La noche está muy fría,
las noches así me encantan.
desearía que esta noche,
me diera lo que me falta.
 
El aire se siente frío,
en vapor mi aliento escapa,
cada vez que yo suspiro,
formando finas nubes blancas.
 
Quizá con cada suspiro
que de mi boca se marcha,
se lleva grabada tu imagen,
tus ojos y tus miradas.
 
Quizá, a través de mi voz,
tus palabras, amor, viajan,
quizá, tal vez, en mis labios,
tus besos tibios, descansan.
 
Pero en esta noche fría...
Tú estás en tu cama,
escuchando, suave la radio
y esperando, con confianza,
 
que yo envíe, este poema,
esta poesía o esta carta,
que te envío regularmente
y que se, que a ti te agrada...
 
pues escuchas que te quiero
y te gusta sentirte amada,
sentirte única y eterna...
y como una diosa...adorada.
 
Quizá, parezca mentira,
pero, mi ángel, mi hada,
si no te enviara mis versos...
quizá, tal vez, serías nada.
 
O la niña que a tus padres,
les alegra la mirada,
y en la calle, una más,
una mujer, tan humana...
 
Tan simple como eso,
con ilusiones frustradas,
con alegrías pequeñas,
días cortos y noches largas...
 
Y al cruzarte conmigo
Y cruzarnos la mirada,
serías como esas vidrieras
en que uno no repara...
 
Como esas paredes feas,
que nadie, da una mirada...
como esas personas que mueren
y dicen... ¡pobre, fulana!
 
Pero tú, gracias a mí...
no es por ego, no es por nada,
sos un ángel, no...un arcángel,
sos de mi cuento, el hada...
 
Mi princesita cautiva,
mi alegría, mi esperanza.
Pero, ten cuidado niña,
que hasta la hoguera más cálida...
 
Si uno, no la alimenta,
se enfría, se agota, se calma...
si uno, no la alimenta;
Se hace cenizas, humo,
y luego sin darte cuenta...
la gran hoguera...no es nada.