Que pereza un día mas el frío es adorable el calorcito de la manta polar me recuerda sus piernas calidas y el beso mañanero con que despertábamos mientras semidormidos empezábamos hacer el amor el olor a café me despierta la tristeza me inunda porque inconcientemente con mi miembro erguido la busque en la cama estoy mas solo que nunca me provoca ahogarme con la almohada con su almohada como si fuera su beso el que me quitara el aliento la humedad interna de mis lágrimas me hacen moquear me paro voy al baño y la desnudez de mi cuerpo se refleja en el espejo no reconozco la imagen un hombre viejo panzón las canas afloran ahora en el pecho y las sienes el tiempo y la soledad han hecho bien su trabajo los surcos el cigarro y el alcohol también han arado sobre mi rostro el cepillo de dientes de color violeta sigue allí no me cepillo la boca con el mío tomo el suyo y lo froto en mis dientes en mi lengua tratando de aprovechar algún destello de ella meó y me doy cuenta que lo hago con la sentadura puesta y me imagino el regaño de su molestia al ver las gotitas del orín sobre la poceta en la cocina el café esta listo me espera como todos los días es el rico café oscuro negro como sus ojos preparado por la maquinita programable que compramos en un viaje sirvo las tazas grandes me voy al balcón me tomo la taza de café humeante viendo el vacío cuarenta y dos pisos me separan del suelo treinta años a su lado y ahora solo la muerte me separa de ella sorbo la última gota de café y me  lanzo... allávoyamormioquerápidopuedeserelencuentrocuandonosequierecaerenelolvidocuando
nosepuedevivirsinturespiro... plaf!!!