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Recuerdo de juventud con los amigos- Parte 8
Publicado en Jan 05, 2010
 Después de que Aristóteles haya dicho en que consistía el programa de estudios, tanto los prácticos como los teóricos, quedamos más tranquilos. Nos ibamos de a poco familiarizando con nuestros profesores, es decir, que ibamos conociendo sus virtudes como sus puntos débiles, además nos acostumbramos a estar lejos de nuestros padres y hermanos; si alguno extrañaba otros compañeros consolaban diciendo de que estar en Mieza estudiando era la mejor garantía para lograr un futuro de gloria, riqueza y poder. Nos conteníamos unos con otros... Tolomeo interrumpe, luego suspira y se sienta en su escritorio continuando el relato - Mis Escribanos, no estábamos solos ya que la esposa de Aristóteles, Pitia, una fuerza materna, nos contenía: si uno estaba depremido o si estaba enfermo, nos contenía con cariño y palabras de aliento, recuerdo que nos decía, que después de la tormenta el sol salía, en definitiva, nos decía que no hay mal que dure cien años y que todo iba a estar bien, tenía el don de sacarnos una sonrisa, incluso al frío Pérdicas y al vanidoso Casandro. ¡Cómo olvidar el olor a la comida salada o dulce que preparaba e impregnaba toda la casa, su sensibilidad o su sonrisa!. Ella no pudo darle un niño a Aristóteles pero ella no dijo que ésto la ponía triste pero aceptaba su destino y añadió que tenía a Nicanor y a nosotros. Nosotros valíamos como esos hijos que los dioses no les dieron, y eso bastaba (Tolomeo se emociona y luego continúa) Dijo uno de los escribanos- Han sido afortunado de recibir el cariño maternal y una privilegiada educación... Nosotros somos unos jóvenes egipcios y quisiéramos que nos cuente que enseñanzas le ha marcado cada profesor en Mieza - Bueno- dijo el faraón Tolomeo- hubo muchas cosas que aprendimos que si te cuento todo estaremos mil años para terminar así que contaré algunas anécdotas... Hace un año que estábamos en Mieza, no recuerdo del primer año de lo que les conté, bueno de Aristóteles puedo decir que era un genio, conocía desde la literatura, matemática, ciencias naturales, poesía, retórica, literatura, historia, hasta la música... Ningún profesor le llegaba hasta el dedo del pie, aunque los otros eran eficientes, pero nuestro gran maestro tenía una inteligencia extraordinaria... Las clases eran a la mañana generalmente y a la tarde recibíamos entrenamiento militar, limpiábamos o reparabamos algún elemento roto en la propiedad. Primero le contaré del profesor de Música llamado Alcipo. El era bubio, alto y flaco, tenía una forma de caminar graciosa lo cuál causaba risa, Seleuco se rió de él y éste se dió cuenta, no era de gritarte, pero le dió mucha tarea extra que lo hizo llorar sin cesar... Bueno, hay que estar atento a las circunstancias. El año pasado nos había enseñado la teoría de la música y de los instrumentos musicales pero este año el profe Alcipo nos iba a hacer cantar y a tocar instrumentos y después nos haría cantar en la cena al frente de Aristóteles y el resto de profesores. Recuerdo que Erigio preguntó- ¿Para qué la música si vamos a ser guerreros o administradores del reino?. Su hermano Laomedón suspirando le dijo a su hermano - No seas tontolín, debemos tener cultura musical para que los otros imperios sepan quienes somos... Replicó Erigio-¡Cállate o te haré trizas, hermano! si fueras inteligente no estarías aquí... El profe se puso firme- ¡Niños, basta o les tomo prueba! Todos suplicamos de que no lo haga y entonces siguió con la clase; sucedió algo terrible cuando nos probó a cada uno: Cada alumno que iba probando cantaba como pajarraco enorme inserto en los bosques, y si apenas uno llegaba a cantar grAAA!!! el profe Alcipo decía -pase el siguiente- yo no era perfecto cantaba horrible, casi fue el último cuando el profe dijo -Dioses, que dolor de cabeza terrible, sus voces me taladran la cabeza, me parece que paramos acá... Noté que cantábamos feo y él no se animaba a decirnos directamente pero me dí cuenta que no le gustábamos porque faltaba una hora para terminar la clase y él se quería ir temprano cuando jamás estuvo acostumbrado a acerlo. Finmalmente, Alejandro levantó la mano y dijo que él faltaba, que lo pusiera a prueba para cantar, pero el profe dijo - Príncipe, ¿puede ser otro día? estoy mareado... Ale dijo- Como usted quiera . Casandro,al pensar que mi amigo cantaría como un pajarraco insistió al profe que debía probarlo al igual que todos, que lo convenció. Te juro por los dioses que deseaba hacerlo volar hasta el infierno pero Ale aceptó cantar y añadió que no decepcionaría al profe ni a la calse. Cuando Ale cantó sentíamos que cantaba el coro del Dios Apolo (El sol). Era una voz magnífica que todos quedabamos embelezados y concentrados en sus letras, él pudo sacar una sonrisa al profe, lo cual le volvió el entusiasmo y decidió enseñarnos a tocar los instrumentos. Afortunadamente, podíamos ser buenos con los instrumentos y Ale con su voz. Entonces pudimos arreglar el problema y felices podíamos mostrar nuestra música en las cenas a Aristóteles, a Pitia, al resto de los profe. Ale cantaba y nosotros tocábamos. Armamos un buen equipo musical y todos estábamos felices desde nuestros lugares... Mis escribanos, también recuerdo la eficacia y el entusiamo que nos transmitía cuando nos enseñaba gramática el profesor Stroibo. Aprendíamos poesía con Escrión, que trataba de todos los poetas que vivía en las diferentes épocas, ellos trataban de las hazañas de los dioses, sus pasiones, amores y sufrimientos. Otros hablaban de la naturaleza. A la mayoría nos gustaba los poemas del poeta Píndaro y los clásicos de Homero, que eran uno sobre la historia de Ulises, que debió irse a luchar dejando a su mujer por varios años, por suerte termina la historia feliz, ya que el vuelve a casa y se junta con su amada y su niño. La otra historia era sobre la Iliada, que trataba sobre la lucha eterna entre Troya y las ciudades helenas, en la que participaban dos héroes grandiosos, los rivales, Aquiles, partidario de Gracia, y Héctor, el hijo del rey de Troya. Una verdadera carnicería llena de Dioses, guerreros, romance, amor, gloria y muerte. Todo esto nos gustaba y esperábamos igualar de alguna manera a éstos héroes. De Calístenes, como siempre nos daba historia, a veces nos aburría y otras veces nos entretenía, No su forma de ser sino sus historias que a pesar de ser contadas por él eran dinámicas. Por eso nos gustaba. A la tarde aprendíamos a manejar las armas: la espada, la jabalina, el arco y la flecha. La mayoría éramos buenos. No veíamos la hora de estar en un campo de batalla... ¿Qué recuerda de las clases del maestro Aristóteles? - Preguntó ansioso uno de los escribanos. Calma, amigo, ahora te digo lo que más me marcó de Aristóteles- Dijo Tolomeo- Bueno, Aristoteles nos enseñaba la filósofía, la retórica, ciencias naturales, entre otras... A él le encantaba enseñarnos generalmente cerca de las montañas o el prado, mezclada la práctica y la teoría, ya que aprenderíamos más rápido. Recuerdo que una noche nos explicó que el sol, la luna y las estrellas del universo giraban alrededor de la Tierra. Todos pensábamos que teníamos razón. ¿Algun día viajaremos a la Luna, maestro?- Preguntó el curioso Nearco. Ale intervino - Aristóteles, ¿lograremos tener los vehículos para llegar? Aristóteles dijo: - Niños, quizás algún día el hombre se ingenie y arme un vehículo que nos permita viajar a la Luna y a las Estrellas, pero ahora no estamos, primero debemos aprender a explorar este mundo ante de explorar otros, pienso que pasarán más de dos mil año, si es que el mundo avanza. Ahora pensemos en el presente y estudiemos lo que hay aqui, es lo mejor. Nos gustaba ciencias neturales, ya que estudíamos los animales que vivían en tierra y en el agua. Conocimos el reino de las plantas, sobre todo a aquellas plantas que tenían la ropiedad de curar las enfermedades... Una clase de Filósofía recuerdo cuando nos preguntó -¿Cuál es el animal más inteligente?. El perro- dijo Harpalo. -No- dijo el maestro. - El caballo, ya que nos guía- dijo el oso Cratero. Tampoco - volvió a decir Aristóteles- ¡Piensen niños! Debe ser el hombre -aseguró Hefestión. Lo cual era lo correcto, pero luego hizo una pregunta más difícil... ¿Son inteligentes todos los hombres que viven en diferentes pueblos? Los Macedonios y los pueblos helenos ya que tenemos la capacidad de debatir, de discutir y de elegir lo correcto, además somos grandes poetas, arquitectos creativos y buenos guerreros- Dijo Casandro, luego Alejandro dijo- Maestro todas las civilizaciones son inteligentes porque todas tienen capacidades para crear musica, viviendas, armar ejércitos sólo que ven la vida de otro horizontes... Aristoteles no le dio la razón a mi amigo ya que consideraba que los griegos y Macedonios tenían el don para elegir y la capacidad de pensar más superior que los diferentes pueblos que formaban parte del imperio persa porque no sabían pelear por lo que era justo y solo eran unos pobres infelices sometidos que actuaban como rebaños no pensantes siguiendo la órden del gran rey. Nosotros en ese momento le dimos la razón a excepción nuestro príncipe Alejandro que no quedó muy convencido y me susurró que Aristóteles era un genio pero no podia coincidir con su teoría y me acotó también que algún día a probar si él o el maestro tenían la razón. Yo le dije que debíamos esperar y que en el momento justo el tiempo nos diria la verdad. Ese día llegará- Me dijo. ¿Conocieron el amor y el placer en Mieza? - Preguntó muy curioso el escribano. Tolomeo sonrojado contestó- Ahora te diré. Continuará la parte 9
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Descripción
Recuerdo de juventud con sus amigos- Parte 8. El Faraón Tolomeo cuanta las anécdotas de las clases que tomó con Aristóteles, con Alcipo, el profe de música, con Stroibo, el profe de gramática, con Escrión, quien les enseño la poesía. Momentos tiernos recuerda con Pitia, la esposa de Aristóteles, y la alegría y en entusiasmo de sus compañeros en Mieza disfrutando del comienzo de la adolescencia Palabras Clave: Recuerdo de juventud con los amigos CategorÃa: Cuentos & Historias SubcategorÃa: Relatos Derechos de Autor: María José Schiavi |
María José Schiavi
En el próximo toco el tema del romanticismo...
te saludo con mucho carino en la calurosa Argentina, ya no aguanto más el calor, ja ja
María Jose
María José Schiavi
Gracias por seguir con cariño y paciencia esta historia, que se fue a larga, ya falta poquito, unos capítulos para darle un cierre. Veo si estos días lanzo el siguiente capítulo con mas motivación, me está costando armarlo...
Muchas gracias, te deseo mucha suerte y espero que estes de vacaciones
María José
JUAN CARLOS
Cariños y besos ..
Tu amigo..Juan Carlos..
Alfonso Z P
bajo la tutela de los maestros. Esperaremos la respuesta a la última pregunta.
Abrazos: Alfonso