Cuenta una leyenda
Milagros de un mortal.
De un Caballero enamorado.
 
De milagros abstractos.
Milagros de las almas.
 
De milagros del silencio.
Con las letras de las almas.
 
Milagros de tiempos ilimitados
De pasados, presentes y futuros.
 
Milagros del viento que sopla eterno
Creado con el aliento de sus suspiros.
 
Cuentan que "su magia" no era propia
Todos hablan y murmuran
Que todo lo hizo por ella.
 
Solo por ella...
Dicen que el...
 
Llegó a cortar las nubes con sus alas... buscándola.
 
Frenó rayos con su espada... Cubriéndola.
 
Cegó relámpagos con el destello de su mirada... Iluminándola.
 
Redimió condenas a marchitarse de rosas arrancadas... agasajándola.
 
Roció los pétalos de cada verano con sus lágrimas... conformándola.
 
Fundió con su pasión, el acero de las armaduras en cada batalla...
Protegiéndola.
 
Despierto presenció millones de amaneceres... custodiándola.
 
Robo siete risas por cada lágrima que ella derramaba... alegrándola.
 
Rompió el sentido y la noción del tiempo que a ella le acechaba... abrazándola.
 
Al cielo le rogó el secreto del amor que ella guardaba en su alma... Liberándola.
 
 
Y sin embargo,
Dicen que el milagro no radicaba en estas acciones...
 
La leyenda afirma que el milagro verdadero radica,
En haber logrado todo esto para ella,
Sin jamás haberla tenido,
Ni para su cuerpo,
Ni para si mismo...
 
Solo por ella...
Y para resguardar el alma que ella atesoraba...
Custodiándola.