De tanto luchar,
Guerras enceguecidas, ciego…
 
De capas y armaduras escarchadas en madrugadas,
De guardias y avances de legión…
Sin ti.
 
De tanto cortar el viento con mi espada…
Y expulsar el aliento helado de madrugadas de contiendas…
Sin ti.
 
De tanto y tanto luchar en el olvido de las rosas,
Por batallas del metal o de las tierras…
Sin ti.
 
Llegué al fin del mundo…
Filoso en quiebre solitario ante un abismo…
Y te vi.
 
Estabas a punto de saltar…
Habías llegado antes que yo…
Con tus ojos delineados,
Escurriéndose en ríos de lágrimas negras por tus mejillas…
 
Me arrodillé…
Te pedí perdón llorando, apoyado en tu vientre…
Y tiré mi armadura y mi espada al abismo…
Para siempre…
Abrazándote fuerte…
Para siempre…
 
Sir Marian