Del caudal de sonrisas que vi en ti,
entre líricas canciones me fugué,
y la mar de los recuerdos percibí,
cuando en tus nobles pensamientos navegué.
 
El perfume de tu alma recibí,
sin querer llegó de pronto esta pasión,
día y noche sin parar yo pienso en ti,
te necesito y casi pierdo la razón,
 
Del mirar de tus ojos comenté,
que tan linda era tu vista y me entregué,
a la pasión que en mi vida ya inventé,
y que nunca, mi amor, te revelé,
 
Que tú nunca me podrías revelar,
ese tan sincero amor que vive en ti,
porque no has venido a este mundo para mi,
lo dijiste con tus labios de rubí.
 
Tu perdón yo quisiera recibir,
por amarte en esta triste condición,
y  si quieres déjame escribir,
para ti que has sido mi inspiración.
 
Famartinez