo.
Todo esto está comprobado que es totalmente falso y que lo hacen creer como verdadero los machistas y los curas religiosos para ocultar su propia impotencia. Un machista, y hasta un cura incluso, es un hombre castrado psicológicamente e incapaz de hacer que la mujer sienta verdadero placer a la hora de tener relaciones sexuales con ella. Estos mitos están fabricados para ocultar la verdad de lo que es una buena relación sexual con su pareja y están promovidos, además de los machistas hy los curas, por todos los envidiosos incapaces de tomar contacto, a través de la comunicación interpersonal, con una chavala que, además de guapísima, tenga personalidad e interés como ser humano.
Pero sigamos consultando datos del Internet: "Los mitos sexuales son esos rumores sin fundamento que construyen una creencia inválida acerca de un tema sexual. Lo malo, es que esta supuesta creencia errónea comienza a divulgarse y a llegar a oídos de personas que por su poco conocimiento en cuanto a sexo se refiere, la toman como verdadera. Desgraciadamente, el sexo siempre ha sido visto como un tema tabú, por lo que se ha restringido su apertura e información hacia la comunidad, creando una vez más, que aparezcan mitos acerca de él, falsos e incorrectos, ya sea porque la sociedad tiene la necesidad de creer en algo sin importar si es cierto o no, porque el mito tiene lógica o porque lo escucharon de alguien de confianza. Para muchos, los mitos sexuales no permiten que se disfrute de la sexualidad tal y como debe ser, sino que interfieren con la misma o inclusive, llegan a destruirla. La mejor arma sexual es el conocimiento. A continuación se encuentran los principales mitos sexuales, para que empieces a conocerlos y a descartarlos de una vez. Los mitos sexuales solo reflejan, la escasa información que la sociedad tiene acerca de la sexualidad .
Mitos sexuales comunes. Algunos mitos sexuales que generalmente vas a escuchar son los siguientes: La impotencia en los hombres mayores es siempre producida por factores físicos. Falso, puesto que los factores psicológicos pueden ser los únicos culpables.
Los negros gozan de un mayor impulso y potencia sexual que los blancos. Falso, no hay ningún estudio científico que avale esta creencia.
El hombre con un pene grande tiene mayor potencia y capacidad sexual que el que tiene un pene pequeño. Falso también, el placer sexual no tiene relación con el tamaño del pene.
El sexo oral produce cáncer. El sexo oral puede ser el medio transmisor de enfermedades de transmición sexual, si es el caso, pero nunca de cáncer.
Ingerir semen es alimenticio. Es cierto que el semen contiene proteínas, sin embargo estas no son suficientes como para una nutritiva ingesta.
En la primera vez sexual no hay posibilidades de un embarazo. Gran error, es posible que se produzca en un embarazo como en cualquier otra relación sexual. Cuando que no haya un método anticonceptivo, el riesgo siempre existe.
El coito es peligroso y dañino para el feto. Falso, el sexo en el embarazo es completamente seguro siempre que no haya restricción médica.
Solo si hubo eyaculacion hay posibilidad de embarazarse. Error fatal. El pene antes de la eyaculación segrega liquido seminal para lubricarse, que contiene también espermatozoides que pueden fecundar un ovulo si entran en contacto con la vagina.
Mitos sexuales acerca de la Eyaculacion Precoz
El hombre que eyacula antes de penetrar padece eyaculación precoz. No es cierto, esto no indica que se trate de esta disfunción sexual.
La Eyaculacion Precoz es exclusiva de hombres adolescentes y adultos jóvenes. Es incorrecto, ya que en menor frecuencia, también puede afectar a hombres de mayor edad.
Los trastornos y malformaciones físicas causan la eyaculacion precoz. Falso, de hecho algún problema psicológico es el gran responsable usualmente.
Mucho deseo sexual es característico de un eyaculador precoz. El deseo sexual no tiene nada que ver con la precocidad.
Algunos remedios contra la eyaculacion precoz son las pomadas o la intervención quirúrgica. Mentira, ninguno de estos dos remedios curan la eyaculacion precoz.
Mitos sexuales femeninos
La sexualidad de una mujer termina con la llegada de la menopausia. No es cierto. El sexo durante la menopausia es muy gratificante y aún después de esta, se puede seguir viviendo a plenitud.
Cuanto más grande sea el pene, mayor placer sentirá la mujer. El tamaño no importa. De hecho un pene muy grande puede ser molesto y no estimula el primer tercio de la vagina que es el más sensitivo y donde se encuentra el Punto G.
No es correcto que ella sea quien tome la iniciativa sexual. Hace muchos años hubiera sido visto como una falta de dignidad por parte de la mujer, hoy en día se sabe que tanto ella como él, pueden tomar la iniciativa sin que se vea una mala connotación de por medio.
El orgasmo debe llegar con la penetración del pene. No siempre ocurre. Algunas tienen orgasmos cuando son penetradas, otras necesitan de estimulación directa en el clítoris.
Tener relaciones sexuales durante la menstruación no es saludable, es sucio y peligroso. Mentira no hay estudios que den por cierto este mito. El sexo durante la menstruación puede ser igual de placentero que si la mujer no estuviera menstruando.
Durante la menstruación la mujer no debe practicar deporte ni bañarse. Es obvio que no es cierto, si lo haces nada malo te pasará.
Es lastimoso que aun esta época muchas personas limiten el ejercicio de su sexualidad por los prejuicios que los mitos falsos provocan .

Mitos sexuales masculinos
La impotencia sexual es una enfermedad irreversible. Falso, aun en hombres mayores esta condición es tratable.
La erección significa masculinidad. Erróneo, el término de masculinidad o virilidad se refiere a otro campo, en donde la erección no suele tomarse en cuenta.
El hombre no debe decir nunca que no al sexo. No, el hombre puede negarse al sexo cuando así lo quiera.
El hombre no tiene Punto G. Falso, el Punto G masculino si existe y es motivo de gran placer para ellos.
La vasectomía reduce el apetito sexual. Otra mentira, en esta cirugía no se dañan tejidos importantes que tengan relación con el deseo sexual.
Mitos sexuales acerca de la masturbación
La practica de la masturbación pertenece solamente a lo hombres. Gran mentira, la masturbación femenina cada vez es más popular.
Masturbarse mucho durante la pubertad disminuye la potencia sexual en la vida adulta. Falso también, no hay relación entre una y otra.
Masturbarse es un pecado. No es cierto, es una forma de explorar y disfrutar nuestra sexualidad .
Masturbarse con mucha frecuencia provoca cambios físicos, como espinillas en la cara o crecimiento de vello en las palmas de las manos. Falso. Las espinillas se producen por muchas causas, no por masturbarse.
Cuando alguien se masturba demasiado, es porque algo no esta bien en su vida sexual o porque su pareja no le satisface. Mentira, cada quien se masturba cuando así lo quiera, independientemente de cómo ande su vida sexual.
La masturbación causa enfermedades graves como: infertilidad, disfunción eréctil, acné, ceguera, sordera, mongolismo, locura, epilepsia, perjudica a la memoria y la capacidad de pensar, degenera tejidos y nervios e incluso muerte prematura cuando se practica demasiado. No existe relación entre estas enfermedades y el masturbarse, ni base clínica que sustente estas creencias.
Un tema como la sexualidad se debe tratar con la importancia que merece. Por eso toda persona que quiera empezar o mejorar su vida sexual debe leer, comentar e investigar al respecto. Las personas deben tener una mentalidad abierta y juiciosa acerca de la sexualidad. Deben atreverse a estudiar y refutar los mitos que en muchas ocasiones, ponen límite al placer del sexo responsable. Deben atreverse a ser ellos mismos quienes se enteren de la verdad acerca de las grandes falsedades que se han construido con el pasar de los años acerca de la sexualidad humana. Ya es hora de que acaben los mitos sexuales que encubren lo maravilloso de una vida sexual plena y saludable".
Yo mismo he escuchado verdaderas idioteces en el tema del sexo. Una de las mayores estupideces que he oído bastantes veces es la de "yo echo diez polvos cada noche". Eso es totalmente imposible y, en caso de que lo fuese (que vuelvo a insistir que es imposible) sería una forma de hacer el sexo de verdadera pena; o sea, un verdadero desastre. Eso sólo los dicen los imbéciles. En cuanto a la virilidad del varón y el goce de la mujer es más ue suficiente un solo polvo por noche si sabes hacerlo completamente bien, porque conlleva, en primer lugar, una preparación ambiental y emocional slegre y divertida para relajar la tensión y ponerte en disposición de hacer el coito con la mujer de tu vida (y sólo me dirijo a los esposos y esposas), después hay que hacer una verdadera tertulia estimulante y, acto seguido, podéis hacer cuantas escenas eróticas os de la gana de hacer (todo ello sólo es un preámbulo). Al llegar la hora de comenzar con la relación sexual os aconsejo que comencéis con los besos y caricias por todo el cuerpo durante todo el tiempo que los dos deséeis de mutuo acuerdo (cuanto más dure esta etapa mejor saldrá el resultado final porque ya en ella comienzan los orgasmos sobre todo femeninos pero también algunos masculinos). Terminada esta larga sesión de erotismo y sensualidad podéis comenzar a realizar lo que se llama coito. Hacedlo sin prisas y sin mirar, para nada el tiempo que tardéis en eyacular porque cuanto más tiempo dure más orgasmos tendrá ella y algunos también el varón; una vez terminado el acto de la eyaculación si la habéis dejado completamente satisfecha podeís seguir jugando eróticamente y, de esta manera, podéis otra vez repetir, si llega el caso, el coito por segunda vez. Lo que aconsejo es que una vez sola o dos veces si sois capaces de lograrlo son más que suficientes para haber gozado sexualmente a tope y con buena calidad. El triunfo en las relaciones sexuales no se obtiene siendo el uno más que la otra (puro machismo impotente) sino que los dos gocéis y hagáis lo que los dos estéis dispuestos a consentiros mutuamente; así que no forcéis a la otra parte de la pareja a hacer algo que no desea. Para eso es importantísima una perfecta comunicación interpersonal entre el esposo varón y la esposa hembra (hombre/mujer) para saber hasta dónde podéis llegar y los límites no os los deben imponer desde afuera todos esos que hablan necedades, porque si cada persona es un universo propio una pareja hombre/mujer (aunque sean dos en uno) es, así mismo, un universo propio y único. Los únicos que debéis hacer eróticamente lo que querráis debéis ser los dos (hombre/mujer) puestos de mutuo acuerdo. Los límites los ponéis vosotros mismos y tenéis, por derecho de la naturaleza humana y por derecho divino por haberos casado como Dios manda, todas las alternativas que deséis y que la otra pareja también esté de acuerdo en hacerlas. Y aquó os digo que empléeis todos los juegos y las fantasías en las qu estéis de acuerdo los dos. Todo. Absolutmaente todo los que estéis de acuerdo y respetando que la otra parte de la pareja ponga algunos límites o que la otra parte de la pareja respete también tus límites; pero yo aconsejo que tengáis la mente abierta para aceptar todas las fantasías que deséeis (cuántas más mejor para desarrollar más orgasmos femeninos y masculinos). Por eso no es cuestión de "echar veinte polvos cada noche" (lo cual es una verdadera estupidez) sino uno o acaso dos pero tan copmpletos que, al final, terminéis otra vez, y antes de dormir, abrazados el uno con la otra para seguir con el sentido cariñoso y gozoso que debe tener la pareja, comunicándoos también con palabras de aliento o contando todas las historias reales o imaginadas que se os vengan a la mente (en este caso es mejor que el hombre esté preparadísimo para entretener a la hembra y así darla a entender que no sólo habéis gozado con ella sino que, hayáis hecho lo que hayáis hecho de mutuo acuerdo, no tenga ningún sentido de culpabilidad sino todo lo contrario. No detallo cosas que os podría señalar pero os digo que tenéis una infinidad de cuestiones que podéis llevar a cabao si ella (si es tu esposa) o él (si es tu esposo) estáis de acuerdo en probar, en comprobar y en repetir cuantas veces os venga en gana. Y, no olvidéis algo muy importante, jamás contéis a nadie, ni mucho menos a un cura, lo que hacéis en esa privacidad. No contéis absolutamente ningún detalle de lo que hacéis y guardarlo para la privacidad, el misterio y la mágica fantasía de ti con tu pareja; no vaya a ser que por contar cosas tan privadas os caiga un divorico de la noche a la mañana por "bocazas".
Voy a terminar este capítulo a mi manera. Es un trozo de las múltiples páginas de mi Diario personal. No cuento ninguna clase de detalles de lo que hago con mi esposa pero cuando lo leáis imagináos que os habéis trasladado a algún momento de vuestras relaciones sexuales. Ahí va:
"Ciudad Siempre. La sonrisa nubla a la tristeza cuando hablamos de recuerdos. No importa tanto la edad ni el sexo, sino saber que nuestro rostro se hace expresivo e incapaz de disimulos cuando nos enfrentamos a escribir en nuestro diario con la nostalgia del día colgando latentemente en nuestras cotidianas historias. Hay siempre un prometedor mañana que llevamos dentro de este cuaderno que llamamos diario y que es siempre nuestro mejor libro de cabecera a la hora del anochecer, porque narra nuestros crecimientos y nuestros desmorones a la hora de transcribir a las palabras todos nuestros sentimientos mezclados. Hay mucha alegría y mucho dolor en un diario. Hay mucha ternura y mucha rabia en un diario. Hay mucha vida en un diario...
Adornado por los olores del día vivido bajo la atmósfera de lo personal, el diario escrito nos sirve para expresar la liberación de las imágenes que se han reciclado en nuestra memoria resistiendo la tentación de fuga para interpretar nuestra verdad profunda delante de los demás. Con él colaboramos para hacernos valientes y quienes tenemos costumbres de llevar un diario extendemos siempre las persianas de la íntima alcoba para ver, a la luz de la bombilla, más profundidades que nuestro propio interés.
A veces se escriben pensamientos en forma de didascalizar lo sucedido y lo no ocurrido. Pero siempre el diario despierta nuestra conciencia y nos hace responsables directos de los hecho por nosotros mismos o lo dejado de hacer. Lo soñado y lo no soñado.
Dios existe, pero la única religión posible es la mirada de un hombre a otro ser humano llamado mujer. Lo expresó Denise Epstein, hija de una víctima de Auschwitz (Iréne Nemirovsky). Es el humanismo impreso en un diario, la única religión que vale a la hora de escribirlo, porque nada puede ser de lo que no ha sido pero todo es posible en las oportunidades del momento de enfrentarnos con nosotros mismos".
Ahora traspasad todo esto al terreno de vuestras experiencias sexuales con la mujer con la que habéis formado matrimonio cristiano o con el hombre con el que habéis formado matrimonio cristiano y gozad recordándolo todo... absolutamente todo... porque no es pecado como dicen los religiosos... sino momentos llenos de gloria y esplendor. Y si por eso me condena algún obispo, arzopiso, cardenal o incluso el papa de Roma, me es indiferente porque yo soy de Ella y Ella es de mí por toda la Eternidad. Y eso es lo único que me importa después de haberle dado gracias a Jesucristo por haberla conocido y haberla hecho mía. Fin del capítulo número 7. No tengáis temor y vivid el amor noble. Ya os explicaré la enorme diferencia que existe entre el amor noble y el amor libre.
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Ensayo sociolgico.

Palabras Clave: Literatura Ensayo Comunicacin Sociedad Matrimonios Conocimiento Sabidura Cristianismo

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Anlisis



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