Hoy voy a contarte un secreto
una historia que de niña escuché
no temas, en ella no existe tormento
ni vaga entre pesadumbres ningún fantoche.
Al terminar mi revelación
dejando a un lado cualquier pudor
voy a hacerte una petición
depositando una cerilla sobre mi tocador.
Hace tiempo me contaron
lo que esconde el rojo fuego
unas ancianas me revelaron
que en él se esconde un buen mago.
Cuando el mundo se cobija en sombras
y enciendes una lumbre
puedes hacer lo que quieras, decir lo que quieras
ya seas mujer, niño u hombre
puedes ser lo que quieras.
Es un mágico momento
en el que no existen reglas
ni hay lugar para el abatimiento
porque eres libre como las olas.
Después, cuando el fuego se apaga
y la estancia se llena de luz
ese mago a las estrellas hace entrega
de todo lo acontecido sellándolo con un beso y una cruz.
Terminada mi pequeña historia
aquí te dejo mi humilde  ruego
necesito liberar el alma de la que soy carcelaria
¿me ayudas a encender un pequeño fuego?