Estaba tan contenta. Muy feliz. Por fin te iba a ver, despues de dos meses sin verte. Estaba radiante. Hasta me teñí el pelo para ti, para verte. Ibamos a conversarnos unos cigarros, hablar de la vida, y supongo que me harias reir muchisimo.
Quedamos de juntarnos a las 6 en la plaza de armas. Me arreglé, cosa que nunca hago. Aparte a ti te gusto como soy tal cual. Sin maquillaje, sin nada. Solo yo. 
Me fui a las 5:30. Pasé a comprar cigarros, me fui caminando a la plaza, ansiosa de verte, caminando rápido, como siempre lo hago cuando te voy a ver. Iba felíz. Por fin sentiria tu olor tan rico, tan de hombre.  Cuando casi llego a la plaza pasó un bus. Me paré y lo mire detenidamente para ver si por casualidad venias tu, incluso ya te habia visto bajando del bus , con tu bolso Head , camisa de muerto como le dices tu abrochada hasta el cuello , tus pantalones negros y tus zapatillas Convers. Pero no bajaste del bus. Piola, llegué antes de lo acordado. No me preocupe y segui caminando hasta la plaza. Me senté porque estaba cansada. Y esperé mucho rato. Y no te veia aparecer. No me impresionó mucho porque siempre lo haces. Cuando en la semana te decía a las nueve de la mañana llegabas a las diez y cuarto, y por tu culpa llegaba tarde al colegio. He esperado mas de media hora y aun no apareces. Opto por fumar un cigarro que era para los dos. Lo enciendo con un encendedor que te robe sin que te dieras cuenta. Sale la bandera de Reino Unido. Lo miro y me rio. Siempre me acuerdo de ese día, porque llegué al colegio tipo doce del mediodía, y el horario de entrada es de 8 am. 
Aun no llegas. Y empiezo a aburrirme. Empiezo a pasearme. Dar vueltas en circulos, cortar flores y hacer el estúpido juego de que sacas los petalos de las flores y dices: Me quiere, mucho, poquito, nada. Curiosamente me sale Me quiere. Y me enojo. No me quieres. Anoche me lo dijiste como mil veces, y siempre te creo. Siempre me dices que nos vamos a juntar y nunca llegas. Y yo siempre te creo. 
Huevona. Tenia plata en el telefono y no te llamé. Ahora lo hago y te pregunto
-Dónde estas?
-En mi casa. No pude.....
-Chao. 
 
Huevona , siempre lo hace y tu le crees. 
Me voy de la plaza. Triste, enojada, y hasta con ganas de llorar. Eres un experto, siempre me haces llorar. 
Me voy pensando en mi futuro. Se me pasa por la mente ser monja. Pero recuerdo que soy muy vicios, adicta al cigarro. Y desecho la idea, no sin antes tener un poco de nostalgia por aquella experiencia que no viviré. 
Quizás me vaya a estudiar a Punta Arenas. Lejos de tí .