Inspiro. Me inspiro.
Aborto oscuridades
en busca del destello.
Vomito resabios,
diarios malsanos como
gusanos hirviendo en
ácidos estomacales,.
residuos del fastidio,
niños desnutridos
devorando histerias
intelectuales,
pariendo ideas suicídas
flujos vanidades.
Sentarse en el sofá
y ver pasar la estupidez,
comodidad del café
manchando el compromiso
esquivo del burgues,
la impura pulcritud de las
campanas,
los gestos uniformes que
desfilan por calles dolientes,
huraños hastiados de soledad.
Huir sin tolerar el vil
alineamiento,
la calma de los cementerios,
la muerte habitando mentes,
cosecha de obscenidad.
Ni siquiera
tu portazo por aires justos
o un norte empecinado
sin mendigar la paz de una
tarde.
Un páramo de frialdad que
embellece por fin la osadía,
sin pañuelos de llorar,
sin fotos de ángeles
degollados.
Sólo buscar esas páginas
que escapan ese asalto
despiadado al deseo.