EL TUNJO
Publicado en Jun 16, 2009
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EL TUNJO
 
A veces me convierto en Poira,
y como tal, lloro desoladamente.
 
Luego doy grandes carcajadas,
sorpresivas para los caminantes
que quieren consolarme en brazos
cuando miran mi llanto lastimero.
 
Ahí es donde los lleno de pavor
con mis grandes y afilados dientes.
 
Si me hacen la señal de la cruz,
entonces me convierto en Tunjo
(muñeco de oro, como me conocen),
y los que me hallan en tales condiciones
son a veces codiciosos y avarientos.
 
Cuando intentan atraparme, huyo
dejando solamente la ilusión.
 
Mientras soy una estatuilla dorada
deben guardarme en un cofre
hecho con dos compartimientos:
Uno de vivienda y otro de alimentos.
 
Me gustan las semillas menudas
y las frases comprometedoras.
Si me complacen, defeco barras de oro
para enriquecer a quienes me poseen.
 
Pero deben conjurarme con frecuencia
los que pretenden obtener mis bienes.
 
Cuando se olvidan de mi alimento
desato lluvias, huracanes y temblores
en los que salgo tocando y cantando
hasta calmar lo que antes desaté.
 
En tales casos, el Tunjo se extravía,
porque soy como los buenos genios
de Las Mil y Una Noches: generoso
o vengativo, según las circunstancias.
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Comentarios (1)add comment
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MAVAL

Supongo este mito más de alguien lo ha vivido??
muchos cuentas también en mi país historias de oro obtenido
con extraños medios...aunque lo más alusivo es
cuando se hace trato de riqueza y alma con el maligno...

Otro mito que lo seguiré estudiando...
Maval
Responder
July 02, 2009
 

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busy