Mi Buen Amigo
Publicado en Apr 04, 2010
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Alguien me llamó una madrugada de martes a eso de las tres, no reconocí el número, de todos modos en mi estado, mi conciente no estaba ahí, así que con una voz ronca y adormitada contesté. Mucho ruido, gritos, choques de cristal posiblemente tarros, vasos, pomos y reggeton al fondo.
- Amiguita perdón que te moleste, pero mi compita te quería saludar.
Era Álvaro bien pedo, que el idiota de Miguel quería hablar conmigo
- ¿Para eso me despiertan?
- Mija es que está bien mal, bien mal-
- Pues es su problema, que le marque a la vieja con la que me engañó.
- Aguanta, ya no seas así, si salimos a chupar para acompañarlo, habla con él.
-No creo.
Seguí durmiendo, ya me importaba poco lo que hiciera ese hombre, el daño ya era irreparable. Aparte tenía en la mira a un chico bellísimo y con ambiciones, no como el parásito ese. En fin, me enteré que el buen Migue agarró la borrachera desde el domingo, empezó muy contento celebrando su regreso a la soltería, gritando a los cuatro vientos lo feliz que estaba sin vieja y las ganas de parrandear sin descanso. Al otro día le entró la depre y dejó de reír, según le siguió en su casa bebiendo solo y conectado al msn; cambiándose el nick constantemente para que todos supieran que sufría y de paso me lo comunicaran. Afortunadamente sus compitas no lo dejaron solo y saliendo de sus respectivos compromisos cotidianos fueron a su rescate. El chavo estuvo en el agua una semana entera, le bajó un poco y el jueves siguiente la agarró otra vez, estuvo tres semanas así y cabe mencionar que mi teléfono sonaba sin falta en la madrugada. El jamás llamaba, le pedía a sus cómplices que lo hicieran por él, tal vez si el cobarde hubiera llamado, las cosas serían distintas.
Un domingo por la mañana que su papi de casualidad preguntó por él, se levantó (con mucha dificultad), el señor lo puso a lavar la camioneta, el garage y pasear al Rulo, ya que sudó  todo lo que se había bebido, lo llevó a ver a su abuelita. Comieron con la señora y estuvieron ahí una hora mas; pobre Migue, casi se desmaya, de ahí el señor quiso ir a jugar un rato y al cine, Migue a punto de llorar, crudísimo y el clima del bingo, temblaba.
- Ya ves hijo de tu... y eso que andas paseando, imagina cuando trabajes.
- No, ps no lo voy a hacer en este estado.
- Eso vamos a ver, mañana te vas a ver a mi compadre Mejía, te vas a estar con él aunque sea sacando copias, pero ya es hora de que hagas algo, cabrón. Ya estuvo bueno de que te pague la borrachera y todo por un par de nalgas.
- Ya pa, no es así para tanto,
-Ya lo decidí, tan grande y de niño de casa, ya es hora de que tengas una responsabilidad.
Y al otro día a las 9 de la madrugada, el muchacho se presentó en el despacho del compadre Mejía. No sacaba copias, le ayudaba al compadre a organizar las auditorias, era un desastre ese despacho desde que Martita tomó sus días de incapacidad por su embarazo así que en lo que Martita llegaba, Miguelito organizaba.
El hombre se aburría una barbaridad ahí, pero al menos para la gas y el fin tenía. A las seis de la tarde salía de "trabajar", así que pensó que sería buena idea hacer algo por su salud y se inscribió al gym, como ya no tenía novia que demandara su tiempo, podía entrenar a gusto. Se fue tranquilizando y mi cel no volvió a sonar, debo confesar que me alivió saber que se encontraba mejor, pero el ya no tener su atención me dio un poco en el ego.
En una tarde de esas en que el Migue le estaba dando con todo a la prensa, escuchó un leve alboroto, los instructores se abalanzaron sobre una chica, ya tenían rato sin verla porque por "causas de fuerza mayor" tuvo que dejar de entrenar ahí por unos meses. Migue se levantó y discretamente se acercó a los lockers donde estaban todos, obvio no fue el único, muchos mas miraban por los espejos, incluso las chavas. Cuando Migue estuvo a una buena distancia, se le cayó la botella de agua, lo bueno es que nadie le ponía atención; no era de sorpresa, siempre hace algo torpe cuando ve a una chava guapa. Esta era bastante exuberante, alta, de cabello largo y algo rubio, bronceado tal vez natural, delgada, buen tono muscular, muy guapa sin ser bonita; para mi gusto del tipo vulgar (no me ardí).
Honestamente Miguel Francisco (si, así se llama) es un chavito bastante atractivo, "se sabe guapo", como alguna vez alguien dijo. Solo que no aparenta ser muy brillante, a la hora de ligar eso le causa problemas, pero una vez que agarra confianza, es de cuidado. Quién mejor que yo para afirmarlo. Lo malo aquí es que nunca se había fijado en una chava como la del gym, de seguro era una de esas especialistas en batear tipos y probablemente ya estaba comprometida con algún wey con mucha lana y muchos kilos de mas, "clásico", pensó.
Bien, la chava llegaba a entrenar como a las siete y se iba un poquito después de las nueve, así que Migue tenía esas dos horas de deleite, como le contó a sus amigos. A veces le decía "hola", ella contestaba con una sonrisa un tanto forzada y no volvían a hablar jamás. Otras, él le ayudaba con los discos, ponerlos o quitarlos según fuera, ella decía "gracias" y de nuevo fin de la charla.
Y el pobre Migue solo fantaseaba con la falsa rubia aquella. Ya sus cuates estaban hartos de que siempre que salían el tipo buscaba por todos lados a la chava del gym, todo lo que se pareciera lo alteraba, incluso una vez a altas horas de la noche circulando por avenida preciosa, Lázaro Cárdenas, creyó ver a la tipa y se quiso bajar. Oh sorpresa, "¡es macho!!!!", dijeron todos, que risa.
Los meses pasaron, llegó mi cumple y recibí la primera llamada desde el break up, se portó muy lindo, se notaba el cambio en su vida, eso me daba gusto. Hablamos de su trabajo y ocupaciones, ya no del fut ni esas idioteces. De hecho pensé que a la mejor sería buena idea "salir" con él, por los viejos tiempos, pero ya estaba clavadilla con el bombón que mencioné al principio. Al poco tiempo de ese evento, el bombón, osea mi novio, me pidió que me casara con él; me hice la interesante un poco pero finalmente accedí. De inmediato se regó el rumor y llegó a oídos de Miguel Francisco.
Mala onda realmente, ese día le pidió permiso al compadre Mejía para salir temprano, en su casa ya lo estaban esperando, su mamá con una lasagna deliciosa y su papá con unas caguamas. Migue comió y se echó las kiwas, pero no mejoró su ánimo.
- Mijo, esa jovencita ya se le veían ganas de formalizar, tu estás muy verde para eso. Yo sé lo que te digo, estás muy chamaco aún, espérate y como de 30 vas a ver que las cosas se ven de diferente manera.
- No merece ser feliz, no antes que yo, se pasó, le chillé, papá y la muy perra nunca volvió a hablar conmigo y ahí voy de imbécil a hablarle en su cumple. Hasta ganas de irla a ver tuve.
- Ya que le vas a hacer, déjala, ya va a venir una mejor para ti, aparte ni está tan bonita, nada mas porque es fresita, igualita que tu.
Migue seguía charlando con su papá cuando Álvaro juntó a la banda para pasar por el, y así en pants como lo encontraron se lo llevaron al table. Dos de whisky para comenzar y mucha actitud.
- Mira no' mas, te invito el privado con la güera ¿Cómo ves? Pero ya quita esa jeta.
- No ma... no puede ser -Migue estaba en shock, ni siquiera parpadeaba y los tragos que llevaba ya se le habían bajado.
- ¿Qué?
- Es la del gym...
Todos con cara de asustados atentos a la güera que pulía el tubo en ese momento. Se veía muy diferente con el cabello suelto y algo revuelto, exceso de maquillaje, pestañas postizas, tacón y plataforma, ah y tanga y bra solamente; pero de que era ella, era ella.
-Compita, esta es tu oportunidad, ahora si a huevo que te habla.
- Nel, como crees, así no.
-¡Ya! Me vas a salir con que querías formalizar, seguramente.
- No ps no, pero... se ve buena onda, pensé otra cosa.
- Mmm...
Mala onda, Migue se ha puesto un pedo, salió llorando de ahí. Álvaro casi lo cachetea y le dijo que en su vida le volvía a hacer el paro cuando estuviera depre. Pobre Migue, tan buena onda, que para que sus amigos no estuvieran enojados, al otro día los volvió a acompañar al table, ya no nefasteó como el primer día, hasta aplaudía mas, sólo que procuró esconderse cuando la güera, conocida en los bajos mundos como Medea, dio su show.
- Ya me da pena verla en el gym, siento que me va a cachar con mirada de morbo, deseo y lujuria.
- Ps como no, compíta, no es para menos,
- Es que neta, la chava me latió, osea así en pants ps si parece decente, hasta fresa se ve.
- Esto es un trabajo honrado, no digas que no es decente nada mas porque se encuera con gracia.
Todos se rieron y dijeron salud, pero Migue estaba en otro lado.
En fin, el hombre dejó de entrenar un rato, que se le pasara la impresión y ya regresaba al gimnasio. Aprovechando dejó de ir al table y ya no se embriagaba tan feo, incluso el compadre Mejía le propuso a don Paco (papá de Migue) que le pagara una maestría en finanzas o algo así porque el muchacho era bueno en eso, solo que un poco haragán.
Una tarde de esas, saliendo del despacho, Migue se detuvo en un puesto a comprar cigarros, en eso suena su cel, era el compadre Mejía, para que se regresara tantito. Ahí va el chamaco de regreso, entró directo a la oficina y ahí estaba la güera, no en tanga, no en pants; enfundada en un trajecito azul, falda y saco. Tenía que ser una broma, o tal vez un show y ese era el disfraz del día.
- Miguelín, te presento a Cindy, ella es nueva en la constructora que llevamos.
La güera reconoció al muchacho y le dio la mano, mi amistad estaba sorprendido y espantado, pero eso no lo dejó exento de una buena erección.
- Que bueno que se conocen, te pido un favorcito Migue, dale un aventón a la señorita, llévate mi coche.
El Migue todo nervioso rogándole a Dios cuidar y proteger el coche de su jefe y compadre de su papá, tratando de no temblar a la hora de meter las velocidades con la güerota a lado.
- Ya no has ido a entrenar.
- No, he andado ocupado.
- Yo también, pero me doy un tiempo, aunque sea un rato tengo que ir.
- Si, ¡supongo!
Chin, de inmediato cerró la boca, como que ella también sintió la mala vibra del comentario y ya no dijo nada, hasta que llegaron al centro.
- Déjame por aquí, gracias.
- Oye perdón, no quise decir nada para molestarte.
- No te apures, estoy acostumbrada, espero no afecte la relación de trabajo, aunque no estemos en  contacto todos los días, pero bueno. Por favor no me gustaría quedar mal en mi primer empleo diurno.
- ¿Me viste?
- Tus amigos son muy gritones.
- Perdón, yo no soy de ese estilo, osea sí, pero no así... bueno...
- Entiendo, gracias por el ray.
Se bajó muy seria y Migue con ganas de escupirse, stripper o bailarina exótica o lo que sea, le latía esa chava.
No se esperó para correr con el buen Alvarito a contarle su infortunio, ya el compita no hizo comentarios mal intencionados, se limitó a escuchar a Migue que hablaba en serio. Esperó unos días más para regresar a entrenar, aunque Cindy apenas y lo miró, así que Migue después de mucho considerarlo fue a saludarla con el pretexto de los discos de veinte kilos. Ella se portó totalmente indiferente, muy bajito le dio las gracias por la ayuda y regresó a su rutina haciendo que no le incomodaba tener a tres pasos al tipo concentrado en su trasero enfundado en unas licras ajustadas.
- ¡Te invito a cenar!
Cindy se detuvo y lo miró fijamente, el chavo a lado de ella apretaba los puños para no verse tan nervioso.
- ¿Bromeas?
- No, es en serio, si quieres saliendo de aquí, a donde tu quieras, es más, ni siquiera intentaré llevarte a tu casa.
- Estás mal -se levantó y fue a buscar unas mancuernas.
- Por favor, bueno hoy no, mañana a comer algo, lo que sea.
Encontró las mancuernas, se ajusto los guantes, se plantó muy bien en el piso y comenzó. Migue la esperó una serie de quince, le acercó la botella de agua y se atrevió a secar su frente, ella evitaba alzar la mirada.
- Parece que fue en serio.
- Muy en serio.
- Mañana estoy ocupada, hoy está bien.
- ¡A huevo! -aventó la toalla al piso y dio un brinco que lo hizo tropezarse con las mancuernas.
Cindy sonrió de verdad por primera vez.
Terminaron lo que tenían que terminar, Migue esperó en la entrada en lo que ella se lavaba la cara y eso. Esa noche tuvo antojo de crepas, resultó ser una adicta a los dulces, Migue encantado, no hizo corajes como cuando yo le exigía comida saludable. Bien, la chava resultó ser también encantadora, con título universitario, bueno apenas había pasado el "ceneval" y consiguió el trabajo en la constructora gracias a su primo que se llevaba con un socio. Eso no era lo que realmente le importaba a Migue, pero no se atrevía a preguntar, mejor otro día.
Esa noche hablaron sobre generalidades, lo básico en la primera cita. Recuerdo nuestra primera cita estábamos bien chavitos, terminamos en una fiesta en casa de uno que era su mejor amigo en ese entonces, muy lindo el tipo, bastante guapo por cierto. Muy divertida cita la verdad, creo que toda la etapa del ligue fue la mejor, Migue es muy coqueto y de repente un poco inocente, eso le da un plus.
En fin, como a las once regresaron al gym donde Medea abordó su "Lupo" nuevo (eso del tubo si deja), se dijeron hasta mañana y cada quien por su lado. Miguelito amaneció de buenas, esa y todas las mañanas después de haber salido con su bailarina, lo increíble es que ni siquiera había tomado su mano, nada de contacto físico, la respetaba, quería mostrarle que independientemente de haberla visto en tanga, veía en ella a una chava normal, la cual valía la pena conocer. Maldita sea, conmigo no hubo tal respeto, a medio pasillo en el cine me jaló y me besó, osea no fue romántico, ni lindo; el tipo todo tosco y nervioso, claro que me molestó, no el beso, sino que no fue especial. Bueno, ahora reconozco que son cosas estúpidas, pero así me sentí hace años.
Hasta aquí se puede decir que las cosas iban bien, incluso podría terminar el relato y dejar que todos asuman que Migue y la falsa rubia terminaron andando formalmente y asistieron juntos a mi boda, que por cierto estuvo hermosa. Lástima que se perderían los escabrosos detalles acerca del por qué abandonó el table pero seguía haciendo shows privados, también como estuvo el día que la descubrieron y demás fatalidades, así que trataré de resumir.
Un miércoles quedaron de ir a comer porque Cindy tenía un compromiso en la noche, bien, Migue se puso la Versace de rayitas azules y unos jeans nuevos, muy chidos por cierto, todo fashion boy, al fin había dejado de nefastear y se preocupaba por recuperar su aspecto de galán. La mujer llegó muy puntual y muy linda, demasiado, hasta el soquete de Migue sospechó algo. En fin, para ese día ya caminaban de la mano pero muy poco porque a ratos Migue recordaba que era una striper y alguien la podía reconocer y hablar.
- ¿A que hora te desocupas de tu asunto? Igual podemos llegar al cine.
- Mmmm... no sé, mejor mañana.
Y así se lo trajo toda la semana, ah por cierto, ese día al fin se besaron y también se manosearon un poco en el coche del compadre Mejía que traía Miguelín. Obviamente el muchacho se quedó todo entusiasmando después de haber puesto sus manitas en aquellos bultos que así por encimita se sentían naturales. La otra semana, en lunes, el faje ya fue en el lupo y ahí hubo mas avance, la chava llevaba falda y Migue intentó descubrir que tan bien depilada estaba, pero no le fue permitido. Para el martes, Migue ansiaba irse a encerrar un ratito en el coche, pero después del primer beso llegó la pregunta que desde hacía un rato nadie le hacía.
- Miguel, ¿Qué somos?
¡Toing!!! Algo retumbó en la cabeza del wey, no estaba preparado para responder. Así que rápidamente recapituló llegando a las siguientes conclusiones:
Considerablemente guapa.
Con ganas de hacer algo con su vida.
Buena onda.
Piel suave.
Rica técnica al besar.
Voz sexy.
Mirada dulce y otras veces seductora.
Afinidad en muchas cosas.
Gracia para bailar y otros talentos aun por descubrir.
¡Pues ya que madres! Pensó, le latía la tubera, pues venga.
- Nena, me encantas, obvio que quiero que seas mi novia, bueno, tu decides.
La Medea casi llora, desde la secundaria nadie le hablaba así, se aventó a Migue para darle un abrazote de esos largos y llenos de miel. Acto seguido el muchacho fue a ver a Álvaro para contarle lo que por mero impulso acababa de hacer.
- No chingues, pues si en verdad te late, adelante, pero como cuates, osea wey, no te vayas a molestar, pero pues... ¿qué van a decir tus jefes?
- No mames, no les voy a decir que la saqué del teibol.
- Pero acuérdate que no nos metimos a cualquier burlesque, hasta el gober anda ahí, por nosotros olvídate, no decimos nada, pero que tal si tu jefe la vio o tus carnales o tus primos. En todo eso debes pensar.
Migue se pasó los dedos por el cabello varias veces, le gustaba revolotearse los chinos cuando estaba nervioso o preocupado.
- ¿Qué hago? Ya me dijo que sí, ya es mi vieja.
- Pues llévala tranquilo, no te claves mucho por cualquier cosa, y si neta te late no está por demás averiguar un poco acerca de su vida pasada, para evitar sorpresas.
- No quiero quedar como pendejo en esta, la neta si me gusta...
- Pero...
- No confío en ella ¿Qué tal si sigue bailando y me mintió?
- Se arregla fácil, vamos a ver y ya sales de dudas.
No le pareció buena idea puesto que se había prometido tratarla como a cualquier chica, pero aún seguía siendo Miguel Francisco y para meterse en problemas con su nueva y sexy novia, mandó a sus compitas a investigar, misión secreta que requería extrema discreción, de preferencia ocultando identidad. Eso si fue muy bueno, para que se den una idea:
Cuando recién empezamos, alguien le dijo a Migue que yo le ponía el cuerno, entonces mandó a Álvaro y a los demás a confirmar la información. Cuando salí de inglés caminé a la casa de mi mejor amiga y atrás de mí un Stratus (ya viejo y polarizado) muy despacito. A pesar de no voltear por completo, noté a tres tipos dentro, con gorra, lentes y todos con jersey del Madrid. ¿Así o mas idiotas? Dicho vehículo se quedó estacionado las horas frente a la casa de mi amiga, cabe destacar que la chava tiene dos hermanos cuerísimos, tal vez por eso surgieron los rumores. En fin, a media noche que me iba, los tres fulanos ya estaban bien pedos jugando fut con los vagos de por ahí, una caguama por gol así que ya todos andaban estúpidos.
Así que la repitieron esta vez, ahí llegan al tugurio ese usando el jersey negro del Madrid y gorra, solo a esperar. Y bailó una y bailó otra y bailaron muchas y el pomo se les acababa y la güera no aparecía.
- Ps creo que efectivamente ya no chambea aquí.
Eso dijo Álvaro por el cel a Miguel, apenas colgó y ya estaba un mesero ofreciéndole una tarjeta con dos números de teléfono, por si querían un show privado con Medea, ahora así laboraba. El chavo tomó la tarjeta y sin decir nada la guardó en la cartera, esto era mas serio de lo que imaginaba.
Ahí vuelvo a entrar a escena, Álvaro me habló unos dos días después, acepté verlo, nos tomamos un cafesín y me contó lo de la Medea y su show privado. Yo como buena ex novia mala gente, le sugerí que era mejor que Miguel Francisco se enterara por su cuenta, claro que dándole una ayudadita y yo tenía el pretexto perfecto.
Álvaro llegó una noche a cenar con toda la familia de Miguel, para preparar terreno, ya cuando don Paco sacó los fuertes, Alvarito aprovechó.
- Por cierto Migue, tenemos fiesta el viernes, todos invitados aclaro,
- Ora, ¿ y de que?
- Pues es complicado, lo que pasa es que ven que Angie pues ya se casa, entonces su chavo no es de aquí, pero de todos modos sus primos le van a hacer una despedida. La bronca es que gracias al Migue, Angie ya no confía en los hombres, así que conociendo nuestras habilidades en el espionaje nos invita a la despedida para que vigilemos y cuidamos la integridad del novio.
Hubo silencio, solo don Paco dijo "a caray", de ahí Manolo (el mas chavito) si se apuntó, total él se llevaba bien conmigo.
- Pues Angie ya ni al pedo, osea ¿Por qué tengo que ir a cuidarle al macho?
- Pues de cuates wey, osea no tienen que chupar del mismo vaso, nada mas vamos, le distraemos a las viejas y ya ahí muere, obvio Angie no se va a parar por ahí.
A la de mil accedió y el viernes por la noche estaban unos quince individuos y el festejado, en palabras de Migue "un pinche gato igualado" (otro ardido).
Bien, Álvaro estaba muy nervioso, ya se estaba rajando, pero le lavé tan bien el cerebro que estaba seguro de que era lo correcto. A las nueve y algo ya todos pedían el show, se aparecieron tres viejas, dos vestidas de traje y una en faldita y bra, las primeras dos comenzaron y la otra esperó afuera como dictaba la rutina. Todos bien contentos en el goce, incluso Migue olvidó que se sentía incómodo por tener al socio a lado. En eso abren la puerta y empezaba esa de "meneater" y va entrando una güerota, se prende la luz y oh sorpresa, era Cindy, perdón, era Medea.
Migue dejó de aplaudir y se quedó con la boca abierta. Álvaro volteaba a ver a los demás de la banda, Medea por un instante no supo si huir o seguir bailando. Miguel se levantó, la pasó empujando y se fue de ahí y Álvaro corrió tras el.
- Compita, perdóname por lo que te voy a decir, pero creo que es mejor que lo sepas ahorita y no cuando te claves mas.
- Pensé que iba a ser solo para mi, me agarró de su pendejo, en el fondo le gusta todo este desmadre.
Pobre Migue, pateo todo lo que encontró y para variar se puso a llorar.
- Ya wey, tarde o temprano te ibas a dar cuenta.
- No se vale, te puedo jurar que soy el único que pensó respetarla y tratarla como una dama, no como la puta que es.
Álvaro lo llevó a su casa antes de que se dieran cuenta los demás.
Cuando supe lo ocurrido me sentí como una perra, estaba conciente de que mi idea era perversa, pero no creí que me fuera a importar que Migue se quedara con el corazón roto. Pensé ir a pedirle perdón por la acción tan baja, pero no pude, llegué a creer eso de que todo había sido por su bien y creo que jamás se enterará que todo fue gracias a mi y a la mente débil de Álvaro que me dejó mangonearlo.
El día de mi boda estaba ya encima y mientras la combinación de nervio y felicidad me invadían, Migue seguía en su encierro voluntario, del trabajo a la casa a jugar play, ya ni siquiera tenía ganas de emborracharse, obvio dejó de hacer ejercicio y pensaba y pensaba en Cindy, que por cierto no dejaba de llamarlo para pedirle una oportunidad y explicar el por qué de su situación, él no quiso escucharla.
Muchas horas pensando en lo mismo le hicieron tomar una decisión, tuvo ganas de relajarse primero, durmió mucho ese día. Al despertar llamaría al hotel para hacer una reservación especial, vino incluido y muchas velas. Las flores las llevaría él, luego en los hoteles ponen cada espanto, pensó. Era necesario hacer otra reservación, para las nueve de la noche, dando el número de la habitación, dejaría una llave en el lobby para que no hubiera necesidad de tocar. Una vez adentro lo primero que se vería sobre la mesa de centro, junto a las flores sería un estuche de joyería color perla. Sí, todo eso era una sorpresa para Cindy que llegaría al hotel con la idea de que haría un show mas, pero en realidad estaría Miguel esperándola con todo esa atmósfera romántica, totalmente arrepentido y dispuesto a olvidar lo acontecido. Cualquier mujer hubiera caído ante semejante detalle, Cindy mucho mas, contaría como otra primera vez, alguien montándole un escenario así.
Al fin Miguel podría pasar la noche con ella, esa que desde el día uno deseó y posiblemente la convencería de quedarse con él y dejar ese horrible estilo de vida. Yo estoy segura que Cindy pudo haber aceptado sin titubear, solo que el Migue como siempre, dejó todo en sus pensamientos.
No se atrevió, colgó el teléfono a punto de confirmar la reservación en el hotel, canceló todo. Mejor se apuró, tenía que planchar la camisa y pedirle a don Paco una corbata que le combinara,  quiso llegar a tiempo a la misa, a mi boda.
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Foto del autor Maggs Inzaghi
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Descripción

Al gym solo vamos por frvolos a mirarnos al espejo... obvio no!!! Hay mucho que se puede aprender y contar

Palabras Clave: gym stripper amigos boda table trampa

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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