Sangre de chocolate ( parte 5)
Publicado en Apr 15, 2010
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Seguí conduciendo hacia las afueras de la ciudad, al principio la alegría que sentía me envolvía y me hacía sentirme nueva y casi normal, pero al llegar cerca de Scontale toda mi emoción se había esfumado. No, no, definitivamente no quería si quiera ver las afueras de espeso verdor que se extendía por uno de los lados de la carretera; comencé a disminuir la ya poca velocidad de mi vehículo mientras reflexionada sobre mi plan, casi reí de alivio cuando una pequeña cafetería se asomó por una de las curvas de la carretera, al menos podría pararme ahí para tratar de pensar en otra cosa.
El estacionamiento era pequeño, aun así encontré lugar donde dejar mi coche, suspiré antes de salir, mientras caminaba hacia la calientita cafetería, un movimiento captò mi atención, como si alguien me estuviera vigilando, me paré en seco y escruté mi alrededor con los ojos entrecerrados; como no encontré nada, proseguí mi camino.
Entré por las puertas de cristal y me senté en un sitio un poco alejado de los demás sintiéndome un poco idiota. Qué raro.
Una camarera de edad avanzada fue a mi lugar con una cara de falsedad enorme.
-¿puedo atenderte querida?-seguro abuela
-Si, gracias- mi voz fue igual de falsa que su rostro, mirè el menù pero nada se me antojaba- Un café caliente por favor.
-Claro, en seguida.
Puse los ojos en blanco cuando se marchó, y me limité a observar por la ventana tratando de encontrar algún sentido a mi inesperado arranque de rebeldía, pero me parecía que estaba justificado, vamos, era una total tortura vivir así, siendo un remedo de lo que fuiste alguna vez. Una pérdida de tiempo.
-Aquí tienes tu café. Preciosa.
La voz de la camarera me asustó, la miré acusadoramente y asentí con la cabeza; se marchó algo ofendida pero tenía demasiadas cosa en la maldita cabeza como para preocuparme por ese hecho. Miré mi café y me dio asco, no era lo que quería: lo peor era que lo único que quería era volver a ver a mi amigo, mi Ethan.
Ese sentimiento de angustia me sobrecogió y me dejò aturdida, otra vez. Cuando las cosas cambiaron de lugar una vez mas....No lo vì cuando llegò, pero admito que su entrada hubiese sido algo digna de ver; cavilaba sobre musarañas cuando una seductora voz me asaltó.
-¿te molesta si te acompaño?
Cuando levanté los ojos no pude mas que sonrojarme, el muchacho que tenìa en frente era, seguramente el mas guapo de todos los que había visto últimamente: tenía los ojos castaños, el cabello negro y unos bien formados músculos, su piel era color caramelo y tenía una sonrisa casi irresistible; aún sin saber que hacía sentí con la cabeza, el chico se sentó y rió entre dientes.
-Por cierto, mi nombre es  Andrew
-Hola- no quize decirle mi nombre a un extraño, aunque era imposible sentirse acechada por alguien así
Se volvió a reír y me miró con entendimiento.
-Se que es extraño pero me pareció que necesitabas compañía
-¿a si?
-Bueno no es común ver a alguien tan sola
-Si, últimamente estoy muy sola- ¿ahora le decía a un desconocido que estaba sola? Estaba perdiendo la cabeza.
-¿en serio?-encaró una ceja, ese gesto sólo lo hizo verse mas guapo-¿Por qué?
-Nada, nada, supongo que por falta de tiempo de mis amigos- me reí pero un atisbo de dolor impregnó el sonido- Además que, a veces es mejor estar sola
Su sonrisa de desvaneció , y la sustituyó un sentimiento de pena
-¿quieres que me vaya?-me sorprendió lo dolido que se mostró
-No, no, hoy ando algo acongojada- de verdad y, por alguna extraña razón hablar con alguien (aùn un perfecto desconocido) me hacía bien
-¿Acongojada?- una sonrisa pícara iluminó su rostro e hizo que mi corazón saltara- ¿por tu novio?
Por una vez desde hace mucho me reí en serio, no al punto al que solía hacerlo pero si fue una risa normal y ligera, que poco común eran mis sentimientos últimamente, primero ando toda deprimida y a punto de llorar todos los días y ahora el tal Andrew me hacía reír como lo hacìa....Pensar en èl me dolió asì que evité hacerlo por un rato.
-¿Novio? Humm...-si claro- No precisamente, pero algo parecido
-Si, igual yo no vengo muy feliz de ver a mi chica- ¿su chica?, debì haberlo entendido, Andrew ya tenía a alguien sin embargo yo ni lo tenía ni era alguien para alguna persona. De pronto las ganas de quedarme en esa cafetería ya no me resultaban tan grandes como hace cinco minutos, ¿Por qué siempre me convertía en la única persona de este enamorado mundo que no tenia enamorado a nadie? Cosas de la vida, además ¿quien dijo que la vida es justa? De seguro alguien enamorado y amado.
Volví a mirar mi café pero ya ni siquiera me importaba disimular que lo tomaría.
-Si, bueno esas cosas suelen suceder ¿no?-traté de sonar con experiencia en eso de los novios pero no se si lo logré
-Ya nos arreglaremos, estoy mas que seguro- volvió a sonreírme y no pude evitar sonreír también, era una persona muy agradable. Sin embargo el hecho de que estuviera con otra persona me hacía sentirme muy sola; saquè mi monedero y puse un dólar en la mesa.
-¿Ya te vas?-levantó las cejas-Ni siquiera te has tomado tu café
-Es que recordé que tengo que ir a ver a mi...novio
Pareció entenderlo mejor que nadie.
-Perfecto, creo que igual iré a ver a la mía- asentí con la cabeza y me levanté, el me situó hasta la puerta.
-Buena suerte Andrew.
-Igual a ti....linda.
Me despedí con un gesto de la mano y me fui directito a mi auto y supe...que necesitaba hablar con mis amigos.
O, eso era lo que planeaba ya que para mi bendita suerte uno de mis neumáticos se poncho en medio de la nada, apenas me dio tiempo de orillarme y bajar a verificar lo que era irremediable. No supe si llamar a mi madre o simplemente esperar un milagro. Los autos parecían haberse extinguido ya que, después de dos horas de esperar nada ocurrió, antes de que gritara de frustración , la vida decidió dejar de ser una desgraciada conmigo, puesto que por obra suya uno de los guardabosques de Scontale apareció caminado del otro lado de la carretera.
-¿necesita ayuda señorita?-no, que va estaba ahí por que me gustaba pensar en medio de la nada.
-Si, gracias. Una de mis llantas se ponchò y no tengo otra de repuesto
-Que mal , si quiere podemos hablarle a sus padres para que la vengan a buscar.
-Si gracias- tomé las llaves de mi auto y lo cerré, aunque la verdad dudaba que alguien quisiera robar mi chatarra.
Crucé la desierta carretera hasta reunirme con el guardabosques, lo reconocí enseguida, alto y moreno, la clase de persona de la cual nunca desconfiarías. Se uqedò mirando mi vejestorio con una mueca en el rostro.
-¿Qué año es?- ah! Y eso ¿qué mas daba?
-65'- simplemente apretó los dientes para no reírse y me acompañó a la cabaña que estaba a las afueras del bosque; un escalofrío recorrió my cuerpo cuando miles de recuerdos llenaron mi cabeza pero aún así seguí adelante.
Cuando entramos a la pequeña cabaña me di cuenta que todo seguía exactamente igual, genial.
-¿Qué numero es?- el guardabosque interrumpió el hilo de mis pensamientos
-Amm... 5263989- marcó el numero y de dio el auricular; tuve que asegurarle a mi mamà que no era una broma y que de verdad necesitaba que viniera por mi, una vez que colgué Hank (el nombre del guardabosques) tuvo que irse un momento a hacen una pequeña ronda.
-No tardaré mucho, pero si vienen por ti antes solo déjame un recado.
-Lo haré, muchas gracias por todo
Simplemente me sonrió y se fue. Suspiré mientras contemplaba el bosque desde una de las ventanas, y de nuevo, la melancolía me tomaba suya y me ahogaba, tuye que recordarme a mi misma que tenia que dejarlo ir, pero era muy difícil.
De pronto el teléfono soñó de forma estrepitosa lo cual hizo que diera un respingo, no sabia si contestar o no, pero podía ser importante....
Levante el teléfono.
-¿Diga?- pregunté
¿Quién iba a decírmelo? ¿Quién iba a advertirme?.... Quizás si me había vuelto loca después de todo y hasta el momento me estaba dando cuenta, y es que.. la voz de Ethan sonó con mas claridad que nunca cuando me contestó:
-Hola Milena
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Palabras Clave: S C

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin


Derechos de Autor: Sandra Miranda


Comentarios (3)add comment
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Sandra Miranda

Siiiii!!!! Por ahora van a pasar muchas cosas.....pero son sorpresa eh???
Milena se tiene que poner las pilas!!!
Gracias Juan Carlos!!!!
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April 17, 2010
 

JUAN CARLOS

Sandrita..La nostalgia se hace latente en el personaje ,que no puede asimilar la desaparición de Ethan y el vover a la rutina y su vida tan plana y sin sentido la hacen meterse en nuevos problemas.. No esperaba el vuelco en la historia,cuándo se encuentra en aquella cabaña y suena el télefono ..Realmente me has sorprendido y me has dejado intrigado por le desenlace de esta hermosa historia de amor..Muy bien desarrollado el texto mucha dinámica y una excelente redaccion..Una historia que atrapa y desde ya quiero ssaber en que terminará ..Me ha encantado leerte nuevamente Sandrita querida ; Felicidades y estrellitas ¡¡¡¡¡¡

Besos y Cariños....
Te quiere..Juan Carlos...
Responder
April 15, 2010
 

Sandra Miranda

Jajajaja no crean que me olvidè de mi Vmpiserie eh???!!!!
Sangre de chocolate!!!!
Ojalà les guste!!!
Dejen sus comentarios por fa!!!
Responder
April 15, 2010
 

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