Deseo (fisiologa del enamoramiento)
Publicado en May 05, 2009
Prev
Next
Image

Cuando se es niña, una no se pregunta acerca del amor o del deseo. A veces se escuchan conversaciones ajenas -principalmente de la madre con sus amigas-, en las que se hace alusión al romance y al deseo. Es al inicio de la adolescencia cuando una chica comienza a hacerse las primeras preguntas y reproches referentes a algo que ocupa parte central en la vida humana. La niña nunca olvidará el primer chico que captó su atención durante largas horas, ni olvidará su primer novio, tampoco su primer beso, porque las chicas suelen coservar esos recuerdos en lo más profundo de su ser, aún después de años de almacenamiento, pueden desempolvarlos, acariciarlos de nuevo y guardarlos con una sonrisa en su rostro. Años después -a veces por equivocación- se abre el cajón de los reproches y los temores: el pensar que podrían mostrarse  tal como son frente al ser amado, pero hay un impedimento: no lo harían con ese cuerpo robusto, pequeño o de niña. El pudor no se desvanece como si humo en aire fuera, sigue ahí, pero se modifica; de ello se encargan los amantes. Y aunque no se piensa en entregarse siempre al ser querido, se piensa en el propio cuerpo, en el placer hedonista de verse hermosa y en el sentir que ello provoca. Autoerotismo. Quiero quererme. Gustarme. Recorro mi cuerpo con las puntas de mis dedos, le brindo amor, respeto. Sin agredirlo, sin penetrarlo, me amo. Por mí y por el que algún día estará a mi lado. Pero es que en realidad le gusta verse hermosa. Se siente bien. Quiero quererme. Y que tú me ames tal cual soy. Tal vez ahora no me entiendas. Tal vez si fueras mujer, como la que nunca me preocupé por ser y que ahora soy. Como la hermosa que ocupa mi cuerpo, ese que cada noche deseas ocupar tú, mi amado; el mismo que deseas de maneras inimaginables. Y quiéreme. El deseo no es amor. El deseo sólo ocupa un sentido y yo te necesito conmigo de todas las formas posibles: quiero tu abrazo, tu aliento en mi nuca, tu dulce voz susurrando al amor, que soy yo; quiero que pruebes el sabor de mi extásis y me admires como nunca antes, por siempre.

Y así, en cálido abrazo, sintiendose protegida, la hermosa vuelve a ser niña, sin reproches, sin miedos; sin saber sobre el amor y sin conciencia del deseo. Y sólo se tiene a sí misma y se agrada. Se abraza a ella, a su cuerpo robusto, pequeño, de niña. 
Y ya no necesita a nadie más.
Página 1 / 1
Foto del autor M.M.
Textos Publicados: 11
Miembro desde: Apr 16, 2009
6 Comentarios 712 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Palabras Clave: nia mujer deseo amor autoerotismo

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos


Derechos de Autor: (c) M.B. 2006


Comentarios (6)add comment
menos espacio | mas espacio

Marcos Reaper

Dra. me gusta su forma de escribir, es agil. Si para seguir escribiendo asi es necesario, por favor, no madure. Describe muy bien a la mujer. Marcos Reaper
Responder
October 24, 2009
 

gabriel falconi

muy lindo
gracias a estos textos hermosos estoy empoezando a entender a las mujeres
Responder
September 08, 2009
 

Edgar Tarazona

Muy buen testimonio femenino del sentir de una mujer. Los hombres, por más que insistamos en explicar y dar argumentos, jamás podremos acercarnos al verdadero sentir de nuetras amadas compañeras; tan incomprendidas, a veces. Tu artículo es un regalo a los varones para que tengamos un acercamiento a la sensibilidad de las damas. Un abrazo: Edgar
Responder
May 07, 2009
 

M.M.

Muchas gracias por sus apreciaciones :)

Saludos, colegas.
Responder
May 06, 2009
 

Carlos Campos Serna

M.M:
Que curioso, eso mismo me pasó, aunque toda mi vida he sido un hombre, por lo tanto yo nunca olvidé a la primera chica que me llamó la atención, pero también que me dijo que no, pero hasta la fecha tampoco olvido mi primer beso de aquella mujer, y todavía cuando me abrazan me siento un nino. Bueno, no quiero copiarte tu texto, sólo quería decirte que despertaste en mí, recuerdos de cuatro estrellas.
Responder
May 05, 2009
 

Verano Brisas

M.M.: Hay algo en tus escritos que yo rescato definitivamente. No tratas de escribir como hombre, algo común en algunas mujeres. Si eres mujer, siéntete orgullosa de serlo y procede como tal; los marimachos lucen artificiales aunque sean excelentes personas. Tu literatura representa tu sexo, y eso está muy bien. Cordialmente,Verano.
Responder
May 05, 2009
 

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy