... y no te dabas cuenta de que te estaba mirando,
Y en la soledad del atardecer sonreíste, con el cantar de un pájaro...
Las horas pasaban eternas frente a tus ojos,
recuerdo hilos de cobre tímidamente sobre tus parpados,
finamete reposabas, complacida inexplicablemente...
Inmóvil tus rasgos, inmóvil el tiempo
capturada por un sueño, quizá lejano,
como hoja seca que baila, como hoja seca
y el pálido invierno te fue llevando.
La frialdad de mi alma consume tus recuerdos
después de dármelo todo, todo te has llevado.
Que es lo que querías? No supe preguntártelo,
tarde llegó el cantor que ha olvidado el canto,
tarde quiero saber si era ese el sueño que estas soñando.
Dime que la luna te cobija por las noches,
y que la música del mar nació para cantarte,
pues de no ser así con un grito derrumbare el cielo...
y ten seguro, he de llevarte.
... y nos iremos caminando, muy lento, bajo el sol, cantando,
tomadas de la mano, y te diré al oído, que moriré a tu lado.