Nuestra gente, los que ya no estan (Homenaje en el tricentenario de canoabo)
Publicado en Mar 11, 2011
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I

Nuestra gente, las que ya no están.
Es nuestro viejo pueblo; el de las casas viejas,
Con techos de tejas, paredes de barro y caña,
De ríos cristalinos, y exuberantes montañas.
De caminos culebreaos y recuas hurañas
De café, cacao,  trapiche y papelón,
El de alegres tonadas en mayo
El de diciembre a enero en un parrandón
Sin carne, en semana Santa
Pescáo y chigüire por montón
Cumpliendo la eucaristía
Fueron  tiempos de aflicción
A donde fueron a parar los días de ayer,
De  preciosas canoaberas
Vistiendo usanzas por doquier
En fiestas de gala y noches serenateras.
¡A malaya! quien pudiera, algún día regresar,
Viajar por el tiempo quisiera y
Quisiera al pueblo sobrevolar
Posarme sobre la plaza
Con sus matas de cayenas
Con su estatua de Bolívar
Con su cine a cielo abierto y
Sobre todo ¡mi vale!
Una alegre muchachera
Que la luna me acompañe
Que haya mozas casaderas
Que haya acordes de guitarras
Que haya canciones buenas
Y sobre el cielo del pueblo
Una cúpula de estrellas

II

Canoabo...... ¡el de ayer!
Con su gente sencilla,
Alegres y divertidas
Aquellos que hicieron caminos
También hicieron vecinos
Aquellos que hicieron veredas
Aquellos que Hicieron pueblo
Bailando un zumba que zumba
En medio è la polvareda
Los que trabajaron duro
Los que trabajaron fuerte
Los que llevaron pan a la casa
Con el sudor de su frente
Para honrar su trabajo
Para honrar a su gente
Los que dejaron sus huellas
A la orilla del camino
Los que llegaron de lejos
Buscando su destino
Los que dejaron pisadas
En el medio del sendero
Los que cargaron sus muertos
Por las  calles de su pueblo
Canoabo....el de ayer
Con sus fiestas patronales,
Y sus calles de tierras
Con su ganado bravío
Bufando las talanqueras
Con su gente de a caballo
En tardes de coleaderas
Y en el viejo club Canoabo
En medio de la gallera
Dos gladiadores se batan
En memorable pelea
Y  la grizapa ¡mi amigo!
Retumba  hasta la Blasera.

  
III

  
Canoabo el del niño Gervasi
Cabizbajo marcha a tierras lejanas
Lo cubre el roció de la mañana
Envuelto en cantos de grillos
Y ve caer  flores del pardillo
Y ve  cucuyos entre sombras
Y ve serpientes y mariposas
Dormir entre los camburales
Cruza cafetos y cacaotales
Perdiéndose entre la distancia
Su alma encalla en su querencia
Su amor, su inocencia, sus sueños
Los atrapa con un suspiro al viento
Triste recuerda a su amigo pluma
Y su alma vuela entre brumas
Atesorando por siempre  su pueblo
Atrás queda la noche
Y adelante camina con su padre
Su padre el inmigrante,
Su padre; amigo eterno.
Tras los pasos del niño Gervasi
Quedaron nuestros tatarabuelos
Sembrando sencillez, y humildad,
Nobleza y hospitalidad,
Con las manos surcando los suelos
Mientras....más allá de las costas.
Sobre brazos paternos
Duerme un chiquillo en el Vapor
Entretejiendo sus sueños,
Amarrándolos con el dolor de partir,
Jurando nunca olvidar su pueblo,
Navegando va hacia la noche que lo espera,
Donde vive el leopardo y
Lo abrigará con su sombra el almendro.

  IV

Canoabo...el del indio Canoabo
Un pasado precolombino, una historia sin escribir
Huellas sobre las piedras, petroglifos sin traducir
El tiempo que corre como agua entre las grietas
Mimetizan sus cuerpos, esconden sus siluetas
Del imperio que trae, la muerte en sus goletas
La sangre del indio Canoabo, corrió por la cuesta
Esculpiendo su rostro, sobre la naturaleza
"guardián desde su altura" lo homenajeo la poeta
Tú imagen sobre la cuesta, curtida por el sol y la luna
Vigila desde el sur, con tu semblante guerrero
Eres nuestro pasado indígena, nuestro gentilicio canoabero.
Fueron los primeros pobladores de este pedazo de cielo
Huellas sobre las piedras, mensajes sin descifrar
Historias por contar.....

  
V

Canoabo el de Viviano Vargas
Un hombre entre fábulas y
cuentos de la madera.
Entre el conuco
y el arte de tallar.
¡Maestro! Gritaron voces escondidas
¡Lo aprendido has de enseñar!
San José bendito, María y el Niño Jesús
Bolívar a caballo, sus sueños y revolución
Aves que brotan del cedro, animales en procesión
Cuentos de madera, letras de carbón
La historia no está  escrita,
La hacen aquellos hombres
y mujeres que recorren las calles
Y los caminos polvorientos
de nuestros pueblos.
Llevando el mensaje de lo que saben
Enseñando a aprender.

  
VI

Canoabo  el de Félix Adam
Con su pipa y sus sueños
Vislumbró desde las cumbres
Nuevas corrientes de vida
Resucitando entre los muertos
Sin rezos, ni algarabías
Al viejo y solitario pueblo
Sembrándole en sus jardines
Luz y sabiduría
¡Inventamos o erramos!
Dijo Simón un día
Y este Simón ¡mi hermano!
Fue el mismito que educó
Al gran Simón Bolívar
¡Padre de la patria mía!

  
VII

Hoy Canoabo, igual que ayer
En noches de luna llena
Se escuchan voces lejanas
Llenas de mitos y leyendas
También se escuchan quimeras
Susurros que trae el viento
Y sus paredes de tierra
Guardan escritos sus cuentos
Se oyen de mañanita
A la hora del silencio
Antes de que cante el gallo
Y la aurora aflore destellos
Estos momentos mágicos
Son imágenes de ayer
Que nos saludan alegres,
Desde el umbral celestial
Celebrando con nosotros
¡Mi amigo! ... ¡el Tricentenario!
¡De nuestro Rincón Cordial!
Y El eco de sus voces
Retumbos de ayer, escondidos
Salen a corretear con el viento
¡Aquí estamos! ....Se les oye gritar
¡Nunca nos hemos ido!

  

  
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Foto del autor florencio
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Descripción

homenaje a nuestra gente que cumplieron su mision y volvieron al polvo, Ellos, su espiritu, esta con las nuevas generaciones en este tricentenario y los tiempos que han de venir

Palabras Clave: nuestra gente florencio homenaje tricentenario

Categoría: Poesa

Subcategoría: Poesa General


Creditos: florencio malpica

Derechos de Autor: florencio malpica


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