LOS GUERREROS DEL PASADO
Publicado en May 11, 2009
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Nunca he sentido tanto miedo como esa vez sobre la cordillera de los Andes cerca de un lugar maravillosos pero a la vez peligroso llamado cumulo del burro, en ese lugar solían los incas viajeros de antaño pernoctar sobre una saliente pequeña pero suficiente para sostener a diez hombres con sus respectivas llamas de carga. Llegue allí como a las seis de la tarde agotado por el viaje desde San José un pequeño poblado de no mas de cinco casas viejas de barro y piedras ubicado casi en los pies del cerro Qinaya llamado así en honor a Juan Qinaya el antiguo Saywa dueño de ese lugar. Empecé a quedarme dormido sentado cerca de un pequeño fogón, las chispillas de las llamas tenues me acompañaban con su canto andino y solitario,de pronto en el sendero se escucho el clap clap de unas chalailas u ojotas sobre ellas un desaliñado y desdentado hombrecillo de no mas de un metro y cincuenta de estatura el cual quedo sorprendido de verme, me miro extrañado, esbozó una sonrisa en la cual sus enrojecidas encías parecian un bozal en su boca adornada con dos bigotillos cantinfleros y dijo: -Hombre que hace qui no saber uste que se pue morire. Me pare con dificultad y le pregunte mirandole hacia abajo debido a su pequeña estatura. -¿Porque podría morirme? -Me no sae acaso que aqui le penan en la noche si esta solo y es mas hasta acompañao le penan La seguridad de sus palabras, su acento fuerte y su rostro serio como una estatua, me llevo a preguntarle de nuevo por esas cosas que en los Andes llaman Penaduras y que son nada mas ni nada menos que muertos que aparecen de vez en cuando asustando a los viajeros. -Disculpe ¿porque podrian penarme esta noche aqui? -Mira gueñi lo que pasa es que aqui precisamente mataron a un hijo del inca grande, el que mandaba todo lo America, jue aui mesmo no en otro lugar, dicen que unos ispañoles lo cuchillaron juerte con sus espas pa robale el oro que el traida de alla atras, icen que eran mas de 100 llamas carga hasta las orejas, los Ayawire: que le acompañaban jueron muertos di uno en uno y los mandaron guarda abajo aqui en la risquera. Asi que lo mas seguro es la penaura aqui mesmo esta noche. Lo mire fijamente y le dije y usted no podria acompañarme esta noche para evitar esa penadura yo podria convidarle un poco de cafe y azucar ademas tengo unos buenos cigarrillos con filtro los cuales podemos compartir de inmediato, acto seguido introduje lamano en el pequeño bolsillo interior de mi chaquetilla y le pase el paquete de olorosos tabaquillos y un encendedor, el hombre los tomo y me dijo: -Me poidis dar este prendejuego y quedo con vos esta noche aqui. -Es tuyo ¿como te llamas? -Mi nombre es Sinchiruka Khana lo cual significa fuerte entre los fuertes hombre de luz -Khana, me parece que asi lo llamare, es mas facil, podriamos buscar mas leña para el fuego amigo que le parece. -Yo tengo a la gueltecita no mas un guen atao de leña pal juego lo traje de allí. Mostró unos árboles secos en las alturas los cuales estaban retorcidos por el tiempo y el clima, despues se sento a la orilla del fogon y se puso a entonar una letania en su idioma: Qinallata Saywa Sayr Shatiri Taypi Tikuna Thayari Ollanta Ururi Uskamayta Usnayu Warayana Warayana Warayana. Despues me miro y dijo: -Ya estamo protejio el no dejara que nos toquen, despues mostró el cielo cerro los ojos y respiro profundo quedandose en una profundidad de espiritu por largo rato, su respiración parecia no estar presente en su cuerpo. Encendí un cigarrillo y miré como la noche cabalgaba a lomo de nubes raudamente sobre los Andes, creo que dormite un rato con el cigarrillo en la mano, un pequeño escozor entre los dedos me recordo dolorasamente que aún estaba allí . El fragil hombrecito estaba acurrucado en un rincon donde sobresalia una roca y fumaba uno tras otro cigarrillo de repente salió de su silencio y me dijo: -No teni aguardiente por si acazo gueñi Lo mire sonriente y le dije si un poco de pisco debe quedar en esa bota, una bota española que siempre me ha acompañado en mis viajes y aventuras por esta America tan hermosa y tan chùcara de vez en cuando. Le lanze la bota, la cogió con ambas manos y sin agradecer siquiera, saco diestramente la tapa y bebio copiosamente. Ya estaba bastante obscuro solo las llamitas del fogón nos alumbraban empece a quedarme dormido, fue algo como un sueño extraño, veia aparecer hombres vestidos a la usanza antigua con armaduras españolas, creia sentir cerca de mi el sonido de sus herrerias, espadas y lanzas arrastrandose sobre el camino, fue entonces cuando un golpe seco sobre mi espalda me saco de mi sueño, abrí los ojos y vi con espanto como cerca de un centenar de hombres se abalanzaban sobre un muchacho de no mas de quince años, el cual semidesnudo intentaba defenderse contra la soldadesca enfurecida, vi sus ojos desorbitados inyectado de sangre con el sabor del asesinato en sus bocas, sus alaridos desgarradores partian las gargantas, creo que cai de rodillas, no entendía nada, de pronto un español con su espada en alto la levanto sobre mi para dejar caer el mortal golpe, fue alli cuando aparecio, derribando de un solo manotazo al soldado recio de casi dos metros de estatura, sus largos cabellos flotando al viento, me alzo como una pluma y me dejo en un lugar seguro, lo vi claramente como luchaba y defendia al muchacho , lanzaba al abismo a los soldados, esos soldados que no lo podian alcanzar con sus largas lanzas y filosas espadas. vi su rostro ensangrentado era duro como la roca andina, sus gruesos brazos apretaban una gran rama como remedo de maza. Fue directo donde el muchacho y se interpuso justo cuando la lanza del soldado español lo iba a atravesar, lanza que rompiò primero su carne y despues atravezó el cuerpo fragil del pequeño inca. Yo no entendia nada, me dolia la cabeza, no podia moverme, estaba paralizado de terror, era una batalla sanguinaria soldados españoles e incas luchando alli frente a mis ojos saliendo del pasado, saliendo de la nada, vi como arrastraban las llamas cargadas por el sendero, un soldado me miro fijamente a los ojos , parecian ojos de muerto, sin vida, un frio recorrio mi espalda y mis dientes castañeteaban me miro de nuevo y lanzo una carcajada terrorifica. Cuando el ultimo de ellos se perdio por el sendero pude levanantarme y pasar entre los cuerpos de los incas muertos fui directo donde mi salvador, estaba allí agonico,me miro y dijo en su ancestral idioma: -Yana soy Ayawire del Inca y mi labor era defender a su hijo,no pude hacerlo por eso lo intento cada vez que el lucero cabalga directo con los otros luceros en linea y la luna sonrie a la montaña llamando el crecer de las plantas, tu has sido testigo de mi intento, cuando bajes lleva esto en tu pecho, es un viejo talisman del pueblo antiguo, te protejera de los espiritus de la montaña, adios yana. Quedo quieto como la montaña, en mi pecho un talisman de oro con una rara figura de un ser amorfo, mire hacia lo alto y vi como de a poco la luna se retiraba del lugar. Mire al valeroso guerrero y entonces retrocedi horrorizado, estaba transformandose ante mis ojos, su cuerpo se estiraba y encojia como algo gelatinoso, desde lejos mire como se movia, reptaba y contorsionaba por fin algo quedo quieto en ese lugar, me acerque a donde el inca estaba sufriendo su transformacion y cual no seria mi sorpresa cuando en su lugar estaba el pequeño hombrecito mirandome sonriendo y mostrando sus encias peladas de dientes me dijo muy contento: -Hombre no te extrañes ya pasaron las penaura aqui ahora a dormir y mañana nos vamos pa abajo, y no le digas a nadie lo que aqui has visto, no te la van a creer, en todo caso guarda ese talisman te va a servir para cuando otra vez en alguna parte de los Andes te encuentres de nuevo con los guerreros del pasado.
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Foto del autor francisco Burgos Garcia Garcia
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Descripción

CADA CIERTO TIEMPO EN LAS NOCHES DE LUNA LLENA EN LA CORDILLERA DE LOS ANDES OCURREN COSAS MUY EXTRAAS... COMO ESTAS...

Palabras Clave: INCAS AYMARAS ESPAOLES ANDINAS LLAMAS ORO PLATA TESOROS LUNA LLENA TERROR MIEDO.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Creditos: FRANCISCO BURGOS GARCIA

Derechos de Autor: FRANCISCO BURGOS GARCIA

Enlace: www.trianklecomunicaciones.blogspot.com


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