QUIZAS Y TAL VEZ
     Si te encontrara me pregunto, qué haría, que sentiría, Quizás, tal vez, sería la misma niña, quién sabe. Tal vez, preferiría seguir mi camino o quizás no; me gustaría hablar contigo. Quisiera saber, tal vez, si te habrías casado. Si compartías con otra lo que no pude vivir yo.
      Te interrogaría, quizás, por tus metas, anhelos e ilusiones; tal vez me sonreirías y me dirías; aprendí a vivir sin ti, como los niños ya crecidos, o tal vez no, me mirarías enojado y me dirías: fuiste muy malvada conmigo, me olvidaste muy fácilmente y yo te explicaría que nunca te he olvidado, ya que estás siempre en mis pensamientos.
     Pero, tal vez no; tranquilamente me dirías: - en tus ojos veo una enorme soledad y yo te contestaría, es verdad. Ella es negra y cruel, pero está allí ¿cómo alejarme de ella?, y tú dirías: - ¡porque tú quieres!.
    Yo quizás desviaría tus alusiones diciendo: - el tiempo ha pasado irremediablemente.
Tal vez, seguirías con tu afán, de saber más de mí, por lo cual no te diría grandes cosas.
     Sino te comentaría de una larga espera buscando la ilusión y la estabilidad. Y tú quizás, movería una y otra vez la cabeza. Tus labios formarían una sonrisa, para luego pronunciar -¡ tú, no has cambiado nada!.
     Quizás, tal vez, tendría que irme y no te quería dejar; pero tendría que ser así, o tal vez nos estrecharíamos las manos y diríamos, un frío adiós que significaría no vernos más. Y te perdería de vista y ya no sabría de ti.
     Solamente me quedaría una larga espera, matizada en tiempos de nostalgia por un incesante deseo de saber, cómo estarás, cómo te habrá ido, si serás feliz y todo se resumirá en un tal vez y en un quizás.
                                                               FUE UN DIA, UN TAL VEZ Y UN QUIZAS